El crecimiento económico va madurando
La economía española sigue evolucionando muy favorablemente. El crecimiento del PIB se situó en el 0,7% intertrimestral en el 3T (0,8% en el 2T), un registro muy superior al promedio de los países de la eurozona. Con la publicación de este dato, el INE también revisó la serie histórica del PIB trimestral. Los nuevos datos muestran que el crecimiento fue algo más vigoroso en los trimestres precedentes, lo que nos lleva a revisar la previsión del avance del PIB para el conjunto del año al 3,2%. A falta del detalle por componentes, los indicadores adelantados apuntan a que el elevado ritmo de avance fue liderado por la demanda interna. El índice de la confianza del consumidor se situó en los –6,1 puntos en el promedio del 3T, una cifra ligeramente inferior al promedio del 2T (–3,2) pero que sobrepasa con creces el promedio histórico (–13,6). Asimismo, las ventas minoristas aumentaron un 3,8% en el 3T (el mismo registro que en el 2T), por lo que se espera que el consumo privado siga siendo el principal motor del crecimiento. De cara a los próximos trimestres, esperamos que el ritmo de avance de la actividad económica se modere y la economía entre en una fase del ciclo más madura, en la que se espera que la demanda externa retome protagonismo gradualmente. Los efectos positivos de los ajustes estructurales, como las ganancias de competitividad, el reequilibrio del sector inmobiliario y un sector bancario saneado, apoyarán el crecimiento de la actividad a medida que los vientos de cola que han impulsado el crecimiento de la economía española en los últimos dos años irán perdiendo fuelle paulatinamente.
La creación de ocupación mantiene su dinamismo. Los buenos datos de actividad quedan reflejados en la creación de empleo, que desde hace dos años no deja de crecer. Esta buena dinámica se afianzó en el 3T, tal y como los datos de afiliados ya avanzaron y los datos de la EPA han confirmado. En concreto, la ocupación aumentó un 2,7% en términos interanuales (2,4% en el 2T), lo que permitió que la tasa de paro se redujera significativamente hasta el 18,9%, 1,1 p. p. menos que en el trimestre anterior. Como consecuencia del dinamismo observado, revisamos al alza las previsiones de creación de ocupación al 2,8% en 2016 y al 2,1% en 2017 (del 2,7% y 2,0% anterior, respectivamente). La evolución positiva que esperamos que mantenga el mercado laboral seguirá impulsando el consumo privado y los precios. De todos modos, y a pesar de la cantidad de empleo generado en estos años, la calidad de la ocupación en España es una cuestión que preocupa y es que, tal y como se describe en el Focus «La calidad del empleo: España en el contexto internacional» en este Informe Mensual, las estadísticas sugieren que la calidad del empleo en España se sitúa entre las más bajas de la OCDE.
La inflación se recupera según lo previsto. El IPC, impulsado por el dinamismo en el consumo privado, creció un 0,7% interanual en octubre y confirma el inicio de la tendencia alcista previsto para los próximos meses al deshacerse el efecto escalón de la intensa caída del precio del petróleo de finales de 2015 e inicio de 2016. De hecho, el precio de petróleo se mantiene aún en cotas bajas y, aunque esperamos que se recupere paulatinamente, seguirá beneficiando a la economía española y, en especial, a la balanza comercial.
El sector exterior sigue deparando buenas noticias. En agosto, el saldo comercial de bienes aumentó hasta los –10.996 millones de euros en el acumulado del año (una mejora de 5.075 millones de euros respecto a 2015). Ello fue consecuencia de un mayor retroceso de las importaciones (3,5% interanual en el acumulado de tres meses) que de las exportaciones (–0,4%). La fuerte caída de las importaciones se explica por el descenso del valor de las importaciones de bienes energéticos gracias al bajo precio del petróleo. Las exportaciones, que a corto plazo siguen favoreciéndose por la depreciación del euro, mantendrán el dinamismo en los próximos ejercicios gracias a las ganancias de competitividad conseguidas en los últimos años, al importante esfuerzo de internacionalización que han llevado a cabo las empresas españolas y a la diversificación de los destinos de exportación más allá de la eurozona. A pesar de esta buena tendencia de fondo, hay ciertos focos de incertidumbre global que preocupan, como el brexit, la ralentización del comercio mundial y la orientación de la política comercial global hacia un mayor proteccionismo.
El turismo sigue en cifras récord. Entre enero y septiembre entraron 60 millones de turistas internacionales en España, un 10,1% más que en el mismo periodo de 2015. La temporada de verano de 2016 ha sido histórica. Tal y como se detalla en el Focus «Turismo, ¿un año excepcional?» de este mismo Informe Mensual, la elevada competitividad del sector, el apoyo de la depreciación del euro y las turbulencias geopolíticas que atraviesan algunos de los principales destinos rivales son los principales factores que explican el buen desempeño del sector.
