El mercado laboral portugués en tiempos de pandemia
Aunque la caída de la actividad ha sido fuerte, el impacto de la COVID-19 en el mercado laboral portugués está siendo más contenido por el momento, gracias al ajuste temporal del empleo y al teletrabajo.
- La COVID-19 ha provocado cambios sustanciales en el mercado laboral portugués: trabajadores que nunca habían teletrabajado han empezado a hacerlo, otros han visto cómo sus contratos laborales quedaban temporalmente en suspenso y otros han perdido el empleo.
- Sin embargo, mientras que la caída de la actividad ha sido inusitadamente fuerte, el impacto sobre el mercado laboral es, por el momento, más contenido. Ello se debe a los programas de ajuste temporal del empleo y al teletrabajo, que seguirán siendo clave para contener el incremento del desempleo.
Al principio del año poco imaginábamos que un virus desconocido nos obligaría a confinarnos y que algunos sectores de la economía tendrían que cerrar para evitar el contagio. Sin embargo, la Comisión Europea estima que casi el 11% del empleo en Portugal está en sectores que la COVID-19 obligó a cerrar de manera prácticamente total, una cifra parecida a la del conjunto de la UE (10%) aunque menor que la de países como Malta, España o Grecia.1 Además, se estima que cerca del 50% de los trabajadores portugueses ejercen actividades con riesgo de contagio de la COVID-19 porque requieren proximidad física con los compañeros de trabajo o interacción con el público.2
¿Cómo evolucionó el mercado laboral en Portugal a causa de la pandemia? La población empleada disminuyó un 3,8% interanual en el 2T (–185.500 personas), pero la tasa de paro se redujo hasta el 5,6%. Aunque la reducción del desempleo es sorprendente, hay que tener presente que algunos indicadores tradicionales no son adecuados en el contexto actual: en primer lugar, las medidas de confinamiento dificultaron la obtención de datos estadísticos, y, en segundo lugar, las restricciones a la actividad impedían a las personas sin empleo buscar trabajo o estar inmediatamente disponibles para trabajar, por lo que formalmente no se consideraban desempleados. En cambio, si nos fijamos en la tasa de subutilización del trabajo,3 esta aumentó hasta el 14,0% en el 2T (12,9% en el 1T), empujada principalmente por el aumento de las personas que no han buscado empleo activamente. Al mismo tiempo, el paro registrado en las oficinas de empleo aumentó hasta un máximo de 409.000 personas en mayo (+29,6% respecto a febrero).4
A pesar de que estos números son obviamente preocupantes, también denotan un impacto de la pandemia en el mercado laboral inferior al sufrido por la actividad económica. Ello se debe, principalmente, a dos factores: los programas de ajuste temporal del empleo y el teletrabajo.
- 1. Datos de 15,7%, 14,2% y 13,0% para Malta, España y Grecia, respectivamente. Véase Comisión Europea (2020). «The impact of COVID confinement measures on EU labour market».
- 2. Este porcentaje va desde un 39,3% en Luxemburgo a un 55,9% en España. Ver OCDE (2020). «Employment Outlook 2020».
- 3. Incluye población parada, personas que trabajan involuntariamente a tiempo parcial, inactivos en búsqueda de empleo pero no disponibles para trabajar e inactivos disponibles pero que no buscan empleo.
- 4. Las últimas cifras son algo menores y en julio el incremento (respecto a febrero) era de 407.302 (+29,1%).
El principal instrumento para mitigar el impacto negativo de la COVID-19 en el mercado laboral han sido los programas de ajuste temporal del empleo (reducción temporal del horario laboral o suspensión temporal de los contratos), un esquema utilizado en toda Europa (a finales de abril, se estima que se habían solicitado estos ajustes para un 27% de los trabajadores de la UE). Portugal no ha sido una excepción y, además, recibirá cerca de 6.000 millones de euros del programa SURE de la UE para ayudar a cubrir los costes de los programas de ajuste temporal del empleo implementados.
En Portugal, más de 880.000 personas se encontraban en régimen de ajuste temporal del empleo a principios de julio (casi el 19% de la población empleada).5 Ello ha sido clave para evitar que el colapso del PIB desencadenara un fuerte incremento del desempleo: estimamos que, en ausencia de estas medidas, la tasa de paro se hubiera situado alrededor del 22% (frente al 5,6% registrado en el 2T). Debido a estos esquemas, el impacto de la COVID-19 en el mercado laboral se visibiliza de forma más precisa en la reducción del total de horas trabajadas en Portugal (–26,1% interanual en el 2T).6
Por sector, aunque no se han publicado cifras oficiales, estimamos7 que más de la mitad de los trabajadores en programas de ajuste temporal pertenecen a la industria manufacturera, el comercio y la reparación de vehículos, y el alojamiento y la restauración. En el sector del alojamiento y la restauración, más de la mitad de los trabajadores habrían estado bajo estos programas a principios de julio. Por otro lado, casi el 25% de los empleados en la industria manufacturera y en el comercio y la reparación de vehículos también se hallaban bajo un ajuste temporal del empleo.
