Fortaleza del sector turístico español
El sector turístico español ha empezado 2023 con robustez. Las llegadas de turistas internacionales han alcanzado los niveles de 2019 y el gasto turístico internacional ha batido récords. El turismo doméstico ha continuado creciendo desde 2022, pero con menor impulso por la combinación de pérdida de poder adquisitivo y de mayores salidas al extranjero. Aunque el turismo es actualmente uno de los motores de la economía española, es probable que aparezcan varios vientos de cara en los próximos trimestres. El complicado panorama macroeconómico en los países de origen de turistas internacionales, la reactivación de los destinos más lejanos para el turista europeo y español, y la competencia de destinos más económicos apuntan a una desaceleración del sector turístico a medida que nos aproximemos a 2024.
En la primera mitad de 2023, el turismo se ha reforzado como uno de los motores de la economía española, batiendo los récords establecidos en 2019. El turismo completa su recuperación después del parón completo de 2020, la insuficiente mejoría de 2021 y el empuje de 2022. Los indicadores de actividad del INE muestran que, en 2023, la demanda turística real –descontado el efecto de los precios– superó la de 2019, aupada por el fuerte impulso del turismo internacional. Las pernoctaciones en alojamientos hoteleros y extrahoteleros en el primer cuatrimestre de 2023 superaron en un 2,2% las de las mismas fechas de 2019. Este excelente dato se cimienta en la fortaleza del turismo doméstico, que superó en un 7,3% el dato de 2019, y en la fuerte recuperación del turismo internacional, que estuvo solamente un 0,5% por detrás de sus cifras de 2019.
Indicadores de demanda turística
Variación con respecto al mismo mes de 2019
El gasto de los turistas internacionales y domésticos muestra aún mejores datos. Los considerables aumentos de precio registrados en 2022 y 2023 han llevado al gasto turístico a niveles récord en 2023,1 llegando a superar en un 12% los niveles de 2019 en los cinco primeros meses de 2023. El principal motivo de este aumento del gasto turístico es la subida de precios, que, según datos del IPC para los servicios más ligados al turismo, en el mes de mayo se situaron un 15% encima del nivel de precios de 2019. Particularmente notable es el incremento del precio del alojamiento, que en el mismo periodo acumulaba un alza del 24%.
Las llegadas de turistas internacionales demuestran una considerable heterogeneidad. Observamos una recuperación espectacular del turismo proveniente de América, que en mayo de 2023 llegó a situarse un 32% por encima del nivel de mayo de 2019, mientras que mercados más tradicionales presentaban una recuperación más modesta. En especial, el turismo procedente del Reino Unido da señas de debilidad y se mantiene aún un 7,4% por debajo de los niveles de 2019 en los primeros cinco meses de 2023.
- 1. Véase el artículo «Los factores detrás del alza de precios del sector turístico» en este mismo informe para más detalle sobre el alza de precios.
El turismo procedente del Reino Unido da señales de debilidad y se mantiene aún un 7,4% por debajo de los niveles de 2019 en los primeros cinco meses de 2023
Los indicadores de interés por viajar a España reflejan la complejidad de la situación macroeconómica internacional. El interés por viajar a España cayó fuertemente en el Reino Unido en el mes de junio, al situarse un 12,5% por debajo de su nivel de referencia. El mal desempeño macroeconómico del país, la fuerte subida de tipos y la debilidad de la libra esterlina han mermado los ingresos disponibles de los británicos y, con ello, la capacidad de gasto turístico de los hogares. Adicionalmente, los datos de otros destinos competidores como Turquía, Grecia, y Portugal apuntan a que están siendo más competitivos a la hora de captar la demanda británica, lo que está suponiendo un freno adicional.
En cambio, el interés de los turistas de la UE por viajar a España está resistiendo de manera notable, y en los cinco primeros meses de 2023 se sitúa un 4,6% por encima de su nivel de referencia. Al desagregar las cifras de la UE por país, sobre todo destaca el fuerte interés por viajar a España de italianos y holandeses, con registros un 3,3% y un 15,2% por encima de la referencia, respectivamente. Los indicadores relativos a Francia y, sobre todo, a Alemania muestran más debilidad, acusando una situación macroeconómica relativamente más frágil.
Por parte de los turistas de EE. UU. observamos una continuación de la normalización del interés en viajar a España a niveles prepandemia, lo que adelanta muy buenas cifras de llegadas para el verano. El indicador de interés también apunta a un fuerte crecimiento del interés por viajar a España en Japón, al situarse un 22,6% por encima del periodo de referencia. Estos datos son coherentes con las fuertes subidas del turismo proveniente de las Américas y Asia observados en los últimos meses.
A pesar de la fuerza del sector turístico que observamos en los primeros meses de 2023, y que prevemos continúe durante el verano, destacamos una acumulación de vientos de cara en el horizonte que ralentizarán el crecimiento del sector turístico a finales de este año y, sobre todo, en 2024.
