El mercado laboral estadounidense decepciona en agosto por el shock de la variante Delta
Tras el buen dato de julio, el mercado laboral decepcionó en agosto, afectado por la incidencia de la variante Delta y sus efectos en el sector servicios. Dicho comportamiento también se ha visto reflejado en un deterioro en la mayoría de las encuestas. En balance, los más recientes indicadores señalan cierta desaceleración de la economía estadounidense, tras superar niveles prepandemia.
3 de septiembre de 2021
Datos
- Se crearon 235.000 puestos de trabajo en agosto, sustancialmente por debajo del millón de julio y de las expectativas de mercado.
- La tasa de paro descendió hasta el 5,2% en agosto (5,4% en julio).
- Los índices de sentimiento siguen apuntando a un sólido crecimiento de la actividad, aunque la composición sectorial revela un impacto negativo de la variante Delta.
Valoración
- Tras el buen dato de julio, el mercado laboral decepcionó en agosto, afectado por la incidencia de la variante Delta y sus efectos en el sector servicios (principalmente, ocio). Dicho comportamiento también se ha visto reflejado en un deterioro en las encuestas empresariales del sector servicios y en los índices de confianza de los consumidores. Por el contrario, el sector manufacturero sigue mostrando avances notables en la actividad, a pesar de la persistencia en los cuellos de botella. Tomados en su conjunto, los más recientes datos son indicativos de cierta desaceleración de la actividad económica estadounidense, como consecuencia del shock de la variante Delta y de la consolidación de la recuperación del país tras alcanzar niveles pre-pandemia en el 2T.
- En el plano laboral: pérdida de dinamismo en agosto, tras el buen dato de julio.
- Se crearon 235.000 puestos de trabajo en agosto, lo que sorprendió en negativo al consenso de analistas (750.000) y representó un notable descenso respecto al registro del mes anterior (1,053 millones en julio). La menor creación de empleo estuvo concentrada en el sector del ocio y el de ventas minoristas, claramente afectados por el deterioro sanitario a lo largo del verano. En concreto, el sector del ocio no creó empleo neto en el mes, lo que no ocurría desde el mes de enero. Por su parte, el sector educativo (en gran parte público) vio reducida su plantilla, un comportamiento atípico justo al inicio del año escolar (véase Tabla en la versión extensa de la nota).
- La tasa de paro descendió levemente (−0,2 p. p., hasta el 5,2%), alcanzando el nivel mínimo desde el inicio de la pandemia. Por su parte, la tasa de participación se mantuvo estancada en el 61,7%, todavía por debajo del nivel pre-COVID (63,4% ene-20). El número de empleados se situó un 3,5% por debajo del nivel previo a la crisis, equivalente a unos 5,3 millones de empleos.
- Con respecto a los salarios, la tasa de crecimiento intermensual siguió avanzando de forma sólida, (0,6% frente al 0,4% en julio y junio). Este avance señala la persistencia en las dificultades para cubrir vacantes disponibles, lo que es consistente con la información que se desprende de las encuestas empresariales (detalles a continuación). En términos interanuales, los salarios se aceleraron (+0,2 p. p., hasta el 4,3%).
- Los mercados financieros han reaccionado al dato de empleo en EE. UU. con un leve descenso en los principales índices bursátiles (−0,3% en el Dow Jones y −0,2% en el Nasdaq). Por su parte, el dólar, en su cruce con el euro, se debilitaba de forma muy modesta y se aproximaba al nivel de 1,19, máximo desde finales de julio. La rentabilidad de la deuda pública mostró un repunte inicial, posiblemente asociado a las posiciones de los inversores previas al dato, un efecto que se empezaba a corregir a la baja.
- Los indicadores de sentimiento más recientes siguen apuntando a avances significativos de la actividad, aunque algo más sosegados.
- La confianza del consumidor retrocedió en agosto, según los índices elaborados por la Universidad de Michigan y por el Conference Board. Y lo hizo por encima de lo que el consenso de analistas esperaba, como consecuencia de la expansión de la variante Delta y la finalización de numerosas ayudas estatales.
- En el ámbito empresarial, los índices de sentimiento se mantuvieron en cotas elevadas, pero mientras algunos de ellos mejoraron con respecto a los registros de julio, otros empeoraron, dando lugar a un panorama más mixto. En concreto, el adelanto del índice de sentimiento empresarial compuesto (PMI elaborado por Markit) del mes de agosto volvió a caer (55,4 puntos vs 59,9 en julio), aunque se mantuvo cómodamente por encima de los 50 puntos. La composición sectorial refleja un marcado deterioro en los sectores de servicios, que se han visto más afectados por el empeoramiento de la situación sanitaria. Con respecto al sector industrial, el índice ISM de manufacturas, que conocíamos esta misma semana, aumentó de forma inesperada en agosto (59,5 puntos, +0,4 puntos respecto a julio), a pesar de los persistentes problemas en el suministro de insumos, así como en la dificultad de cubrir vacantes.
- Con respecto a la política monetaria, la pérdida de vigor en el mercado laboral en agosto hace menos urgente iniciar el proceso de retirada de algunos de los estímulos monetarios, al menos en la próxima reunión del 21-22 de septiembre. En su discurso de Jackson Hole, el presidente Powell reiteró el mensaje de la última reunión a finales de julio: una mayoría de los miembros del Comité favorecería iniciar la reducción en el volumen de compras netas de activos (tapering) este año, si los datos económicos evolucionaban en línea con las previsiones. Con los indicadores macro dando señales de cierta ralentización en la recuperación de la actividad y del empleo, por un lado, y la inflación estabilizándose, por el otro, creemos que, en balance, la Fed probablemente se inclinará por esperar un poco más antes de decretar que se ha alcanzado el progreso sustancial hacia sus objetivos.
Última actualización: 11 julio 2022 - 12:43
Última actualización: 03 septiembre 2021 - 15:54