¿Resistirá la economía española?
Desde que utilizamos Google, nunca habíamos escrito tantas veces la palabra «recesión» en el buscador. La preocupación se ha disparado en todo el mundo, incluida España.
¿Resistirá la economía española o acabará entrando en recesión? Es la pregunta del momento. Desde que utilizamos Google, nunca habíamos escrito tantas veces la palabra «recesión» en el buscador. La preocupación se ha disparado en todo el mundo, incluida España. En este caso, los últimos datos publicados muestran una economía que mantiene un ritmo de crecimiento dinámico, especialmente si tenemos en cuenta el difícil contexto en el que nos encontramos. Pero los frentes que se alzan en el horizonte han avivado los temores a que la recuperación acabe descarrilando y nos vemos obligados a revisar el escenario de previsiones para la economía española.
Por el momento, siguen destacando de manera positiva tanto el ritmo de creación de empleo como la calidad del empleo que se genera. Durante el mes de junio, el número de empleos creados fue superior al esperado, con un aumento de más de 75.000 personas en términos desestacionalizados (prácticamente el doble de lo que se registró en promedio los cinco meses anteriores), y el número de personas empleadas batió un nuevo máximo histórico. Lo que vemos en el horizonte no invita al optimismo, pero este buen dato no debería pasar desapercibido. Es cierto que el grueso del empleo se generó en el sector servicios, sobre todo gracias a la buena marcha de la temporada turística. Pero el resto de los sectores mantienen un nivel de ocupación superior al previo a la pandemia. A todo ello se suma la reducción sostenida de la tasa de temporalidad, uno de los principales retos de la economía española desde hace décadas. Gracias a la mejora de la calidad del empleo que se genera, ha descendido 7 p. p. respecto a junio del pasado año, y ya se encuentra en el 20%. Un hito impensable hasta hace poco.
La buena marcha del mercado laboral es uno de los puntos de apoyo del consumo de los hogares que, a pesar del aumento de las presiones inflacionistas, ha mantenido un bueno tono a lo largo del 2T. Según el monitor de consumo de CaixaBank Research, en el 2T el gasto con tarjetas de CaixaBank se situó un 13% por encima del mismo trimestre de 2019, frente al 10% registrado en el 1T. Destacan las buenas cifras del gasto en el sector retail, y también en ocio, restauración y hostelería.
El turismo, uno de los sectores más castigados durante la crisis, y al que le costó arrancar el vuelo debido a las continuas restricciones a la movilidad internacional, finalmente se ha sumado a la recuperación general de la economía. Durante los últimos meses su dinamismo se ha hecho evidente y está superando las buenas expectativas que nos habíamos fijado. Lo constata la rápida recuperación del gasto con tarjetas extranjeras en los TPV de CaixaBank y también los datos de vuelos internacionales a pesar de las restricciones impuestas en algunos países. Además, el elevado número de búsquedas en Google de términos relacionados con viajar en España sugiere que la recuperación del sector seguirá siendo dinámica los próximos meses.
Todo ello apunta a que en el 2T la tasa de crecimiento del PIB podría ser superior a la que contempla nuestro escenario de previsiones, del 0,4% intertrimestral concretamente. En el 3T, la buena temporada turística muy probablemente hará que el ritmo de crecimiento siga siendo relativamente dinámico. A pesar del creciente pesimismo, las perspectivas más inmediatas son relativamente positivas.
Sin embargo, a medida que ampliamos el horizonte de previsiones, aumentan los interrogantes, y también los temores. Por un lado, parece que los factores que presionan los precios de la energía y los alimentos persistirán durante más tiempo del esperado. Así, la tasa de inflación general se podría mantener alrededor del 8% durante los próximos meses, y probablemente tendremos que esperar hasta finales de año para observar una tendencia decreciente. Además, las presiones inflacionistas que se observan tanto en España como en el conjunto de los países de la eurozona obligarán al BCE a aumentar de forma gradual pero sostenida los tipos de interés en los próximos meses. Todo ello erosionará el crecimiento del consumo y de la inversión. Las exportaciones también acusarán el menor ritmo de avance de nuestros socios comerciales.
Ciertamente, no parece un panorama alentador. Pero cabe resaltar que, a pesar de que todo ello hará que el ritmo de avance probablemente sea inferior al que preveíamos, el nuevo escenario sigue contemplando tasas de crecimiento positivas y bastante dinámicas a corto y medio plazo. El crecimiento previsto para 2022 lo seguimos situando por encima del 4%. Para 2023, la revisión a la baja es sustancial, del 3,8% al 2,4% concretamente, debido a la mayor persistencia de las presiones inflacionistas, y porque es cuando hará mella el endurecimiento de las condiciones financieras. Pero seguimos contemplando un ritmo de avance notable en el conjunto del año gracias, en gran medida, a la resiliencia del mercado laboral, al ahorro acumulado, al despliegue del Programa NGEU y a la consolidación de la expansión del sector turístico.
Para que este escenario se cumpla, es clave que las presiones en los precios de la energía y de los alimentos no vayan a más, y que los efectos de segunda ronda sean contenidos. El primer factor no depende de nosotros, pero el segundo, sí. También es muy importante que el proceso de normalización de las condiciones financieras pueda llevarse a cabo de forma gradual y sin sobresaltos. En gran medida, el escenario depende de factores tan difíciles de prever como la política que implemente China para luchar contra la COVID o la evolución de la guerra en Ucrania. En este sentido, es importante que en los próximos meses se desvanezcan las dudas sobre el suministro de gas desde Rusia, ya que, si no, las perspectivas podrían deteriorarse significativamente. Las vacaciones finalmente ya están a la vuelta de la esquina, pero parece que este verano no podremos desconectar del todo, y además de tomar el sol, o disfrutar de excursiones o visitas culturales, tendremos que dejar una antena puesta en la actualidad política y económica.