La población activa en España: envejecimiento y nivel educativo

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18 de septiembre de 2017

A pesar del vigor con el que se ha generado ocupación en los últimos tres años, la población activa no ha dejado de retroceder. En concreto, entre el 1T 2014 y el 1T 2017, la población activa1 descendió en 190.600 personas. En este mismo periodo, la población de 16 años o más aumentó en 121.000 personas, por lo que el retroceso de la población activa se explica enteramente por la caída de la tasa de actividad: dicha tasa se situó en el 58,8% en el 1T 2017, 0,6 p. p. por debajo del 1T 2014.2 Este descenso, como veremos a continuación, se debe principalmente al envejecimiento de la población.

En general, la evolución de la tasa de actividad en relación con la edad exhibe una forma de U invertida: la tasa de los jóvenes es relativamente baja, al coincidir con la etapa formativa, y aumenta gradualmente con su incorporación al mercado laboral; alcanza su nivel máximo entre los 35 y 45 años, para luego descender abruptamente a medida que se acerca la edad de jubilación. En este sentido, el envejecimiento poblacional que está teniendo lugar en España conlleva una disminución de la tasa de actividad.3 De hecho, si calculamos la tasa de actividad ciñéndonos a la población entre 16 y 64 años, es decir, sin tener en cuenta a las personas que superan la edad de jubilación, se observa que esta se ha mantenido constante en el 75%, lo que pone de relieve que la caída de la población activa se debe al retroceso de la población en edad de trabajar.

El descenso de la tasa de actividad con la edad es más pronunciado en las personas de menor nivel educativo. Las personas con estudios superiores que, en un primer momento, retrasan la entrada en el mercado laboral, en el resto de la vida laboral registran tasas de actividad más elevadas y suelen retrasar la salida del mercado laboral (véase el primer gráfico). El mayor nivel educativo de las nuevas generaciones está ayudando a mitigar el descenso de la población activa debido al envejecimiento poblacional. El segundo gráfico muestra que el retroceso de la población activa se concentra en la población con estudios primarios (–531.000). En cambio, la población activa con estudios secundarios y universitarios ha crecido en este mismo periodo, en 310.000 y 139.000 personas, respectivamente.

Las proyecciones disponibles4 apuntan a que la población activa irá descendiendo a medida que un mayor número de personas alcance la edad de jubilación. Si bien parte de esta caída se verá compensada por un nivel educativo superior de las nuevas generaciones y la mayor tasa de actividad asociada, ello no será suficiente. En particular, se prevé que la población activa retroceda en 1,7 millones entre 2016 y 2029, y que la tasa de actividad se sitúe en el 53,8% en 2029. En definitiva, el envejecimiento poblacional es uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la economía española a medio plazo y, en este contexto, las políticas destinadas a favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad pueden ayudar a ralentizar la caída de la población activa.

1. La población activa comprende las personas ocupadas y paradas de 16 o más años.

2. La tasa de actividad mide el porcentaje de la población activa entre el total de la población de 16 años o más.

3. Entre el 1T 2014 y el 1T 2017, el porcentaje de población con edad superior a los 50 años (edad en la que la tasa de actividad empieza a caer) se ha incrementado en 2 p. p. hasta alcanzar el 39% del total.

4. Proyecciones de tasas de actividad 2016-2029 (INE).

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