¿Cómo gastamos a lo largo del mes?
La distribución del gasto a lo largo del mes por parte de los consumidores, una cuestión primordial para entender su conducta, todavía no se ha estudiado con la profundidad que se merece a causa de la escasez de datos públicos de alta frecuencia. ¿Cómo distribuyen los consumidores su gasto semana a semana? ¿Cuánto más se gastan a principios de mes, que es cuando la mayoría cobra la nómina? ¿Consumimos con la misma intensidad independientemente de nuestra edad o de nuestros ingresos? Gracias a la explotación de datos internos de CaixaBank con frecuencia diaria, podemos analizar detenidamente los patrones temporales de consumo y dar respuesta a estas preguntas.
Partiendo de los datos internos completamente anonimizados de pagos y retiradas de efectivo entre 2017 y 2019 con tarjetas emitidas por CaixaBank,37 confirmamos que el porcentaje de gasto es mayor durante la primera semana del mes38 y va decreciendo a lo largo de la segunda y tercera semana, para luego repuntar levemente en la cuarta (véase el gráfico de la siguiente página).39 El hecho de que una parte significativa de la muestra analizada reciba sus ingresos durante los últimos días del mes40 es una de las razones por las que el porcentaje de gasto repunta en la cuarta semana.
- 37. Nos centramos en un periodo prepandemia, ya que cambios en las políticas de restricciones a la actividad y a la movilidad durante la crisis sanitaria podrían alterar de manera significativa nuestros resultados.
- 38. Este resultado es coherente con un estudio realizado con datos diarios de gasto con tarjeta en Dinamarca. Véase Andersen, A. et al. (2020). «Consumer responses to the COVID-19 crisis». VOX, CEPR Policy Portal.
- 39. En aquellos casos en los que una semana cae entre dos meses distintos, asignamos la semana al mes que contiene más días en dicha semana (un mínimo de cuatro días). Asimismo, y con tal de poder comparar la distribución del gasto en meses distintos, eliminamos de nuestro análisis aquellos meses con cinco semanas, es decir, nos quedamos únicamente con aquellos que contienen cuatro semanas.
- 40. Según nuestros datos internos, el 54,8% de las nóminas se cobran a finales de mes; en concreto, en los días 27-31, siendo el día 30 el más común.
Existen tres posibles explicaciones (no excluyentes entre sí) de por qué los consumidores gastan más justo después de recibir sus ingresos. La primera se asocia a un perfil de consumidor que consume más en cuanto puede. ¿No conocemos todos a alguien, si es que no somos nosotros mismos, que a primeros de mes se permite el lujo de salir a cenar fuera o escaparse de fin de semana, y que se aprieta el cinturón a finales de mes?
La teoría económica nos dice que este comportamiento puede responder a dos razones: la impaciencia y la inconsistencia temporal. La primera simplemente expresa que hay personas que valoran más las gratificaciones presentes que las futuras, lo cual las lleva a consumir más en cuanto disponen de nuevos ingresos, en vez de repartir su consumo de manera uniforme a lo largo del mes. El segundo motivo es un concepto algo menos intuitivo, aunque también muy estudiado,41 que argumenta que existe otro tipo de individuos que, pese a valorar su bienestar futuro (no son impacientes), por falta de fuerza de voluntad acaban centrándose en el presente al tomar sus decisiones de consumo, sin tener en cuenta el día de mañana. En otras palabras, estos consumidores exhiben un comportamiento miópico, que queda acentuado en la semana en que reciben sus ingresos.
La segunda explicación es que los consumidores se decanten por concentrar su gasto en la primera semana del mes por motivos organizativos. Por ejemplo, con tal de ahorrar tiempo, pueden decidir ir al supermercado y hacer la compra del mes durante la primera semana, en vez de hacer compras semanales. Otro ejemplo sería el del abono de transporte mensual, que puede comprarse a principios de mes pero se utiliza a lo largo de las semanas. En este sentido, estos consumidores no son ni impacientes ni miópicos aunque concentren su gasto en la primera semana del mes ya que distribuyen su consumo uniformemente.
