La buena evolución del mercado laboral se consolida
Según datos de la EPA, el empleo experimentó un crecimiento robusto en el 1T 2016, del 3,3% interanual. Antes de analizar los datos, conviene hacer dos breves apuntes técnicos. Primero, la tasa de destrucción de empleo es la ratio entre el número de personas que han perdido o abandonado su empleo y el número de ocupados en el trimestre anterior. La tasa de creación de empleo se define de forma análoga, pero con las personas que han accedido a un trabajo. Segundo, la estacionalidad propia del mercado laboral español provoca que en los tres primeros meses del año se produzcan caídas sistemáticas del empleo, esto es, una mayor tasa de destrucción que de creación.
Pasando al análisis de los datos, en el 1T 2016, la tasa de destrucción de empleo fue del 6,5%, muy similar a la anterior a la crisis, ligeramente inferior a la del 1T 2015 y muy por debajo de la registrada, en promedio, durante la etapa recesiva. La tasa de creación de empleo ascendió un poco, hasta el 6,2%, pero siguió estando por debajo de la del 2007. Estos datos muestran que la mejora de la ocupación se explica sobre todo por la menor destrucción de empleo.
En el estudio de transiciones de empleo de los tres principales sectores de la economía, resulta alentador que en el 1T 2016 la tasa de creación de empleo de la industria fuera mayor que la del 1T 2007 y que, además, superara la tasa de destrucción de empleo de ese mismo trimestre. El sector servicios también tuvo un desempeño relativamente favorable en el 1T 2016, aunque aún le queda margen de mejora respecto a 2007.
De este análisis de los flujos laborales se desprende que la reactivación del empleo en la industria y en los servicios es madura, algo que también puede apreciarse en los datos de afiliados a la Seguridad Social. En el 1T 2015, el ritmo de creación de empleo se intensificó, apoyado por la contratación en el sector público y en la construcción ligada a la licitación pública. Entonces se temió que el avance de la ocupación pudiera perder fuerza rápidamente, una vez se desvaneciera el apoyo temporal del sector público. Sin embargo, en el segundo semestre del año otros sectores ganaron vitalidad, lo que permitió que el empleo siguiera creciendo a cotas elevadas. Recientemente, se supuso que el hecho de que la Semana Santa cayera íntegramente en marzo podría haber contribuido de forma puntual al avance del empleo en el 1T 2016. No obstante, los registros laborales de abril parecen descartar esta posibilidad, ya que, con la excepción de la Administración pública, todos los sectores (y no solo el turístico) aportaron positivamente a la tasa de crecimiento interanual de afiliados. En definitiva, el comportamiento favorable de los sectores menos estacionales parece indicar que la recuperación del empleo tendrá continuidad.