La industria agroalimentaria española: estructura empresarial y productividad

El agroalimentario es el principal sector de la industria española. Es un sector con un fuerte arraigo en el territorio, que genera empleo estable y que está muy abierto al exterior. También se caracteriza por contar con una estructura empresarial muy atomizada, dominada por empresas pequeñas y con unas empresas grandes menos productivas que sus homólogas europeas. Aumentar el tamaño empresarial e impulsar la productividad de las empresas de mayor tamaño, a través de la inversión en I+D y la adopción de las nuevas tecnologías, ayudaría a incrementar la competitividad de un sector clave para la economía y el conjunto de la sociedad.

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4 de octubre de 2019
Situacion sector agroalimentario español

La industria agroalimentaria1 contribuye de forma significativa a la actividad económica, tal y como avalan las principales cifras del sector: aporta un 2,9% del valor añadido bruto (VAB) del conjunto de la economía y un 20,3% del VAB del sector manufacturero, lo que la sitúa como el primer sector industrial de la economía española. Es el cuarto país que más contribuye a la producción de alimentos y bebidas a nivel europeo (10,5% del VAB de la industria de la alimentación y bebidas de la UE), después de Alemania, Francia y el Reino Unido, y superando a países como Italia y los Países Bajos2.

Asimismo, el empleo en la industria agroalimentaria ha crecido ininterrumpidamente en los últimos seis años, sumando 80.000 personas más desde el 2T 2013, hasta alcanzar los 519.600 ocupados en el 2T 2019, lo que representa alrededor del 19% de la ocupación manufacturera. Con unas exportaciones de productos agroalimentarios de más de 31.000 millones de euros, contribuye a mejorar la balanza comercial española gracias a un saldo comercial positivo equivalente al 0,6% del PIB (datos acumulados de 12 meses a junio de 2019).

  • 1. La industria agroalimentaria es un subsector de la industria manufacturera y comprende la industria de la alimentación (CNAE C10), la fabricación de bebidas (CNAE C11) y la industria del tabaco (CNAE C12). Además de alimentos aptos para el consumo humano, también incluye la producción de alimentos para animales y la producción de varios productos intermedios que no son directamente alimentos o productos alimenticios (por ejemplo, pieles).
  • 2. Datos de Eurostat (contabilidad nacional) de 2017, último año disponible.
Principal sector industrial español

El agroalimentario es el primer sector industrial de la economía española. Además, España es el cuarto país que más contribuye a la producción de alimentos y bebidas en la Unión Europea

Principales cifras de la industria agroalimentaria en España

Principales cifras de la industria agroalimentaria en España
Nota: VAB indica valor añadido bruto. Los datos del VAB provienen de Eurostat (contabilidad nacional de 2017), número de empresas del DIRCE (2018), empleo según EPA (2T 2019), comercio exterior según Datacomex.

El sector, además, genera riqueza no únicamente a través de su propia actividad, sino que también beneficia de forma indirecta al resto de la economía gracias a su interrelación y capacidad de arrastre sobre otros sectores. Estos efectos indirectos se originan mediante la actividad económica inducida por las compras de la industria agroalimentaria a sus proveedores. Con la finalidad de satisfacer esta demanda, los proveedores, a su vez, incrementan las compras a sus propios proveedores, los cuales también generan valor añadido. Para computar el efecto indirecto (o efecto arrastre) se usan las denominadas tablas input-output de la economía española estimadas por el INE (las más recientes son para 2015). De este modo, se obtiene que, por cada 100 euros de valor añadido originados de forma directa por la industria agroalimentaria, el conjunto de la economía genera indirectamente 153 euros adicionales, el «multiplicador» más elevado entre las ramas industriales. Lógicamente, los productos de la agricultura, ganadería y caza son los principales proveedores del sector, seguidos de los servicios de comercio al por mayor y los proveedores de energía, pero también se benefician otros sectores aparentemente menos ligados a la industria agroalimentaria, como los servicios jurídicos y contables, o los productos químicos. De esta manera, la contribución directa e indirecta de la industria agroalimentaria equivale al 7,3% del VAB total de la economía.

Gran contribuidor a la economía estatal

La contribución de la industria agroalimentaria a la economía española es muy elevada, sobre todo cuando se tienen en cuenta los efectos indirectos: por cada 100 euros de valor añadido originados de forma directa por la industria agroalimentaria, el conjunto de la economía genera indirectamente 153 euros adicionales

La industria agroalimentaria cuenta con un fuerte arraigo en el territorio, puesto que suele localizarse cerca de las explotaciones agrícolas proveedoras de la materia prima que luego es transformada en productos alimentarios elaborados. De este modo, el sector emplea fuerza laboral local, contribuyendo al desarrollo de las zonas rurales y a la cohesión social.

Asimismo, es importante destacar que el sector genera un empleo relativamente estable a lo largo del ciclo económico, especialmente cuando lo comparamos con otros sectores. En efecto, si observamos la evolución del empleo y el VAB en términos reales durante el periodo recesivo más reciente (entre 2007 y 2014) en relación con el sector manufacturero total, observamos que la caída anual del VAB real fue similar, pero, en cambio, la destrucción de empleo fue considerablemente menor en la industria agroalimentaria. Este fenómeno se observa también a nivel europeo, aunque el retroceso del empleo fue menos acentuado en este caso.