El sector inmobiliario, que lleva meses mostrando una tendencia positiva, mantiene su dinámica, gracias a una demanda de vivienda que sigue en constante aumento como consecuencia de la recuperación de la ocupación y la renta de las familias, las mejores condiciones crediticias y la pujanza de la demanda de vivienda por parte de extranjeros. En concreto, las compraventas de viviendas se incrementaron un 14,3% en agosto (en el acumulado de 12 meses). El fuerte impulso de la demanda está siendo muy heterogéneo entre provincias, como se explica en el Focus «La demanda de vivienda: un crecimiento desigual» de este informe. Por el lado de la oferta, los visados de obra nueva se situaron en julio en 60.351 en el acumulado de 12 meses, lo que representa una décima parte de los visados registrados en 2007. La heterogeneidad en la demanda de vivienda, combinada con los bajos niveles de oferta y la escasez de vivienda por vender que existe en determinadas zonas prime (por ejemplo, en las grandes ciudades), generará un incremento del precio de la vivienda muy dispar entre provincias. Para el conjunto del país, esperamos que el crecimiento del precio de la vivienda se sitúe en el 2,7% en 2016. Este dinamismo observado en el sector inmobiliario está repercutiendo positivamente sobre el sector bancario.
El sector bancario español presenta un alto grado de estabilidad. Esta es la principal conclusión de la sexta evaluación llevada a cabo por la Comisión Europea tras la finalización del programa de ayuda financiera para la banca. Una estabilidad que se apoya en los bajos costes de financiación, el crecimiento económico y la reestructuración del sector que se está llevando a cabo. En este último aspecto, sin embargo, se incide en la necesidad de completar el proceso de reestructuración y privatización pendiente. Los datos más recientes del sector avalan esta visión positiva: en agosto, el saldo de crédito dudoso se redujo ligeramente (–790 millones de euros) hasta los 120.037 millones de euros, y acumula un retroceso del 39% desde el nivel máximo alcanzado en enero de 2014. Paralelamente, la tasa de morosidad se mantuvo en el 9,4% en agosto, igualando el registro de julio. Con todo, esperamos que la mejora de la economía, los bajos tipos de interés y la venta de carteras de préstamos dudosos continuarán facilitando la reducción de la morosidad de la banca.
El ajuste de las cuentas públicas sigue siendo la asignatura pendiente. En agosto, el déficit del conjunto de las Administraciones públicas, excluyendo las corporaciones locales y las pérdidas por ayudas financieras, se situó en el 3,3% del PIB, 1 décima por debajo del registro de agosto de 2015. Por administraciones, el déficit del Estado aumentó hasta el 2,6% del PIB en septiembre, 3 décimas por encima del registro de un año atrás. Este peor registro es debido, en gran parte, a la transferencia de recursos a las Administraciones territoriales en agosto correspondientes a la liquidación del sistema de financiación del año 2014. Gracias, en gran medida, a esta transferencia de recursos, las comunidades autónomas mejoran en 7 décimas el dato de agosto de 2015 y registran un déficit del 0,1% en julio. En cambio, los problemas estructurales en la Seguridad Social agudizan su déficit, que empeoró hasta el 0,6% del PIB en agosto (3 décimas por encima del registrado en el mismo periodo de 2015). En consecuencia, los datos de ejecución presupuestaria disponibles hasta la fecha reflejan un ajuste insuficiente en las cuentas públicas, aunque la reforma del impuesto de sociedades aprobada recientemente por el Gobierno debería corregir esta tendencia en el tramo final del año y permitir cumplir con el objetivo de déficit del 4,6% pactado con la Comisión Europea. Sin embargo, el nivel de deuda pública, que supera el 100% del PIB, recuerda que sigue siendo imprescindible continuar con el proceso de consolidación fiscal.
Los Presupuestos Generales del Estado de 2017 no contemplan medidas de ajuste. Los presupuestos presentados, que son una prórroga de los de 2016, se sustentan en unas previsiones macroeconómicas razonables (se prevé un crecimiento del PIB del 2,3% y de la ocupación del 2,2%). La buena marcha de la economía permitirá, según los presupuestos, disminuir el déficit en 0,8 p. p., por lo que este se situaría en el 3,6% del PIB en 2017. En consecuencia, para alcanzar el objetivo acordado con la Comisión Europea (3,1%), será necesario que el nuevo Gobierno presente unos presupuestos actualizados que incluyan medidas de ajuste, tal y como la Comisión Europea ha reclamado.