Prosigue la escalada de la inflación en España

Según el indicador adelantado de julio, la inflación general escaló 6 décimas hasta el 10,8%, una tasa no observada desde 1984. La inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos no elaborados, hizo lo propio al aumentar en la misma magnitud hasta el 6,1%. Estos datos han sorprendido tanto al consenso de analistas como a CaixaBank Research e introducen riesgos al alza sobre nuestras previsiones de inflación general y subyacente para el conjunto de 2022 (por ahora en el 8,0% y el 4,6%, respectivamente).

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Ricard Murillo Gili

July 29th, 2022

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Dato

El IPC registró una variación interanual del 10,8% en julio (10,2% en junio).
La inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos no elaborados, se situó en el 6,1% (5,5% en junio).

Valoración

Según el indicador adelantado de julio, la inflación general escaló 6 décimas hasta el 10,8%, una tasa no observada desde 1984. La inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos no elaborados, hizo lo propio al aumentar en la misma magnitud hasta el 6,1%. Estos datos han sorprendido tanto al consenso de analistas como a CaixaBank Research e introducen riesgos al alza sobre nuestras previsiones de inflación general y subyacente para el conjunto de 2022 (por ahora en el 8,0% y el 4,6%, respectivamente).
Con el indicador adelantado, el INE no publica el desglose por componentes de la cesta, pero en la nota de prensa ofrece algunas pistas sobre los componentes con mayores variaciones. Así, se destaca de nuevo el aumento en los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, y del vestido y calzado, que experimentó una menor caída intermensual que en julio del año pasado. En julio, el precio del componente vestido y calzado suele caer con respecto a junio por el efecto de las rebajas, pero es posible que este efecto ha sido menor en 2022 que en el año anterior.
El INE también destacó el aumento de los precios de la electricidad en contraposición con la caída intermensual de este componente en julio de 2021. Así, el precio minorista promedio en el mercado regulado (el llamado PVPC) aumentó en julio cerca de un 15% con respecto al precio promedio de junio, empujado principalmente por el aumento del precio del gas natural. Sin embargo, el tope al precio del gas, que entró en vigor el 15 de junio, parece que podría haber contribuido a moderar este aumento, pues el precio del gas de referencia en Europa aumentó un 60% en julio ante la reducción del gas que Rusia está exportando a través del gaseoducto Nord Stream 1. En sentido opuesto, el INE destacó que el precio de los carburantes habría disminuido respecto al mes anterior. En concreto, en el mes de julio, el precio promedio del barril de Brent se situó en 103€, frente a los 111€ de junio (variación mensual de -7,3%) por la preocupación de los mercados financieros sobre una desaceleración de la economía global que podría afectar negativamente a la demanda de crudo.
Con la confirmación del dato de julio a mediados de agosto deberemos valorar en qué magnitud revisar nuestras previsiones para el conjunto del año. Si bien es posible que el precio de los carburantes se estabilice en los próximos meses, los futuros cotizados en los mercados financieros sobre el precio del gas podrían implicar una revisión al alza de nuestras previsiones de la electricidad. Por otro lado, el aumento de la inflación subyacente apunta a que las presiones inflacionistas sobre los servicios y bienes industriales no energéticos podría ser mayor de lo previsto. Finalmente, el precio de los alimentos podría moderarse debido a los últimos acontecimientos (aumento de la producción de grano en economías como EE. UU., mejora de las condiciones climatológicas en zonas productoras, ralentización de la demanda de grano para ganado y biocombustibles en la UE, tratado de Odessa entre Rusia y Ucrania…). Mantenemos que en el contexto actual, la incertidumbre asociada a cualquier previsión de inflación sigue siendo muy elevada.