La tercera explicación del patrón de gasto a primeros de mes gira en torno a los reintegros. Según un estudio del BCE42 que analiza en profundidad el uso del efectivo por parte de los hogares en la eurozona, a la pregunta de cuáles eran las dos mayores ventajas de manejar dinero en efectivo, un 42% de los encuestados respondió que les permitía hacer un mejor seguimiento del gasto. Esta respuesta fue la más popular y apunta a que el efectivo podría actuar como mecanismo de compromiso. Dicho de otro modo, los consumidores podrían retirar del cajero durante la primera semana una parte importante del efectivo que estiman que van a necesitar a lo largo del mes, pero lo consumirían de manera uniforme.43
Para averiguar cuál de las explicaciones anteriores tiene más peso, descomponemos la distribución del gasto por semana (recogida en el gráfico anterior) entre reintegros y gasto con tarjeta (gráfico bajo estas líneas). Teniendo en cuenta que los reintegros muestran la mayor concentración en la primera semana, podemos concluir que el uso del efectivo como mecanismo de compromiso es un factor a tener en cuenta. En cambio, si nos fijamos en el gasto con tarjeta, podemos apreciar que su distribución es mucho más uniforme, con un porcentaje cercano al 25% en las cuatro semanas del mes.
- 41. Los inicios de esta área de estudio se remontan al artículo académico R.H. Strotz (1955). «Myopia and Inconsistency in Dynamic Utility Maximization». The Review of Economic Studies.
- 42. Véase Esselink, H. y Hernández, L. (2017). «The use of cash by households in the euro area». ECB Occasional Paper Series.
- 43. Una cuarta explicación que justificaría el mayor porcentaje de gasto observado en la primera semana del mes está relacionada con el hecho de que es en tales días cuando se cobran la mayoría de los recibos domiciliados (agua, luz, internet, alquiler, amortizaciones de préstamos, etc.). Sin embargo, al no incluir en nuestro análisis ni domiciliaciones ni transferencias, podemos descartar esta cuarta explicación.
Distribución del gasto a lo largo del mes
(% correspondiente a cada semana)
Aprovechando la granularidad de nuestros datos internos, podemos ir un paso más allá y analizar si las conclusiones para los datos agregados son las mismas para los distintos grupos salariales y generaciones, en el primer caso dividiendo el conjunto de clientes de CaixaBank en salarios mensuales bajos (hasta 1.000 euros) y altos (más de 2.000 euros), y en el segundo caso dividiéndolos en jóvenes (de 16 a 29 años), adultos jóvenes (de 30 a 49 años) y adultos séniores (de 50 a 64 años).
En la parte izquierda del siguiente gráfico se muestra la distribución del gasto total por salarios. Independientemente del nivel salarial, vemos que el porcentaje de gasto sigue siendo mayor durante la primera semana del mes, y va decreciendo en la segunda y tercera semana (en promedio para todos los meses analizados). Dicho esto, se aprecia cierta heterogeneidad entre las rentas bajas y las altas, ya que la distribución del gasto es más desigual para las primeras. No obstante, el grueso de la diferencia observada en el gasto total se explica por el comportamiento de las retiradas de efectivo, tal como se aprecia en la parte central del mismo gráfico. En otras palabras, si nos fijamos en el gasto con tarjeta (parte derecha del gráfico), vemos que se distribuye de manera más similar que el gasto total a lo largo del mes en los dos tramos salariales.
Estos resultados nos indican la relevancia del uso del efectivo como mecanismo de compromiso, especialmente en las rentas bajas, lo cual no debería sorprendernos si se tiene en cuenta que son las que disponen de unos recursos más limitados y deben tener una visión más clara de los gastos que realizan.
Distribución del gasto a lo largo del mes por tramo salarial
(% correspondiente a cada semana)
En cuanto al análisis por generaciones, las conclusiones sobre la distribución del gasto por semanas también se mantienen independientemente de la edad: el gasto es mayor la primera semana del mes y menor en las semanas posteriores. Sin embargo, también se aprecia que los jóvenes son los que gastan de manera más desigual a lo largo del mes, y los adultos sénior los que menos.44 Asimismo, como sucedía con los resultados agregados y por tramos salariales, la distribución del gasto es más uniforme cuando solo se tiene en cuenta el gasto con tarjeta, como se indica en el gráfico inferior.
- 44. Esto es consistente con la literatura económica que documenta una relación negativa entre la edad y la impaciencia en el comportamiento. Véase, por ejemplo, Bishai, D. (2004). «Does Time Preference Change with Age». Journal of Population Economics.
Distribución del gasto a lo largo del mes por generación
(% correspondiente a cada semana)
Como conclusión, gracias al uso de datos internos de alta frecuencia, hemos constatado que los consumidores no distribuyen su gasto de manera uniforme a lo largo del mes, sino que en general gastan más en la primera semana. Además, dicho comportamiento es más acusado para las rentas bajas y los jóvenes.