Una apuesta decidida por el turismo de calidad
El crecimiento de turistas internacionales se ha contenido en 2019 debido al contexto económico mundial y a la recuperación de los competidores en el Mediterráneo, pero el sector turístico muestra una gran resiliencia apoyada en el consumo del turismo residente y en la apuesta por el turismo de calidad.
En 2019, el movimiento de turistas internacionales continuó creciendo a nivel global, aunque a un ritmo más moderado que en años previos: según estimaciones de la Organización Mundial del Turismo (OMT), las llegadas de turistas internacionales crecieron un 3,5% en 2019, 1,9 p. p. menos que en 2018. Esta tendencia se observa de manera generalizada en todas las regiones del globo, con la única excepción de Oriente Próximo, que sigue recuperándose tras la caída sufrida en 2016.
En lo que respecta al Viejo Continente, la moderación del crecimiento turístico que se estima es significativa. Concretamente, el número de turistas internacionales que en 2019 eligieron Europa como destino creció un 3,7%, lo que contrasta considerablemente con el avance del 8,6% observado hace solo dos años. El nuevo entorno de desaceleración del crecimiento económico mundial, la mayor incertidumbre generada por el brexit o las tensiones comerciales entre EE. UU. y China se identifican como las principales causas de esta contención.
De cara a futuro, el escenario macroeconómico de CaixaBank Research señala que la ralentización económica global no irá a más. Asimismo, en las últimas semanas, las noticias positivas sobre la evolución de las principales fuentes de incertidumbre (brexit y guerra comercial) hacen prever que el turismo internacional en la región continuará creciendo a un ritmo similar al del año que cerramos, una cifra nada despreciable aunque inferior al promedio histórico (crecimiento del 3,8% anual).
Turistas internacionales a nivel global por zona de destino
Variación anual (%)
España no es una excepción en lo que respecta a la moderación del crecimiento de la llegada de turistas internacionales. Entre enero y octubre de 2019, el número de turistas internacionales que visitaron España fue de 74,7 millones, un 1,1% más que en el mismo periodo de 2018, lo que supone un avance similar al registrado en 2018. Sin embargo, la tendencia a lo largo del año 2019 ha sido a la baja: mientras que en el primer semestre el número de turistas internacionales creció un 2,8% interanual, entre julio y octubre (último dato disponible) cayó un 0,7% interanual. A pesar de la ralentización en la segunda mitad del año, estimamos que el número de turistas internacionales que visitó España en el conjunto de 2019 alcanzó los 83,7 millones, tras crecer un 1,1% con respecto a 2018.1
- 1. Históricamente, los meses de noviembre y diciembre aportan solamente un 10% de las llegadas de turistas internacionales anuales.
Pese de la moderación mundial del turismo en 2019, el número de turistas internacionales que visitó España siguió creciendo
La principal causa de esta moderación del crecimiento fueron las menores llegadas de turistas del Reino Unido, Alemania y Francia, tres países que emiten cerca del 50% del turismo que recibe España. Según nuestras estimaciones para el conjunto de 2019, el número de turistas británicos cayó un 1,7%, mientras que los turistas alemanes y franceses lo hicieron en un 1,8% y un 1,6%, respectivamente. La mayor competencia con Turquía y Egipto, la inestabilidad surgida a raíz del brexit, el colapso del turoperador Thomas Cook a finales de septiembre (que analizaremos al final de este artículo de coyuntura), el frenazo de la actividad del sector industrial alemán y las disrupciones causadas por las protestas en Francia parecen ser las causas de esta tendencia.
La reacción del sector fue diversificarse hacia mercados menos tradicionales: aumentó la entrada de turistas de Europa del Este y de América, lo cual contribuyó a sostener el crecimiento
En este contexto, fue la diversificación del sector turístico hacia mercados emisores menos tradicionales lo que sostuvo el crecimiento. Destacan la región de Europa del Este, registrando el número de turistas rusos un crecimiento del 7,4% anual, y el continente americano, donde el crecimiento del número de turistas estadounidenses alcanzó el 12,1%.
