EE. UU.: un modelo de transformación económica muy distinto al de Europa
En EE. UU. se han lanzado dos grandes planes económicos de inversiones y modernización económica en los últimos años que representan un modelo muy distinto del europeo al contener un enfoque más proteccionista. Estos esfuerzos transformadores de energía y tecnología no surgieron de la necesidad de impulsar la economía tras la COVID, como en la eurozona con los fondos europeos NGEU, sino de la necesidad de reforzar la autonomía y posición estratégica de EE. UU.

En EE. UU. se han lanzado dos grandes planes económicos de inversiones y modernización económica en los últimos años que representan un modelo muy distinto del europeo al contener un enfoque más proteccionista. Estos esfuerzos transformadores de energía y tecnología no surgieron de la necesidad de impulsar la economía tras la COVID, como en la eurozona con los fondos europeos NGEU, sino de la necesidad de reforzar la autonomía y posición estratégica de EE. UU. Así, surgió el programa Creating Helpful Incentives to Produce Semiconductors (CHIPS Act, por sus siglas en inglés), buscando reducir la dependencia de Asia en la producción de semiconductores, y el Inflation Reduction Act (IRA, por sus siglas en inglés), buscando acelerar la transición energética tras el choque energético global de 2022. Ambos programas se canalizan en parte a través de ayudas directas, de manera similar a los fondos NGEU, pero también en buena medida a través de incentivos fiscales que no requieren gasto directo del Gobierno federal, incentivos que apenas están presentes en los planes de inversión europeos. El montante total de estos planes se sitúa en torno al 4,5% del PIB estadounidense, similar al peso del NGEU en la UE.

El IRA es el mayor programa de respuesta federal al cambio climático en EE. UU. firmado en 2022. Busca acelerar la transición hacia una economía verde, crear empleo e impulsar el crecimiento económico mediante préstamos, incentivos fiscales y ayudas directas en el sector energético. Los incentivos fiscales son el principal canal, hasta dos tercios del total del esfuerzo,1 a través del cual opera el IRA, ofreciendo créditos fiscales a hogares y empresas por inversiones en energía renovable, en coches eléctricos y en eficiencia energética,2 vigentes hasta 2032. El coste total del programa es incierto, con estimaciones iniciales de la CBO y el Joint Committee for Taxation del Congreso de 271.000 millones de dólares en créditos fiscales (casi un 1,2% del PIB), pero podría alcanzar hasta 1 billón de dólares (4,3% del PIB) en el periodo de 10 años de vigencia del programa. El resto del IRA se complementa con inversiones directas financiadas a través de subvenciones y préstamos, por un importe estimado de unos 140.000 millones de dólares adicionales (0,5% del PIB).
La vida del IRA es todavía corta para poder estimar el efecto que tendrá sobre el crecimiento y la capacidad productiva de EE. UU. a largo plazo. Sin embargo, contamos con una serie de datos que sugieren que la implementación ha rendido frutos por ahora. Por ejemplo, usando los agregados de declaraciones de la renta de los hogares en 2023, el IRS (el equivalente a Hacienda en España), reportó que más de tres millones y medio de hogares solicitaron algún crédito del IRA, lo que les generó un ahorro de 8.400 millones de dólares. En la misma línea, el IRS reportó el junio pasado que, solo en la primera mitad de 2024, gracias a las deducciones contempladas en el IRA, los consumidores habrían ahorrado casi 1.000 millones de dólares en más de 150.000 compras de coches eléctricos. De hecho, desde la implementación del IRA, las ventas de coches eléctricos aumentaron un notable 50% solo en 2023.
- 1. Véanse las estimaciones de la CBO: «Estimated Budgetary Effects of Public Law 117-169, to Provide for Reconciliation Pursuant to Title II of S. Con. Res. 14».
- 2. Incluye producción para el almacenamiento de la energía, captura de carbono, producción de energía nuclear, transporte sostenible (biodiésel) e instalaciones de producción de energías de fuentes renovables (eólica, solar e hidráulica). Para los hogares, incluye instalación de paneles solares, almacenamiento de baterías y calentamiento de agua con energía solar, entre otros.

