La geopolítica en un mundo globalizado: ¡que hablen los datos!
El estudio de la geopolítica está muy en boga. Y, sin embargo, la mayoría de análisis que aparecen en los medios no pasan de un enfoque poco riguroso que mezcla la información y la opinión. En este artículo estudiaremos algunas métricas para cuantificar el estado y la evolución de las relaciones geopolíticas de forma objetiva.
El término «geopolítica» fue acuñado por el politólogo sueco Rudolf Kjellén a inicios del siglo XX e inicialmente se definía como el estudio de la influencia de la geografía sobre las relaciones de poder a nivel internacional. Esta definición ha ido evolucionando y actualmente la geopolítica hace referencia a todos aquellos acontecimientos relacionados con las relaciones internacionales y la articulación del poder político de los diferentes estados y territorios.
Una vía para caracterizar el estado de la geopolítica a nivel global es estudiar cómo han evolucionado los conflictos armados1 a lo largo del tiempo. En el primer gráfico, se observa que los conflictos con connotaciones internacionales han seguido una tendencia creciente en la última década, mientras que los conflictos puramente internos han descendido desde principios de los años noventa. Asimismo, llama la atención que el porcentaje de conflictos con más de 1.000 muertos haya bajado sustancialmente desde los años cincuenta.
Si queremos obtener una información más detallada sobre conflictos, la base de datos GDELT utiliza algoritmos avanzados para obtener información en tiempo real sobre los diferentes acontecimientos geopolíticos a partir de las noticias de una gran cantidad de medios de comunicación, incluyendo Google News. Utilizando estos datos, hemos construido un índice de conflictos2 (porcentaje del número de conflictos sobre el total de acontecimientos). Esta variable no solamente incluye los conflictos materiales sino también los verbales. En el segundo gráfico se vislumbran tres periodos muy diferenciados: los años ochenta se caracterizaron por una tensión geopolítica elevada, los años noventa fueron años de relativa tranquilidad y, en el periodo 2000-2017, el porcentaje de conflictos ha repuntado. Un dato interesante es que en 2017 se ha producido un descenso significativo del número relativo de conflictos respecto al año anterior. Ello sugiere que, contrariamente a lo que se podría esperar, no ha habido un aumento de las tensiones geopolíticas a nivel mundial en 2017.
Finalmente, hemos creado un índice que mide el porcentaje de iniciativas de cooperación diplomática sobre el total de acontecimientos. El segundo gráfico también muestra un patrón claro: los años ochenta fueron de poca cooperación, en los años noventa sí que se realizaron avances sustantivos y, en los primeros años del siglo XXI, se produjo un retroceso. A partir de 2008 esta tendencia se revirtió y se empezaron a realizar más esfuerzos de cooperación diplomática, aunque los datos más recientes son menos halagüeños: desde abril de 2017, se observa una caída de las iniciativas de cooperación. Ello no debe sorprendernos si tenemos en cuenta el auge de las políticas proteccionistas abanderadas por los movimientos populistas. Dada la fuerte relación negativa entre conflictos y cooperación diplomática,3 no debería extrañarnos que, si el índice de cooperación diplomática continúa cayendo, se produzca un repunte de los conflictos en los próximos años. Esperemos, no obstante, que la sangre no llegue al río.
1. Véase la nota del primer gráfico para más detalles sobre la definición de conflicto armado.
2. Véase la nota del segundo gráfico para más detalles sobre la metodología usada en la construcción del índice.
3. El coeficiente de correlación lineal entre los dos índices es –0,72.