Si nos detenemos a observar la evolución de las pernoctaciones turísticas (hoteleras y extrahoteleras), observamos que la tendencia de moderación es más aguda. Concretamente, las pernoctaciones efectuadas por los turistas extranjeros entre enero y octubre cayeron un 0,6% con respecto al mismo periodo del año anterior. Estas cifras negativas se justifican, en parte, por la evolución a la baja del número de días de estancia de los turistas, un fenómeno que es muy generalizado en España y que viene motivado por el viraje del turista internacional hacia el turismo urbano en detrimento del turismo de sol y playa. El turismo urbano acostumbra a tener estancias medias cercanas a un fin de semana (2,2 días, según datos del INE), frente al tradicional turismo de sol y playa, que presenta estancias medias más largas (5,1 días).2
- 2. Véase el artículo «La lucha por el turismo internacional en el Mediterráneo» en este mismo informe.
La apuesta por una oferta de mayor calidad y el crecimiento del turismo urbano han ayudado a mantener la tendencia positiva del gasto turístico
A pesar de que todos los datos muestran una marcada moderación del crecimiento del número de turistas que visitan España, la clara apuesta del sector turístico español por transformar su oferta en una de mayor calidad y el crecimiento del turismo urbano, mucho más intensivo en consumo, están ayudando a mantener la tendencia positiva del gasto turístico. Además, el hecho de que el gasto de los turistas internacionales crezca por encima del volumen de turistas es muy relevante, dado que muestra una mejora de la productividad de la industria turística. Concretamente, a cierre del 3T 2019, los ingresos que generó el turismo internacional ascendieron a 70.900 millones de euros en términos acumulados de 12 meses, un 3,9% más que en el mismo periodo del año anterior3. Si los comparamos con la evolución del número de turistas internacionales (un 2,1% más) y de las pernoctaciones (un 0,2% menos) durante el mismo periodo, se confirma que existe una significativa ganancia de productividad, tal y como se ilustra en el siguiente gráfico.
- 3. Exportaciones de servicios turísticos reflejados en la balanza de pagos. No se contabilizan los gastos turísticos que no repercuten en los agentes que desarrollan su actividad económica en España (excluye gastos en origen).
Ingresos por turismo internacional y número de viajeros
Si ampliamos el espectro e incorporamos a los turistas residentes en nuestro análisis, vemos que las pernoctaciones turísticas se mantuvieron en cotas positivas a cierre de octubre de 2019, creciendo un 0,5% interanual. Ello es gracias al excelente comportamiento de la demanda turística de residentes, que avanzó un 2,7% interanual hasta octubre. A su vez, el gasto de los turistas residentes, que comporta alrededor del 25% del total nacional, también evolucionó muy favorablemente. Buena parte del crecimiento del sector turístico en 2019 se sostuvo en el segmento de turismo residente, lo cual refleja su capacidad de resiliencia ante un entorno exterior más adverso. Según nuestras estimaciones, realizadas a partir de datos internos de CaixaBank, el gasto de los turistas residentes entre enero y octubre de 2019 creció a un ritmo vigoroso del 10,6% interanual. Este hito es aún, si cabe, más destacable si tenemos en cuenta que en todas las provincias se registró un crecimiento del gasto turístico de los residentes, tal y como se muestra en la tabla siguiente. La comunidad autónoma que más contribuyó al crecimiento del gasto en España, gracias tanto a su buena evolución como a su relevancia, fue Andalucía, casualmente la región con la evolución menos positiva del gasto turístico internacional (–1,7% interanual entre enero y octubre de 2019).
Buena parte del crecimiento del sector turístico en 2019 se sostuvo gracias a la excelente evolución del turismo de residentes, cuyo gasto turístico creció en todas las provincias.
De cara al año 2020, prevemos que la estabilización de la entrada de turistas internacionales en España se mantenga, si bien la estabilización del crecimiento de la actividad económica en Europa apoyará una leve mejora con respecto al ritmo de crecimiento registrado en 2019. Así, en CaixaBank Research prevemos que la entrada de turistas crezca un 1,6% anual en 2020, y supere así la barrera de los 85 millones de turistas. Los visitantes de fuera de Europa, y en especial los estadounidenses, con 3,5 millones de turistas, se espera que sean los principales contribuyentes al incremento del número de turistas en España. Por el lado negativo, según nuestras previsiones, la evolución del número de turistas alemanes continuará en cotas negativas, aunque el ritmo de descenso será más leve que el estimado para 2019. Con ello, Francia pasaría a ser el segundo origen principal de los turistas que visitan España, con el 13,3% del total, adelantando a Alemania (13,1%).
En CaixaBank Research prevemos que la entrada de turistas en España crezca un 1,6% anual en 2020 y que el sector cree 66.000 nuevos empleos.
