La transición climática de los sectores de actividad
En España, las emisiones de gases de efecto invernadero están altamente concentradas en los sectores de las manufacturas, la energía, el transporte y el sector primario. La descarbonización de estos sectores intensivos en energía está siendo dispar: el energético y las manufacturas han reducido sus emisiones significativamente gracias a las energías renovables y a mejoras en eficiencia, mientras que el transporte y el sector primario muestran avances limitados. Es, pues, crucial mejorar la implementación de políticas públicas y acelerar la ejecución de los fondos europeos en estos sectores.
En España, las emisiones de gases de efecto invernadero están altamente concentradas en los sectores de las manufacturas, la energía, el transporte y el sector primario. La descarbonización de estos sectores intensivos en energía está siendo dispar: el energético y las manufacturas han reducido sus emisiones significativamente gracias a las energías renovables y a mejoras en eficiencia, mientras que el transporte y el sector primario muestran avances limitados. Pese a que la electrificación y la adopción de prácticas sostenibles y de tecnologías limpias son esenciales para acelerar su transición climática, la ejecución de los fondos del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia también está siendo desigual: las inversiones en transporte ferroviario avanzan, pero programas clave para la electrificación del transporte y la descarbonización industrial presentan retrasos. Para lograr los objetivos de descarbonización de 2030 y 2050, es crucial mejorar la implementación de políticas públicas y acelerar la ejecución de los fondos en estos sectores.
En la economía española, la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) está altamente concentrada en unos pocos sectores: según datos de 2022, las manufacturas, el sector energético, el transporte y el sector primario generaron el 92,2% de las emisiones generadas por el total de los sectores de producción, una cifra muy superior a su aportación al VAB del conjunto de la economía (21,6%). Específicamente, las manufacturas aportaron el 11,1% del VAB y el 31,6% de las emisiones. El sector energético aportó el 4,2% del VAB, pero el 23,5% de las emisiones. A su vez, el sector primario representó el 2,3% del VAB, pero el 18,9% de las emisiones, y el transporte, el 4,1% del VAB y el 18,3% de las emisiones. Estos sectores, intensivos en energía, contrastan con los que lo son menos, poniendo de relieve que las actividades menos dependientes de procesos energéticamente intensivos tienen un impacto ambiental mucho menor. Un caso destacado es el de los servicios, que (excluyendo el transporte) aporta más del 52% del VAB, mientras que es responsable de solamente el 3,8% de las emisiones de GEI.
Las manufacturas, el sector energético, el transporte y el sector primario generaron el 92,2% de las emisiones en 2022
Los sectores intensivos en emisiones son claves para la economía española y producen inputs necesarios para la producción en todos los sectores de la economía. Pero en vista de su elevada contribución a las emisiones de GEI, monitorizar y promover su transición climática es esencial para lograr los objetivos de descarbonización del país en 2030 y 2050. Clave para lograr esta transición en los sectores intensivos en energía es la electrificación de sus procesos, junto con el impulso de la eficiencia energética y la integración de energías renovables. Adicionalmente, la descarbonización de estos sectores pasa por una mayor adopción de tecnologías limpias, como el hidrógeno verde en la industria pesada y la electrificación del transporte. A continuación, examinaremos el progreso en la reducción de emisiones por parte de estos sectores, y evaluaremos el estado de consecución y ejecución de las políticas públicas diseñadas para acelerar la transición climática.
Al analizar la evolución de las emisiones, se observa una diferencia clara entre los sectores que han logrado reducir sus emisiones y aquellos que tienen un desempeño menos favorable. A continuación, se agrupan los sectores según su comportamiento en la reducción de emisiones de GEI:
Sectores que reducen emisiones: el sector energético, particularmente, ha logrado reducir de manera importante sus emisiones. Según el INE, entre 2008 y 2022 las emisiones de GEI del sector energético cayeron un 49,5%. Esto se debe principalmente al creciente peso de las energías renovables en la producción de electricidad. Según datos de Red Eléctrica, en 2023 las renovables generaron el 50,3% de la electricidad en España y la nuclear, un 20,3%. Por tanto, más del 70% de la generación eléctrica fue neutra en GEI, reduciendo de manera importante las emisiones del sector. Aunque el sector energético sigue siendo uno de los mayores emisores, las inversiones en energías limpias y el cierre gradual de centrales de carbón han contribuido a una reducción de las emisiones. El sector manufacturero también ha reducido sus emisiones de GEI, en un 30,5% entre 2008 y 2022. Aun así, este descenso se concentra en el periodo 2008-2013, durante el cual el sector experimentó una contracción importante. A partir de 2014, las reducciones en emisiones de GEI se han ralentizado substancialmente. Dado el elevado peso del sector en emisiones, y su importancia para el conjunto de la economía, descarbonizar de manera competitiva la industria española será clave tanto para la transición energética como para la economía del país.
