La energía empuja la inflación de la eurozona hasta el 1,3%

El rebote observado en la inflación del mes de marzo se explica por el repunte del componente energético. Este componente, no obstante, no ha llegado todavía a su máximo anual y creemos que en los próximos meses registrará tasas interanuales todavía más elevadas (en mayo podría situarse por encima del 13%).

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Ricard Murillo Gili
31 de març de 2021
IPC Eurozona
Dato
  • La variación interanual del índice de precios de consumo armonizado (IPCA) se situó en el +1,3% en marzo, un registro 0,4 p. p. superior al del mes anterior. Este rebote se debió principalmente al empuje del componente energético, cuya variación interanual fue del +4,3% (–1,7% en el mes anterior).
  • La inflación subyacente, por su parte, descendió 0,2 p. p. hasta el 0,9% por una caída mayor de lo esperado en el componente de bienes industriales.
Valoración
  • El rebote observado en la inflación del mes de marzo se explica por el repunte del componente energético. Este componente, no obstante, no ha llegado todavía a su máximo anual y creemos que en los próximos meses registrará tasas interanuales todavía más elevadas (en mayo podría situarse por encima del 13%). 
  • Por otro lado, la caída del componente de bienes industriales hasta el 0,3% interanual (1,0% en febrero) ha lastrado el índice subyacente. Deberemos esperar a tener el máximo detalle, con el dato definitivo a mediados de mes, para conocer las razones detrás de este descenso, aunque es muy probable que la desaparición del efecto de la cancelación/retraso de las rebajas en algunos países explique buena parte de la caída. El resto de los componentes han tenido un comportamiento más estable. 
  • Con todo, es probable que en los próximos meses se observen repuntes debido a otros factores más allá del componente energético. Por ejemplo, a partir de julio los efectos base de la rebaja del IVA en Alemania durante la segunda mitad de 2020 presionarán la inflación general y subyacente al alza. También puede contribuir a este aumento la demanda embalsada de una parte importante de los consumidores. Asimismo, este elemento convivirá con los cuellos de botella en algunos segmentos de la oferta. Los PMI de la eurozona apuntan a los retrasos en los plazos de entrega de las mercancías y a la escasez de algunos materiales intermedios como causantes de aumentos de precios de producción, que podrían traspasarse a la inflación.
  • Así, es probable que la inflación general continúe aumentando y se sitúe alrededor del 2,5% durante la segunda mitad de 2021. Sin embargo, estos factores no deberían ser persistentes y en 2022 creemos que la inflación se volverá a situar en niveles contenidos. Entendemos, además, que el BCE así lo interpreta y no modificará su política monetaria a corto plazo. 
Ricard Murillo Gili
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