Las cuentas públicas en 2022: un desplazamiento de gasto cíclico a gasto estructural
El Gobierno español ha presentado ante las Cortes Generales el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año 2022 y ha enviado a Bruselas su Plan Presupuestario con la fotografía de las cuentas consolidadas del conjunto de Administraciones públicas (AA. PP.). ¿Qué hay detrás de las cifras? ¿En qué partidas se concentrará la reducción del déficit?
El Gobierno español ha presentado ante las Cortes Generales el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año 2022 y ha enviado a Bruselas su Plan Presupuestario con la fotografía de las cuentas consolidadas del conjunto de Administraciones públicas (AA. PP.). En términos de déficit público, se prevé un déficit del 5,0% en 2022, lo que representa una reducción de 3,4 p. p. respecto al déficit previsto en 2021, gracias, principalmente, a la recuperación económica. Se prevé que los ingresos públicos consolidados del conjunto de AA. PP. aumenten un 4,6% interanual (7,1% respecto a 2019). Por el lado de los gastos, se revalorizarán las pensiones con la inflación promedio de diciembre de 2020 a noviembre de 2021 y se prevé una caída interanual del gasto público en 2022 del 2,2% (el aumento en relación con 2019 es del 12,0%). ¿Pero, qué hay detrás de estas cifras? ¿En qué partidas se concentrará la reducción del déficit?
El aumento de ingresos (excluido el NGEU) proyectado para 2022 es fundamentalmente cíclico, dado que provendrá de la mejoría económica.1 Los principales artífices de los mayores ingresos serán, en relación con 2019, los impuestos directos (+16.300 millones de euros, con un aumento de la recaudación por IRPF de más de 13.000 millones de euros) y las cotizaciones sociales (+12.600 millones de euros). Los impuestos indirectos por su parte tendrán un avance más contenido (5.200 millones de euros), con un aumento de la recaudación por IVA de 4.100 millones de euros respecto a 2019. Estas proyecciones se basan en los buenos datos de ingresos en la ejecución presupuestaria de 20212 y en una previsión de crecimiento de los ingresos para 2022 que podría ser algo optimista dado el crecimiento del PIB en el que se apoyan.3
- 1. Excepto un tipo de gravamen mínimo para las empresas del 15% en el impuesto de sociedades, no se incluyen medidas adicionales por el lado de los ingresos en los PGE 2022. El aumento de la recaudación por esta medida en el impuesto de sociedades (estimado por Hacienda en 400 millones de euros anuales) no se produciría hasta 2023.
- 2. El Gobierno proyecta un crecimiento de los ingresos públicos del 2,3% en 2021-2019 y los datos de ejecución presupuestaria hasta agosto (contabilidad de caja) dan un avance muy dinámico del 3,9%.
- 3. Previsiones de crecimiento del PIB real del 6,5% en 2021 y 7,0% en 2022.
En cuanto al gasto público (excluido el NGEU), existe un contraste muy marcado entre las partidas cíclicas, que como cabe esperar está previsto que disminuyan respecto a los años de pandemia, y las estructurales, que todo apunta a que aumentarán de forma pronunciada respecto a los años de pandemia y también respecto a los anteriores a la COVID-19.
En concreto, la reducción del gasto consolidado de las AA. PP. proyectado para 2022 respecto a 2021 se concentra en los epígrafes relacionados con la mejora de la actividad económica y el desvanecimiento de la presión sobre las cuentas públicas de los gastos que han atenuado las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia. Así, el gasto en prestaciones de desempleo se prevé que se reduzca en 6.600 millones de euros respecto a 2021. Cabe destacar la reducción del gasto en ERTE (sin las exoneraciones de las cotizaciones sociales), que está previsto que sea de 5.450 millones de euros. Por otra parte, se contempla que las transferencias del Estado a las comunidades autónomas disminuyan de forma notable, ya que en 2022 ya no se realizará la transferencia especial del Fondo COVID, que en 2021 fue de 13.000 millones de euros.4 Finalmente, también cabe resaltar que la reducción de los tipos de interés volverá a insuflar oxígeno a las cuentas públicas: se reducirá de nuevo el peso del pago de intereses en porcentaje del PIB (del 2,1% en 2021 al 2,0% en 2022).
En cambio, el gasto estructural, aquel que no depende directamente del ciclo económico, aumentará de forma importante y es el principal responsable de que el gasto público consolidado se incremente en 63.000 millones de euros respecto a 2019: las transferencias sociales (pensiones, ingreso mínimo vital...) está previsto que aumenten en 27.100 millones de euros respecto a 2019 y los gastos de personal en 15.100 millones de euros.
Como consecuencia de todo ello, el déficit estructural de la economía española, que ya se encontraba en cifras relativamente elevadas antes de la pandemia, es de esperar que aumente más. Concretamente, según las estimaciones de CaixaBank Research, este podría pasar del 3,7% del PIB en el que se encontraba antes de la pandemia a alrededor del 5% en 2022. La reducción del déficit público prevista para 2022 es muy positiva dado el elevado nivel de deuda, pero el aumento del déficit estructural, si no se toman medidas, dificultará el proceso de saneamiento de las cuentas públicas a medio plazo.
- 4. Esta reducción se verá minorada por la compensación a las comunidades con unos 7.000 millones por las liquidaciones negativas y la adopción del sistema informático de recaudación del IVA.