Sectores que no reducen emisiones: entre los sectores que no han reducido de manera significativa las emisiones de GEI, destaca el transporte, que solo lo hizo un 6,8% entre 2008 y 2022. Esto resalta la alta dependencia de los combustibles fósiles y el lento avance en la electrificación de la flota de vehículos, principales factores de esta falta de progreso del sector. El sector primario (agricultura, ganadería, pesca y silvicultura) aumentó sus emisiones un 0,4% entre 2008 y 2022, un periodo en el que el sector incrementó sus volúmenes de producción y, por lo tanto, ha reducido la intensidad emisora. Con todo, el sector primario, responsable del 18,9% de las emisiones de GEI del conjunto de los sectores productivos españoles, es clave para la transición climática española.
Entre los sectores con más emisiones GEI existen disparidades importantes en la velocidad de descarbonización: algunos no han reducido sus emisiones (transporte) o las han aumentado (sector primario)
Para estos sectores, destacamos la importancia de la modernización tecnológica y la adopción de prácticas más sostenibles. En el caso del transporte, la electrificación del parque móvil es prioritaria, así como el desarrollo de infraestructuras de recarga. Para el sector primario, se requieren prácticas agrícolas regenerativas y una reducción del uso de fertilizantes y pesticidas que generan emisiones de metano y óxido nitroso. Es crucial que las políticas públicas apoyen la transición de estos sectores a través de incentivos económicos e inversión.
Los fondos NGEU y RePowerEU presentan una oportunidad para realizar las inversiones necesarias para acelerar la descarbonización de los sectores de la economía española, y lograr los objetivos de reducción de emisiones para 2030 y 2050 (un 37,7% de la emisión de GEI en 2030 respecto a 2005, y la neutralidad climática en 2050). Desafortunadamente, el estado actual de consecución/ejecución de fondos, según los datos de la AIReF, dibujan un panorama mixto.
En las partidas para descarbonizar el sector transporte, vemos una brecha importante entre la consecución/ejecución de las partidas relacionadas con el transporte ferroviario y las relacionadas con los vehículos. Por un lado, las inversiones que contribuyen a fomentar el transporte ferroviario muestran un elevado grado de consecución/ejecución. La transformación de líneas de metro llega al 73% de ejecución/consecución, mientras que la misma cifra para las inversiones en movilidad sostenible en cercanías y larga distancia supera el 95%. Promover el transporte ferroviario, muy bajo en emisiones, contribuirá a descarbonizar el sector transporte. Por otro lado, el programa MOVES, clave para implantar la infraestructura de recarga, muestra una consecución/ejecución del 39%. Mejorar la infraestructura de recarga será clave para electrificar el parque de vehículos, que, como exponemos en el artículo anterior, representa solamente el 1,1% de los vehículos en 2023.
Es necesario acelerar la consecución de partidas de PNRR ligadas a la descarbonización de sectores clave
Por otra parte, las partidas del plan de recuperación ligadas a la reducción de emisiones de la industria manufacturera muestran un grado de consecución/ejecución limitada. La partida de inversión en hidrógeno renovable, clave para reducir las emisiones de la industria pesada, solo está ejecutada al 19%, y en el caso de las partidas de política industrial, el porcentaje es del 29%. Acelerar la ejecución de estas partidas será clave para contribuir a descarbonizar las manufacturas, el sector con mayores emisiones de GEI, y contribuir a su competitividad en las próximas décadas.
También destacamos la necesidad de acelerar la ejecución de la partida de agricultura de precisión, que se encuentra en un 44%. Acompañar a la agricultura en su proceso de descarbonización será clave para reducir sus emisiones, en un momento en el que sector se enfrenta a retos mayúsculos como el impacto del cambio climático, la falta de relevo generacional y nuevas tendencias de consumo y de fuerte competencia internacional.