Castilla-La Mancha

• Los 2,1 millones de habitantes de Castilla-La Mancha representan el 4,3% del total nacional y la sitúan como la novena región más poblada.
• El PIB de la región (46.716 millones de euros) supone el 3,5% del PIB español, lo que la sitúa en el noveno lugar entre todas las regiones.
• El PIB per cápita (22.574 euros) es el cuarto más bajo del país y casi un 20,0% inferior a la media. Se observan importantes diferencias por provincias: el PIB per cápita de Toledo es un 20,3% más bajo que el de Cuenca.
• En términos de especialización productiva, sobresale la agricultura, con el 8,3% del PIB castellanomanchego, el porcentaje más alto de todas las regiones: destaca su liderazgo en producción de vino, con la mitad del total nacional. También tienen un mayor peso la industria manufacturera (15,2% vs. 12,5% en España) y la extractiva (6,0% vs. 4,9%). Por el contrario, los servicios ligados a la industria aportan el 19,6% del PIB (vs. 28,5%).
• Si bien las exportaciones de bienes tienen un menor peso que la media española (22,0% del PIB vs. 28,9%), en la última década este porcentaje ha aumentado más de 10 puntos, lo que refleja el esfuerzo en internacionalización de la región. El peso sobre el total de las exportaciones españolas es reducido, apenas el 2,6% en 2023 (9.827 millones de euros): la tercera parte son productos agroalimentarios, especialmente bebidas (10,5% del total), con el vino a la cabeza; por detrás se sitúan productos químicos (11,2%), sobre todo farmacéuticos, y aparatos eléctricos (7,6%). El 20% de las bebidas que exporta España proceden de esta región.

En 2023 estimamos que el PIB de Castilla-La Mancha creció un 2,0%, algo menos que en el conjunto del país (2,5%). El buen comportamiento del sector terciario y la resiliencia de su industria contrastó con el fuerte retroceso del sector agro, muy afectado por la sequía, mientras que la pérdida de vigor del empleo se trasladó al gasto de las familias.

Para 2024 las previsiones de CaixaBank Research apuntan a un crecimiento del PIB del 1,8%, tasa similar al conjunto del país (1,9%). La industria prolongará su débil comportamiento y una sequía más persistente de lo esperado limitaría la recuperación del sector agro. En cambio, a la vista del elevado volumen de licitaciones de obra pública y subvenciones asociadas a los fondos NGEU, esperamos un repunte de la inversión.

El empleo en Castilla-La Mancha está teniendo una evolución positiva, aunque algo menos dinámica que en el conjunto del país. En 2023, los afiliados crecieron un 2,0% en media (2,7% en España), mientras que en el arranque de este año el ritmo se acelera ligeramente (2,2% interanual en febrero vs. 2,7%), con lo que el nivel actual se sitúa un 8,9% por encima de febrero de 2019 (vs. +9,6%): en el último año la creación de empleo en actividades administrativas, manufacturas y, sobre todo, educación contrarresta la destrucción en el sector público. En cuanto a la tasa de paro, en el 4T 2023 mejoraba notablemente los registros prepandemia (12,5% vs. 16,6% en el 4T 2019), si bien superaba la media nacional (11,8%).

Tras el fuerte ajuste sufrido el año anterior, lastradas por el repunte de la inflación, las ventas del comercio minorista (en volumen) están mostrando una recuperación más robusta que el promedio del país: anotaron el pasado año uno de los mayores crecimientos de todas las regiones (5,0% vs. 2,9% en España), mientras que en enero de 2024 crecen un 3,9% interanual (vs. +1,4%), aproximándose a los niveles de 2019 (–0,9% vs. +1,2%).

El comportamiento de la actividad industrial está siendo favorable, aunque, en un contexto de debilitamiento de la demanda global, no se están repitiendo los excelentes registros de 2022. Así, el año pasado el IPI creció un 1,0%, mejorando, en todo caso, el dato de España (–1,4%), mientras que en enero de 2024 intensifica el frenazo y apenas crece un 0,4% interanual (+3,6% en el conjunto del país); como resultado, se mantiene muy alejado de los niveles de 2019 (–5,2% vs. –2,4%).

Las exportaciones de mercancías vienen mostrando peor tono que en el conjunto del país. En 2023, afectadas por la menor demanda, se redujeron un 4,3% (–1,4% en España): el tirón de bienes de equipo (aparatos eléctricos y maquinaria, principalmente) y alimentos (bebidas) fue contrarrestado por el deterioro de semimanufacturas (metales y productos químicos) y manufacturas de consumo (textiles). El arranque de 2024 ha sido algo mejor, con un ligero ascenso en enero del 0,3% interanual (–2,5% de media), con lo que superan en un 21,7% los registros de enero de 2019 (vs. 29,5%).