El sector del automóvil: sobre ruedas
Después de haber sufrido enormemente durante los últimos cinco años, uno de los sectores clave de la economía española va recuperando la buena forma: el sector del automóvil. Incluyendo todas las actividades relacionadas con la automoción, como seguros o concesionarios, aporta el 6% del PIB, representa el 16% de las exportaciones totales y emplea cerca del 7% de la población activa.
Las mejores noticias provienen de la producción de vehículos: tras sufrir una caída del 16,6% en 2012, en el primer semestre de 2013 ha crecido un 5,5% y supera ya los 1,1 millones de unidades. De mantenerse esta tendencia, se alcanzarían los 2,3 millones, un nivel similar al de 2010 o 2011, aunque por debajo del máximo de 2,9 millones de 2007.
La recuperación de la producción se sustenta por la buena marcha de las exportaciones: la proporción de la producción que se exporta ha pasado del 81,6% en 2005 al 87,4% en 2012. Ello refleja, en parte, el hundimiento de la demanda nacional: en los doce meses hasta agosto se matricularon 680.600 vehículos, un nivel similar al de 1995 y muy inferior a los 1,7 millones de 2005. Aunque las ventas siguen muy débiles, se empiezan a percibir ciertos signos de estabilización gracias, en parte, a los incentivos para la compra, como los planes PIVE.
El aumento de las exportaciones es, sobre todo, el resultado de los esfuerzos de la empresa española por ser más competitiva, internacionalizarse y penetrar nuevos mercados. En primer lugar, los precios de fabricación de vehículos se han mantenido por debajo de los competidores europeos: mientras que en España se incrementaron un 3% entre 2009 y julio de 2013, en Alemania o Francia el aumento fue del 4,4% y del 5,5%, respectivamente. De hecho, las ganancias de competitividad-coste y la mayor flexibilidad laboral han llevado a varios fabricantes a anunciar planes para aumentar la producción en España.
Un segundo factor que explica el incremento de las exportaciones es la internacionalización: el número de empresas del sector del automóvil que exporta se ha triplicado en la última década y supera ya las 16.000. Finalmente, un tercer factor clave es la creciente diversificación de mercados. El estancamiento de los mercados europeos tradicionales se ha podido compensar con el aumento de las exportaciones a otros destinos. Destaca el crecimiento de las exportaciones hacia la Europa emergente y los principales emergentes globales, como Rusia, India y China. Estos mercados son muy atractivos por su elevado potencial de crecimiento: la ratio de motorización (número de vehículos por cada 1.000 habitantes) se irá incrementando a medida que la clase media se vaya consolidando. En definitiva, el sector del automóvil vuelve a estar en marcha y debería ser otro factor tractor de la recuperación de la economía española.