Persiste la resiliencia de la economía portuguesa
![IM03](/sites/default/files/styles/destacado/public/content/image/2024/03/13/34454/ico_im_03_24_pt.jpg?h=6bd4300a&itok=gnsSZfqi)
La demanda interna contribuyó con 1,4 p. p. al crecimiento del PIB, respaldada principalmente por el avance del consumo privado, que aumentó un 1,6%, impulsado por la recuperación del gasto en bienes duraderos. También destacó el significativo avance de la inversión, que creció un 2,4%, especialmente en material de transporte. Por su parte, la demanda externa aportó 0,9 p. p. al crecimiento, gracias al dinamismo de las exportaciones, que crecieron un 4,2% (2 puntos más que las importaciones), en especial las de servicios, +10,6%, gracias al tirón del turismo.
El resultado de 2023 y la expectativa de un 2024 que evolucione de menos a más, dado el esperado giro de la política monetaria del BCE, nos lleva a recortar 2 décimas, hasta el 1,6%, nuestra previsión de crecimiento del PIB para 2024. Los primeros indicadores conocidos referentes ya en 2024 apuntan a un crecimiento más moderado en el 1T: el indicador diario de actividad crece a un ritmo medio del 5,1% en enero-febrero (5,5% en el 4T 2023).
![Portugal: PIB y componentes de la demanda](/sites/default/files/styles/container_1400/public/content/image/2024/03/06/34454/im03_24_ep_01_es.jpg?itok=1Mll8ccI)
Tras el repunte de la inflación en enero hasta el 2,3%, en febrero volvió a retomar la senda descendente y la inflación general bajó hasta el 2,1%, y la subyacente hasta el 2,2%. En términos mensuales, el aumento de los precios fue muy modesto (menos de 1 décima), lo que refuerza nuestra idea de que la caída de la inflación se producirá de forma gradual a lo largo del año.
![Portugal: IPC](/sites/default/files/styles/container_1400/public/content/image/2024/03/06/34454/im03_24_ep_02_es.jpg?itok=CQa1zD-H)
En 2023, el empleo volvió a crecer, por tercer año, a un ritmo alrededor del 2%, y con el volumen de ocupados más alto desde 2008; más de la mitad del empleo creado se concentró en construcción y hostelería. Sin embargo, la tasa de desempleo aumentó ligeramente, del 6,2% al 6,5%, reflejando la pérdida de fuerza del mercado laboral para absorber el notable crecimiento de la población activa (en 2023, aumentó un 2,4%, casi 125.000 personas). A lo largo de 2024, el empleo seguirá creciendo, pero a un ritmo algo más modesto; la desaceleración de la actividad, la incertidumbre que aún prevalece y los costes aún elevados frenarán el ritmo de contratación por parte de las empresas.
El turismo arranca en 2024 con 1,5 millones de visitantes y 3,5 millones de pernoctaciones en enero, lo que supone, en términos interanuales, un aumento del 1,8% y un descenso del 0,1%, respectivamente. No obstante, este último dato se explica por el debilitamiento del turismo residente: respecto a enero de 2023, los turistas residentes cayeron un 1% y las pernoctaciones de residentes, un 2,6%; con una caída muy significativa de las pernoctaciones en la Gran Lisboa (–11%) y Madeira (–17%). Para 2024, esperamos un nuevo crecimiento del sector, pero más contenido.
![Principales convocatorias NGEU resueltas por el Estado en 2021-2023](/sites/default/files/styles/container_1400/public/content/image/2024/03/11/34454/im03_24_f9_03_es.jpg?itok=g8iZCykA)
La balanza por cuenta corriente cerró 2023 con un superávit del 1,4% del PIB, el primer saldo positivo en cuatro años (déficit del 1,1% en 2022). Los principales responsables de esta mejora fueron la balanza energética, cuyo déficit se redujo 2,1 p. p. hasta el 2,7%, y los superávits de servicios, tanto turismo (+7,1%, +7 décimas) como el resto de servicios (+3,5%, +9 décimas). Solo la balanza de bienes no energéticos empeoró, con un déficit del 6,7% del PIB (–6,1% en 2022).