Llegadas de turistas internacionales a España por país de origen
Miles de turistas
La evolución positiva del sector turístico que se describe también está contribuyendo a la mejora del mercado laboral. Concretamente, la industria turística generó 1 de cada 6 empleos creados entre enero y octubre de 2019, al crecer a un ritmo del 3,5% interanual, con lo que se alcanzó una fuerza laboral de 2,5 millones de empleados en el sector. A pesar de ello, la evolución del empleo turístico está acusando cierta ralentización, en consonancia con la moderación del crecimiento de la economía española. Con ello, para 2020 prevemos que el sector creará 66.000 nuevos empleos (20,7% de la creación de empleo en España), lo que implicará un ritmo de crecimiento relevante, de alrededor del 2,8%, aunque relativamente más moderado que el observado en años anteriores.
El sector está inmerso en un proceso continuo de transformación de su oferta hacia un turismo de mayor calidad. Como se puede ver en el siguiente gráfico, desde el comienzo del milenio, la planta hotelera ha aumentado de forma considerable y prácticamente el total de este crecimiento se debe a la creación de plazas de categoría superior (de 5 y 4 estrellas), que actualmente ya representan más de la mitad de la oferta total (52,8%). La insistencia en esta transformación, que se ha dado a raíz de un fuerte esfuerzo inversor empresarial, ha llevado a que el gasto turístico crezca más que el propio número de turistas, lo que nos deja con un mayor desembolso por visitante. Insistir en esta tendencia será de vital importancia para continuar impulsando la rentabilidad del sector ante unas perspectivas de estabilización en las entradas de turistas internacionales.
La apuesta por un turismo de calidad ha garantizado que el gasto turístico crezca más que el propio número de turistas
Plazas hoteleras por categoría
Miles de plazas
No es únicamente la oferta la que está migrando hacia gamas más altas, sino que la demanda está acompañando a dicho cambio. En octubre de 2019, el grado de ocupación de las plazas hoteleras de categoría superior se mantuvo por encima de la media del sector, alcanzando el 66,1%, frente al 54,4% registrado por el resto de las categorías.
La implicación principal de esta transformación es la mejora de la rentabilidad del sector. En este sentido, uno de los principales indicadores de rentabilidad, como son los ingresos por habitación disponible (revenue per available room, RevPAR), alcanzaron en septiembre los 61,7 euros por habitación, un 3,8% más que en el mismo periodo del año anterior, gracias a la mayor presencia de plazas hoteleras de categoría superior (RevPAR de 81,2 euros), en detrimento de las plazas hoteleras del resto de categorías (RevPAR de 40,0 euros).
El pasado 23 de septiembre se anunció la quiebra de una de las compañías de turoperadoras más grandes del mundo, la británica Thomas Cook. Su elevado nivel de endeudamiento, el contexto de creciente competencia que laminaba su capacidad de crecer en ingresos y su estructura demasiado amplia y rígida desembocaron en el colapso definitivo de la compañía tras varios años de altibajos.
La quiebra de Thomas Cook ha planteado algunas cuestiones sobre el devenir del sector. La primera es el futuro del modelo de negocio de los turoperadores tradicionales en el mercado de la comercialización de servicios turísticos. Si bien es verdad que la digitalización está fomentando la entrada de empresas basadas en el uso de canales digitales, con estructuras de costes más livianas y flexibles, las comercializadoras tradicionales aún disponen de una elevada masa de clientes. Tan solo en el mercado británico, las dos principales compañías turoperadoras (TUI y Jet2holidays) dieron servicio, de forma rentable, a 9,4 millones de clientes entre enero y octubre de 20195. Por ello, no parece que la quiebra de Thomas Cook haya revelado que el modelo de negocio de los turoperadores tradicionales se esté quedando obsoleto, sino más bien que la estrategia de crecimiento de la compañía no fue, ni mucho menos, la idónea.
- 5. Datos del «Top 250 Air Travel Organizer’s Licence Holders Report» que muestran el número de pasajeros protegidos por el sistema de protección financiera de la ATOL.
Sin embargo, los daños han sido contenidos gracias a la solidez de la situación de los alojamientos turísticos. A medio plazo, el resto de los turoperadores del mercado deberían captar la demanda que la compañía ha liberado
La siguiente cuestión que se nos plantea son los efectos que puede tener la desaparición de Thomas Cook en el mercado español. En 2018, 3,6 millones de turistas, principalmente británicos y alemanes, llegaron a España a través de la adquisición de paquetes turísticos a la empresa británica, lo que implica que un 4,6% de la demanda turística en España dependió, de un modo u otro, de Thomas Cook. Cabe señalar que esta exposición se concentró principalmente en las islas Canarias, las islas Baleares, Almería y la Costa del Sol malagueña.
