La contratación indefinida en la recuperación
El elevado grado de dualidad laboral ha sido uno de los principales lastres del mercado de trabajo en España.1 La tasa de temporalidad entre 2000 y 2007 fue del 32,5% en promedio, una cifra que se mantuvo lejos del 15% que se registró en la eurozona. Durante la recesión, la destrucción de empleo en España fue especialmente intensa entre los ocupados con un contrato temporal, por lo que la tasa de temporalidad descendió de forma pronunciada, aunque siguió manteniéndose claramente por encima de los registros europeos. Ahora que la contratación está empezando a aumentar es un buen momento para valorar si este cambio de tendencia se está consolidando.
Con este fin, analizamos la evolución del peso de los contratos indefinidos entre los ocupados que llevan menos de un año trabajando en una empresa. Como ilustra el segundo gráfico, en general se observa una ligera tendencia al alza. Destaca el hecho de que el aumento del peso de los nuevos contratos indefinidos sobre el total de nuevos contratos sea mayor en aquellos sectores que han tenido una mejor evolución durante los últimos años. Esto confiere cierto optimismo a la trayectoria que puede tener la temporalidad a corto y medio plazo. Además, esta ligera tendencia al alza que se observa en el peso de los nuevos contratos indefinidos es especialmente reseñable si se tiene en cuenta el momento cíclico en el que se encuentra la economía española. Dado que el proceso de recuperación todavía se encuentra en una fase muy preliminar, no sería extraño que la proporción de contratos temporales fuera en aumento, ya que en esta fase del ciclo las decisiones de contratación se toman con especial cautela.
Otro dato interesante es que el peso de los contratos indefinidos suele ser más elevado entre los trabajadores mejor formados. Es precisamente en este segmento de la población donde el incremento del peso de los contratos indefinidos está siendo mayor. Así se observa en el tercer gráfico, centrado en los sectores en los que más ha crecido el empleo durante los últimos años. De esta manera, un nivel educativo más alto no solo va ligado a un mayor salario, sino que también se refleja en unas mejores condiciones laborales.
En definitiva, la dualidad del mercado de trabajo se ha reducido de forma considerable durante los últimos años, en parte por razones cíclicas, y es posible que también por cambios estructurales. No obstante, el mercado laboral español todavía se encuentra muy lejos de los estándares europeos. Si bien la evolución de los contratos indefinidos durante el último año confiere cierto optimismo al panorama laboral español, es imprescindible que se siga trabajando para que los nuevos puestos de trabajo se creen sobre bases sólidas.
1. La dualidad laboral es la división de la fuerza laboral en dos segmentos: aquellos que ocupan puestos de trabajo con contratos indefinidos (más protegidos) y aquellos con contratos temporales.