Otros datos recopilados del MIT Clean Investment Monitor3 registran un aumento significativo en las inversiones verdes en los últimos tres años. Entre 2022 y 2024, las inversiones alcanzaron 683.000 millones de dólares, un aumento de más del 150% respecto a las realizadas entre 2018 y 2021. Aunque el aumento en inversiones ha sido significativo, desde 2022, la proporción de electricidad generada a partir de energías renovables apenas ha aumentado 2 p. p. hasta el 22% (si bien ese nivel es 10 p. p. por encima de los niveles de 2014).4 En el segmento donde sí se notan unos resultados más destacables es en el de los coches eléctricos: en 2024, las inversiones alcanzaron 91.000 millones de dólares y las ventas de coches eléctricos (incluidos los híbridos) representaron un 21% del total de ventas de coches (frente a menos del 10% en 2021).5
El CHIPS Act, firmado en agosto de 2022, busca fortalecer las cadenas de suministro de semiconductores en EE. UU. La ley asignó 53.000 millones de dólares (0,23% del PIB) para la fabricación e investigación y desarrollo de semiconductores en el país, principalmente en forma de subvenciones.6 Hasta ahora, se han asignado más de 38.000 millones de dólares a 48 proyectos en 23 estados, generando más de 115.000 empleos. El sesgo proteccionista del CHIPS Act se vehicula a través de la prohibición a las empresas participantes de expandir la manufactura de semiconductores a China y a países considerados como una amenaza para la seguridad de EE. UU. También añade un incentivo de crédito fiscal de hasta el 25% para inversiones especializadas en la fabricación de equipos necesarios en el proceso de manufactura de los semiconductores desarrolladas plenamente en suelo estadounidense.
- 3. Véase el Clean Investment Monitor de MIT.
- 4. U.S. Energy Information Administration (2024). «Electricz Power Monthly». Washington, D.C.: U.S. Department of Energy.
- 5. U.S. Energy Information Administration (2024). «U.S. share of electric and hybrid vehicle sales reached a record in the third quarter». Washington, D.C.: U.S. Department of Energy. Publicado el 04/12/2024.
- 6. De los 53.000 millones de dólares, 39.000 millones están destinados a un programa de asistencia financiera –también llamado el Fondo CHIPS para América– administrado por el Departamento de Comercio de EE. UU. para construir y expandir instalaciones de manufacturas. El resto se usará para incentivar el ecosistema doméstico para la producción, incluyendo investigación y desarrollo.

El IRA y el CHIPS se enmarcan en un proceso de transformación económica, necesario en el contexto de cambios de equilibrio de poder global que se viene produciendo en los últimos años. Así, EE. UU. debe enfrentarse a la competencia de nuevos jugadores en áreas clave en las que tradicionalmente ha tenido un papel hegemónico, como puede ser el caso de China.
Los primeros días de mandato de Trump han dejado claro que el proteccionismo irá a más durante su Administración. Así, mientras el CHIPS Act parece encajar con las políticas de la Casa Blanca, el IRA se ve más amenazado. La transición energética no es una prioridad en su agenda y, de hecho, buscará en la medida de lo posible aumentar la producción de energías fósiles. Sin embargo, revocar el IRA no será una tarea sencilla. En primer lugar, porque se firmó como una ley, lo que implica que necesitará el apoyo de las dos cámaras del Congreso para ello. Eso parece poco probable considerando que la mayoría de las inversiones se han realizado en los estados del Sur y de los Grandes Lagos –estados tradicionalmente del Partido Republicano–. Parece más probable que se anulen ciertas estipulaciones de la Ley o que desde la Casa Blanca se coloquen «trabas» que dificulten su implementación: por ejemplo, el retraso en la entrega de fondos y aprobaciones, o dificultar el acceso a la información.7
- 7. Al cierre de esta publicación, la Casa Blanca ha eliminado la página oficial del IRA y se puede acceder solo a través del Archivo presidencial de la Administración Biden, Inflation Reduction Act Guidebook | Clean Energy | The White House, y no puede ser actualizada.
- 1. Véanse las estimaciones de la CBO: «Estimated Budgetary Effects of Public Law 117-169, to Provide for Reconciliation Pursuant to Title II of S. Con. Res. 14».
- 2. Incluye producción para el almacenamiento de la energía, captura de carbono, producción de energía nuclear, transporte sostenible (biodiésel) e instalaciones de producción de energías de fuentes renovables (eólica, solar e hidráulica). Para los hogares, incluye instalación de paneles solares, almacenamiento de baterías y calentamiento de agua con energía solar, entre otros.
- 3. Véase el Clean Investment Monitor de MIT.
- 4. U.S. Energy Information Administration (2024). «Electricz Power Monthly». Washington, D.C.: U.S. Department of Energy.
- 5. U.S. Energy Information Administration (2024). «U.S. share of electric and hybrid vehicle sales reached a record in the third quarter». Washington, D.C.: U.S. Department of Energy. Publicado el 04/12/2024.
- 6. De los 53.000 millones de dólares, 39.000 millones están destinados a un programa de asistencia financiera –también llamado el Fondo CHIPS para América– administrado por el Departamento de Comercio de EE. UU. para construir y expandir instalaciones de manufacturas. El resto se usará para incentivar el ecosistema doméstico para la producción, incluyendo investigación y desarrollo.
- 7. Al cierre de esta publicación, la Casa Blanca ha eliminado la página oficial del IRA y se puede acceder solo a través del Archivo presidencial de la Administración Biden, Inflation Reduction Act Guidebook | Clean Energy | The White House, y no puede ser actualizada.