La implicación más inmediata que ha supuesto la quiebra de Thomas Cook ha sido el impago de su deuda con hoteles y otros alojamientos turísticos referente a los meses de junio, julio y agosto. Se espera que parte de esta deuda se acabe saldando, aunque existe una gran incertidumbre sobre los plazos. Aunque esta situación puede acarrear ciertas dificultades para los hoteles más pequeños o con balances más ajustados, los daños han sido contenidos debido a que, en promedio, la situación de las empresas de alojamiento turístico es bastante sólida.
A medio plazo, la desaparición de Thomas Cook no impedirá que los turistas que la compañía traía a España año tras año continúen viniendo, dado que el resto de los turoperadores del mercado tienen claros incentivos para tratar de capturar la demanda que la compañía británica ha liberado. A corto plazo, sí estimamos cierto efecto negativo sobre la llegada de turistas, principalmente de británicos, debido a que el hueco que ha dejado Thomas Cook para los próximos meses será difícil de «rellenar» con nuevos turistas.
Aprovechando la granularidad de nuestro indicador de gasto turístico elaborado a partir de los pagos de tarjetas extranjeras en TPV de CaixaBank, podemos observar la evolución del gasto de los turistas británicos en las zonas donde existe un nivel elevado de exposición a Thomas Cook. Con ello, somos capaces de detectar si hay un cambio significativo en el nivel de gasto de turistas británicos (en ocio, cultura, restaurantes, etc.) tras la ausencia del turoperador6.
No obstante, como el deterioro del gasto de los turistas británicos en estas regiones podría ser resultado de factores ajenos a la desaparición de Thomas Cook (como, por ejemplo, la volatilidad de la libra a causa del brexit), para ampliar la perspectiva analizamos también otras regiones donde no existe exposición, pero donde el turismo británico también es muy relevante.
Tras realizar el análisis, observamos que las islas Canarias son la única región en la que existe una tendencia significativamente más negativa. Tal y como se muestra en el siguiente gráfico, el gasto efectuado por turistas británicos en las islas Canarias pasó de crecer un 0,8% interanual hasta agosto a caer un 19,7% interanual en septiembre y octubre, lo que implica un deterioro de 20,5 p. p. Por su parte, el gasto turístico en otras regiones expuestas a Thomas Cook como las islas Baleares, Málaga o Almería también se resiente, aunque no se observa un comportamiento significativamente diferente al observado en regiones similares pero menos expuestas, como las provincias de Valencia y Alicante.
- 6. No se pueden identificar las variaciones del gasto en alojamiento de los turistas británicos a través de los pagos de tarjetas extranjeras, debido a que el gasto en alojamiento de los turistas que venían a España a través de Thomas Cook lo efectuaba la propia compañía.
Evolución del gasto turístico de los británicos
Variación interanual (%)
Con ello, podemos inferir que el efecto de la quiebra de Thomas Cook ha tenido un efecto muy contenido en los destinos con mayor exposición, salvo en el caso de las islas Canarias. Esta mayor debilidad en las islas cobra especial relevancia debido a que la temporada alta en la comunidad comenzó durante el mismo mes de octubre. La capacidad del sector turístico canario de acceder al mercado a capturar nueva demanda durante los meses inmediatamente posteriores a la quiebra, probablemente a costa de fuertes rebajas de los precios, determinará en gran parte la magnitud del impacto que supondrá el hueco que ha dejado Thomas Cook.
Como hemos visto, la industria turística española se encuentra en un entorno más complejo que el de hace unos años. La desaceleración del crecimiento de la economía mundial, la incertidumbre generada por el brexit y la mayor competencia que ofrecen otros países de la cuenca mediterránea serán algunos de los factores que limitarán de manera significativa la capacidad de crecimiento del número de turistas internacionales que visiten España en un futuro próximo. A pesar de estos condicionantes, la industria turística continuará creciendo a un ritmo apreciable, más moderado, pero más sostenible, apoyada por factores estructurales de peso como su capacidad competitiva y la mejora de la calidad del turismo que atrae. Si los agentes turísticos ajustan sus expectativas de crecimiento correctamente ante este nuevo entorno y siguen invirtiendo en la transformación de su oferta, apostando por la calidad, las perspectivas del sector continuarán siendo muy positivas y el turismo mantendrá su papel protagonista en la economía española.
