Un paso agigantado hacia la recuperación

La situación del sector turístico ha mejorado muy significativamente durante los meses de verano y ha batido las previsiones de buena parte de las empresas del sector. 

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La situación del sector turístico ha mejorado muy significativamente durante los meses de verano y ha batido las previsiones de buena parte de las empresas del sector. La vacunación de gran parte de la población, la puesta en marcha del Certificado Digital COVID de la UE, la gran demanda turística embalsada y la moderación de las restricciones en la hostelería han sido el compendio de factores que han apoyado una recuperación muy importante y necesaria para el sector. No obstante, entre los factores citados anteriormente, el que consideramos más esencial es la vacunación, puesto que ha minimizado el volumen de casos severos de COVID-19 y ha contribuido a eliminar la elevada presión sobre el sistema sanitario. Con ello, no solo se han abierto las puertas a la recuperación durante la temporada veraniega, sino que también se ha sentado la base para acercarnos a la esperada normalización de la movilidad a medio plazo.

El turismo doméstico, que antes de la pandemia suponía alrededor del 30% del gasto turístico en España, alcanzó este verano un nivel superior al del mismo periodo de 2019, gracias a que muchos turistas españoles que tradicionalmente viajaban al extranjero en sus vacaciones apostaron por destinos nacionales más cercanos. Por otro lado, la demanda internacional continuó deprimida, aunque mostró una mejora muy apreciable: las pernoctaciones de extranjeros en alojamientos pasaron de caer un 90% en mayo, con respecto al mismo mes de 2019, a caer un 48% en agosto. Según los datos internos de CaixaBank, los mercados emisores que más han apoyado esta mejora son los que han adoptado el uso del Certificado Digital COVID, principalmente, los países del área Schengen. Otros mercados clave, como el Reino Unido y los mercados americanos, quedaron aún lejos de los niveles pre-COVID, aunque presentaron una tendencia prometedora a lo largo del verano, que nos empuja a pensar que serán los mercados que más impulsen la mejora del sector en 2022, tras la consolidación de la llegada de turistas con origen en la UE.

En este contexto, esperamos que el año 2021 cierre con un PIB turístico en un 54% del nivel de 2019, creciendo un 55% anual. De cara a 2022, nuestras perspectivas se mantienen optimistas. Esperamos que la consolidación de las buenas cifras de turismo doméstico y UE, y la gradual recuperación de los mercados emisores británico y americano, situará el PIB turístico en un nivel del 88% del de 2019, registrando un crecimiento del 63% anual. Estas cifras permitirían que el ejercicio 2022 ya sea rentable para una amplia mayoría del sector, después de cerca de un año y medio muy duro. Con ello, reafirmamos que la sostenibilidad de la industria turística a largo plazo está fuera de dudas y que esta volverá a tener un papel de destacado motor de crecimiento de la economía española.

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