Empleo e innovación: un binomio clave para la recuperación del mercado de trabajo
La economía española creó empleo en 2014 por primera vez desde 2007, y las cifras no fueron menores: el aumento del número de ocupados fue de 433.900 en total. Ahora que la recuperación empieza a coger fuerza en el mercado laboral es un buen momento para analizar en qué sectores se está creando empleo. El hecho de que la recuperación económica sea sostenida y vigorosa depende de si los sectores más innovadores van ganando protagonismo.
Para medir el grado de innovación de los distintos sectores, utilizamos la Encuesta sobre Innovación en las Empresas del INE, que recoge el porcentaje de empresas de cada sector que llevan a cabo innovación tanto tecnológica (nuevos productos, procesos y avances tecnológicos) como no tecnológica (mejoras en los métodos de comercialización de productos o de organización de las prácticas de negocio).1 Según dicha encuesta, los sectores cuyas empresas realizan más innovación tecnológica son también los que hacen más innovación no tecnológica. También se observa que el porcentaje de empresas que llevan a cabo innovación tecnológica en los sectores industriales es mayor que en los de servicios, y que la diferencia entre ambos se reduce cuando la innovación es no tecnológica. En cualquier caso, dada la fuerte correlación entre la innovación tecnológica y la no tecnológica, se utiliza su promedio para cuantificar el grado de innovación en cada sector.
El empleo neto en la industria y en los servicios creció en 409.600 personas en 2014.2 Tras distribuir estos nuevos puestos de trabajo en función de la intensidad innovadora de cada sector, se observa que la mayoría se aglutinaron en los de baja innovación (véase el primer gráfico). Sin embargo, este dato no debería sorprendernos, ya que el 40% de los puestos de trabajo se concentra en este tipo de sectores. El sector servicios, por ejemplo, presenta una tasa de innovación menor que la industria, y aglutina el 82% del total de trabajadores considerados.
Para analizar si la recuperación del empleo está yendo de la mano de un mayor protagonismo de los sectores de mayor innovación, es imprescindible no centrarse en las cifras en términos absolutos, y poner el foco en la contribución al aumento del empleo de cada sector en relación con el peso que tiene. Esto es precisamente lo que se hace en el segundo gráfico, donde se observa que una parte importante de sectores de innovación media de la industria aportaron más a la creación de empleo en 2014 de lo que les hubiera correspondido por su peso sobre el total de la ocupación. Entre ellos, destaca el avance del empleo en el sector de la energía y de la alimentación. Algunos sectores de innovación alta en la industria también tuvieron una excelente evolución (vehículos de motor, química, farmacéutica y petrolera), aunque no se aprecie en el conjunto, ya que algunos sectores del mismo grupo destruyeron empleo, como el del material eléctrico. Por el contrario, las ramas de innovación media y alta de los servicios tuvieron un mal comportamiento, y fueron los sectores menos innovadores, no solo los relacionados con el turismo, los que aportaron más al aumento del empleo.
En definitiva, aunque es cierto que muchos de los sectores que presentan elevadas tasas de innovación están creando empleo, todavía no es un fenómeno generalizado. Para que se consolide la esperanzadora recuperación del mercado laboral, innovación y creación de empleo deben ir aún más de la mano.
1. Un análisis más completo también debería tener en cuenta la intensidad de la innovación que se hace en cada sector, pero, dado que el índice de intensidad de la innovación muestra una alta correlación con el porcentaje de empresas innovadoras, los resultados son similares.
2. En los datos de empleo se excluye la administración pública y la educación para hacerlo comparable con los sectores disponibles en la Encuesta sobre Innovación en las Empresas.