El primer factor que cabe destacar es la competencia de mercados con precios más bajos que los españoles. Utilizando datos de Eurocontrol, observamos un fuerte aumento de los vuelos a Marruecos y Turquía, dos destinos con niveles de precios muy competitivos. La evolución favorable de los volúmenes turísticos de estos competidores se entiende particularmente en el contexto de bajadas de ingresos en términos reales en Europa en 2022 y 2023 a causa de la inflación. En otras palabras, la caída de los sueldos de los europeos es un factor que limitará el crecimiento del turismo en España de cara a finales de 2023 y 2024. Recordemos que, antes de la pandemia, Turquía, Túnez, Egipto y Marruecos empezaban a despuntar como grandes competidores de la industria turística española en el Mediterráneo.2
En contraste con los datos de Marruecos y Turquía, consideramos que los registros positivos de Grecia y Portugal son moderadamente alentadores para el turismo español. Aunque Grecia y Portugal son mercados que compiten con España, también son mercados con los que existe una gran correlación (tradicionalmente, cuando otros destinos de la UE crecen, España crece de manera similar). Por ello, el hecho de que la demanda en ambos países dé señales de fortaleza indica una buena inercia hacia la demanda en el mercado doméstico.
- 2. Véase el artículo «La lucha por el turismo internacional en el Mediterráneo» del Informe Sectorial de Turismo del primer semestre de 2020.
Otro de los factores limitantes del crecimiento que identificamos está conectado con la movilidad pospandemia. Al levantarse las restricciones de viaje a lo largo de 2021 y 2022, el turismo se recuperó con fuerza, pero, en primera instancia, mostró preferencia por destinos relativamente cercanos. Actualmente, las salidas al extranjero y la elección de destinos de larga distancia están volviendo a ganar fuerza, lo que podría suponer un riesgo adicional para el sector turístico doméstico, que podría perder una parte de la demanda turística que ganó de manera extraordinaria a causa de la pérdida de movilidad internacional.
Al levantarse las restricciones pospandemia, el turismo se recuperó con fuerza, pero, en primera instancia, mostró preferencia por destinos relativamente cercanos
Como podemos ver en el siguiente gráfico, según los datos de pagos de tarjetas de CaixaBank en el extranjero, el gasto turístico de los españoles en el extranjero sufrió una espectacular caída en 2020 (–61% en el acumulado de abril a diciembre) y ha tenido una recuperación heterogénea y con baches. En 2023, observamos una recuperación prácticamente total del turismo exterior a Europa. Esto contrasta con destinos de más larga distancia, como pueden ser el sudeste asiático y Latinoamérica, donde vemos que el gasto en estos destinos aún se sitúa muy por debajo de los niveles de 2019. Concretamente, el pasado mayo, el gasto en estos destinos se situaba, respectivamente, un 51% y un 45% por debajo del mismo mes de 2019. De cara a los próximos meses, esperamos ver una recuperación de este tipo de gasto conforme la movilidad internacional de los españoles se normalice.
A pesar de los vientos de cara, el repaso de los indicadores claves del sector nos deja un escenario aún relativamente positivo para 2023, para el que auguramos un crecimiento considerable. Prevemos que los vientos de cara entren en acción sobre todo hacia finales de 2023 y durante 2024, año para el que esperamos un crecimiento positivo del PIB turístico pero más moderado debido al panorama macroeconómico complejo en dos de los grandes países de origen de turistas –el Reino Unido y Alemania–, la mayor competencia en precio de otros destinos en el Mediterráneo, y el riesgo de que tanto el turismo doméstico como el europeo vuelva a viajar a destinos más lejanos. Aun así, dos factores impulsarán el turismo hacia finales de 2023 y 2024: la recuperación de los salarios reales en España y en Europa, la demostrada resiliencia de la demanda turística europea y la recuperación de la demanda turística proveniente de mercados de larga distancia como el asiático.
Teniendo en cuenta la situación robusta actual, los factores en contra señalados y las palancas de crecimiento aún disponibles, nuestra previsión del PIB turístico es que, en términos reales, en 2023 se alcance un crecimiento del 6,5% anual, y así se sitúe un 4,1% por encima del nivel de 2019. Para 2024, prevemos un crecimiento más moderado, del 1,5%, lo que situará el PIB turístico un 5,7% por encima del nivel de 2019.
Por país de origen, esperamos que la demanda doméstica crezca un 0,4% en 2023, ya mostrando un menor margen de crecimiento con respecto a 2022 –cuando ya recuperó niveles de 2019–. Por su parte, prevemos que las llegadas internacionales crecerán un 11% y, por primer año tras el inicio de la pandemia, recuperarán los niveles de 2019. De cara a 2024, esperamos que el turismo internacional será el principal motor de crecimiento del sector, apoyado en la recuperación del turismo de larga distancia.
Notablemente, en términos nominales, el fuerte repunte de precios en el sector turístico en 2023 llevará el PIB turístico nominal a un nivel un 17% superior al de 2019. Sin embargo, en 2024 prevemos una dinámica de moderación en el crecimiento de los precios, como en el resto de la economía, y, por tanto, un crecimiento del PIB turístico nominal del 4,5%.
A pesar del complejo entorno macroeconómico, nuestra previsión es que el sector turístico seguirá creciendo y siendo un motor de la economía española, y a la luz de la subida particularmente notable de los ingresos del sector, un importante contribuidor al crecimiento del superávit en la balanza comercial de bienes y servicios española.