- 5. Incluye a trabajadores bajo el esquema tradicional y el nuevo esquema simplificado, según la información proporcionada por el Gobierno de Portugal y la Seguridad Social. El ajuste simplificado se creó específicamente para hacer frente a la pandemia. Las empresas pueden recurrir a él para reducir temporalmente las horas de trabajo o suspender el contrato de trabajo, de forma que el empleado recibe dos tercios de la remuneración. Este régimen se aplica a las empresas que habían cerrado total o parcialmente debido al estado de alarma, por interrupción de las cadenas de suministro globales o la cancelación de pedidos, o que habían sufrido una reducción de la facturación de por lo menos el 40% en los 30 días anteriores a la solicitud, respecto a la media mensual registrada en los dos meses anteriores o respecto al periodo interanual.
- 6. En sustitución del programa de ajuste temporal del empleo simplificado, las empresas con una caída de la facturación igual o superior al 40% y que utilizaban estos esquemas podrán apuntarse a un programa de apoyo a la recuperación progresiva de la actividad hasta diciembre. Este otro mecanismo permite la reducción del horario habitual de trabajo, de modo que la empresa solo pagará por las horas realmente trabajadas y la Seguridad Social apoyará a los trabajadores con la remuneración del 70% de las horas no trabajadas.
- 7. Los datos del Gabinete de Estrategia y Planificación (GEP) incluyen al universo total de trabajadores de las empresas que han implementado programas de ajuste temporal del empleo (en vez del número concreto de trabajadores que las empresas han situado bajo estos programas). Sin embargo, se estima que el número de trabajadores bajo programas de ajuste temporal corresponde a alrededor del 60% de las cifras publicadas por el GEP.
Otra de las soluciones para mantener la actividad de las empresas ha sido el teletrabajo. En un país donde, antes de la pandemia, el 15,5% de las personas empleadas habían teletrabajado habitualmente u ocasionalmente,8 se estima que, a principios de abril, el 38,3% de los empleados portugueses empezó a trabajar desde casa como consecuencia de la crisis sanitaria, una cifra superior a lo registrado, por ejemplo, en Alemania (36,9%) o Francia (37,2%).9 En el mismo sentido, se estima que más de un millón de empleados ha ejercido su profesión siempre o casi siempre desde casa en el 2T, lo que equivale al 23,1% de la población empleada.10 Estas son cifras significativas: algunas estimaciones sitúan el potencial de teletrabajo11 de Portugal alrededor del 30%.12
Una buena manera de ver cómo el teletrabajo ayuda a mitigar el impacto de la COVID-19 consiste en comparar el potencial de teletrabajo de los distintos sectores económicos con el desempeño que ha exhibido su actividad en los últimos meses. Como muestra el primer gráfico, un mayor potencial de teletrabajo atenúa el efecto negativo de la COVID-19: los sectores que sufrieron una mayor caída de la actividad en el 2T son, en general, los que tienen un menor potencial de teletrabajo.
- 8. Datos del EU Labor Force Survey 2019. Es una cifra cercana a la media de la UE (16,1%) pero inferior a los países líderes en teletrabajo, como Suecia (37,2%) o los Países Bajos (37,1%).
- 9. Véase «Work, teleworking and COVID-19» (https://www.eurofound.europa.eu/data/covid-19/working-teleworking)
- 10. Datos del INE de Portugal.
- 11. Para más detalles sobre el potencial del teletrabajo, véase el Focus “La COVID-19 da un empujón al teletrabajo” en el IM06/2020.
- 12. Véase Martins, Pedro S. (2020). «O potencial do teletrabalho em Portugal». Este estudio recurre a los datos de las Plantillas de Personal y excluye a trabajadores por cuenta propia, funcionarios públicos, parados e inactivos. Realiza un análisis de las 200 profesiones de la Clasificación Portuguesa de Profesiones del INE. Dingel, I. y Neiman, B. (2020). «How many jobs can be done at home» (http://www.nber.org/papers/w26948), lo sitúan en el 33,2%.
¿Qué puede suceder en los próximos meses en el mercado laboral? En julio, el paro registrado aumentó un 0,2% respecto al mes anterior, después de haber caído levemente en junio (–0,6% intertrimestral), y sigue afectando a unas 407.000 personas. Sin embargo, este incremento puede estar limitado por la imposibilidad de despido en el caso de las empresas que recurrieron a programas de ajuste temporal del empleo,13 por lo que el desempleo podría aumentar más en unos meses. De forma análoga, y según indica la última encuesta del INE de Portugal sobre la confianza de los consumidores (véase el segundo gráfico), las perspectivas para la evolución del desempleo en los próximos 12 meses son desfavorables.
A su vez, el teletrabajo ha llegado para quedarse, y se espera que muchas empresas apliquen un régimen de trabajo mixto. Algunas ya han señalado que mantendrán el teletrabajo y gran parte de los portugueses que han teletrabajado están satisfechos con la posibilidad de hacerlo.14 Asimismo, y a pesar de la probable destrucción de empleos generada por la COVID-19, la transformación digital que está forzando y los retos a los que las empresas se enfrentan en este momento deberán contribuir a un aumento de la contratación de nuevos profesionales, como especialistas en TIC.
Con todo, y a pesar de los esfuerzos para salvaguardar los empleos, a corto plazo la incertidumbre que genera la pandemia y la recuperación incompleta de la actividad probablemente empeorarán las cifras de paro en los próximos meses, especialmente dado el fuerte peso del turismo.