La balanza por cuenta corriente española en perspectiva europea
Tras un año 2022 marcado por el encarecimiento de las importaciones energéticas, la recuperación del sector exterior ha sido intensa en 2023 y las cuatro mayores economías de la eurozona han mejorado su saldo por cuenta corriente, aunque solo España ha logrado mejorar el registro de 2019.
El pasado año 2023 se certifica como un año excepcional para el sector exterior español. Con un superávit por cuenta corriente del 2,5% del PIB, el buen desempeño del sector exterior español es particularmente remarcable cuando se compara con las otras grandes economías europeas. Así, la economía española acumula ya 12 años registrando superávits por cuenta corriente, solo superados por Alemania entre las grandes economías europeas.
Desde 2019 hasta 2022, las balanzas por cuenta corriente de los grandes países europeos acusaron un significativo empeoramiento debido al estallido de la pandemia y al shock energético. Sin embargo, ni el impacto de estos shocks ni la recuperación posterior han sido homogéneos por países. Así, durante 2022, año muy afectado por el encarecimiento de las importaciones energéticas, el saldo por cuenta corriente español registró la menor caída y fue, junto con la economía alemana, la única de las grandes economías europeas que logró evitar un saldo deficitario con el exterior en el conjunto del año. El empeoramiento del saldo en 2022 respecto al de 2019 ascendió a 4,7 p. p. de PIB en Italia, a 3,8 p. p en Alemania y a 2,6 p. p. en Francia, mientras que en España fue de solo 1,5 p. p.
Tras un año 2022 marcado por el encarecimiento de las importaciones energéticas, la recuperación del sector exterior ha sido intensa en 2023 y las cuatro mayores economías de la eurozona han mejorado su saldo por cuenta corriente, aunque solo España ha logrado mejorar el registro de 2019.
En el segundo gráfico, puede apreciarse, para cada una de las cuatro grandes economías de la eurozona, el papel que ha tenido cada subbalanza en el cambio del saldo por cuenta corriente desde 2019.
En el caso de España, destaca el fuerte aumento del superávit de la balanza de servicios, que ha pasado del 5,1% del PIB en 2019 al 6,3% en 2023 (con datos hasta el 3T 2023), lo que ha permitido compensar el deterioro del déficit comercial de bienes y de la balanza de rentas. Este comportamiento contrasta con el del resto de países europeos, en cuyas balanzas los servicios registran déficits o superávits relativamente pequeños.
En el caso de Alemania, el menor superávit por cuenta corriente se ha debido a una reducción tanto de la balanza de bienes como de servicios, aminorada por una leve mejoría en la balanza de rentas. Por su parte, la economía francesa ha pasado de una situación de ligero superávit en 2019 (0,5% del PIB) a un déficit del 1,4% del PIB en 2023, causado principalmente por el aumento del déficit comercial de bienes, hasta el –3,6% del PIB. Por último, Italia es la economía más alejada del superávit registrado en 2019 y ha pasado de un abultado superávit (3,3% del PIB) a un ligero déficit en 2023 del 0,04% del PIB, debido mayoritariamente a una caída muy considerable de su superávit en bienes (1,3% del PIB en 2023 vs. 3,4% del PIB en 2019), aunque también ha empeorado su saldo en servicios y rentas.
Dentro de la balanza de servicios española, tanto los servicios turísticos como los no turísticos han tenido muy buen desempeño. Si bien el turismo es el mayor contribuyente al superávit, aportando un superávit del 3,9% del PIB hasta el 3T 2023 (3,7% en 2019), las telecomunicaciones, el transporte y otros servicios, incluidos los servicios comerciales, también han contribuido positivamente. De hecho, el 65% de la mejora de la balanza de servicios respecto a 2019 se produce gracias a la mejora de los servicios no turísticos, que mejoran el superávit mostrado antes de la pandemia en 1 p. p., frente a la mejora de 0,23 p. p. de los servicios turísticos.
El desempeño del turismo español es especialmente destacable al compararlo con el comportamiento de Francia e Italia, economías en las que también los ingresos por turismo tienen un papel relevante. Junto al turismo, todas las demás ramas de actividad del sector servicios español obtuvieron un superávit mayor que en cualquier otra economía europea, a excepción del sector financiero en Francia y otros servicios en Alemania. Ello certifica la excepcionalidad de los servicios españoles en el contexto de la eurozona y su capacidad para actuar de motor en el comercio exterior.