El empleo en la industria agroalimentaria es más estable
Variación anualizada del VAB real y del empleo entre 2007 y 2014 (%)

Cifras de empleo en la industria agroalimentaria
Fuente: CaixaBank Research, a partir de datos de Eurostat.
Vertebrador del territorio y cohesionador social

El sector agroalimentario tiene un fuerte arraigo en el territorio, emplea fuerza laboral local (con lo que contribuye al desarrollo de las zonas rurales y a la cohesión social) y genera un empleo más estable a lo largo del ciclo económico

La composición del sector agroalimentario

Si analizamos la composición del sector agroalimentario, formado por el sector primario y la industria agroalimentaria, observamos que el componente industrial ha ido ganando peso y ha pasado del 37,2% en el año 2000 al 49,2% en 2017. De hecho, es de los países de la UE en los que el componente industrial ha ido cobrando más importancia, muestra del notable crecimiento y desarrollo de la industria agroalimentaria en las dos últimas décadas. No obstante, el peso de la industria en el conjunto del sector agroalimentario sigue siendo inferior al promedio de la UE (56%) y al de las economías con un sector más industrializado, como Bélgica, Irlanda, el Reino Unido o Alemania. En este sentido, sería conveniente ahondar en una estrategia que redunde más en la transformación de los productos agrarios antes de ser vendidos en el mercado interno o ser destinados a la exportación, para así aportar más valor añadido y diferenciación de los productos españoles en los mercados internacionales.

¿Qué países europeos tienen el sector agroalimentario más industrializado?
Composición del sector agroalimentario en términos de VAB (%)

¿Qué países europeos tienen el sector agroalimentario más industrializado?
Nota: (*) Datos de 2016, datos de 2017 para el resto de países. Fuente: CaixaBank Research, a partir de datos de Eurostat (contabilidad nacional).
Mirando al futuro

Una estrategia de negocio orientada a la transformación de los productos agrarios aportaría más valor añadido y más diferenciación en los mercados internacionales

Tamaño de las empresas y subsectores

Por otra parte, la industria agroalimentaria presenta una estructura empresarial muy atomizada. De las 31.393 empresas que componen el sector, casi el 80% son microempresas con menos de 10 empleados, mientras que las empresas con más de 250 empleados no llegan al 1% del total. No obstante, las empresas grandes aportan el 42% del VAB de la industria agroalimentaria y emplean un 32% de los ocupados. El tamaño empresarial importa porque está directamente relacionado con la productividad de las empresas3.

Los datos de Eurostat sobre la productividad por sector de actividad y tamaño empresarial revelan los siguientes resultados:

  1. Las empresas alimentarias4 presentan una productividad inferior a la del conjunto del sector manufacturero (–18,5%).
  2. Las empresas alimentarias grandes son 2,4 veces más productivas que las microempresas y 1,6 veces más productivas que las de tamaño medio. Este patrón de incremento de la productividad con el tamaño empresarial se observa también en el sector manufacturero y en el conjunto de la UE.
  3. La productividad de la industria alimentaria española es similar a la del conjunto de la UE. Sin embargo, existen diferencias importantes según el tamaño empresarial. Por un lado, las pymes españolas (hasta 250 empleados) son más productivas que sus homólogas europeas, un dato significativo puesto que, para el conjunto del sector manufacturero, las pymes españolas son menos productivas que las europeas. Por otro lado, las empresas alimentarias grandes son menos productivas en España que en el conjunto de la UE, un hecho que también se observa en la industria manufacturera.
  • 3. Productividad aparente del trabajo calculada como el cociente del valor añadido bruto y el número de empleados. Datos de 2016, último año disponible.
  • 4. El análisis de la productividad por tamaño empresarial se realiza para la industria de la alimentación (78% de la industria agroalimentaria).

Las empresas pequeñas dominan la industria agroalimentaria, pero las grandes emplean a más personas y aportan más valor añadido

Las empresas pequeñas dominan la industria agroalimentaria, pero las grandes emplean a más personas y aportan más valor añadido
Nota: Se define el tamaño de empresa según el número de asalariados: micro (menos de 10), pequeña (de 10 a 49), mediana (de 50 a 249) y grande (más de 250). Fuente: CaixaBank Research, a partir de datos del INE (encuestra industrial de 2017).

Productividad de las empresas según su tamaño en España y la UE
Valor añadido bruto por empleado (miles de euros)

Empleados sector agroalimentario
Fuente: CaixaBank Research, a partir de datos de Eurostat (Small Business Statistics, 2016).

La industria agroalimentaria está formada por diferentes subsectores muy heterogéneos entre sí en términos de número de empresas, valor añadido, empleo y productividad. La industria cárnica y la fabricación de bebidas se sitúan a la cabeza en cuanto al valor añadido, mientras que la fabricación de productos de panadería y pastas alimenticias destaca por el elevado número de empresas y empleados. De hecho, la elevada intensidad en el uso de mano de obra de este subsector se refleja en una baja productividad laboral (un 32% por debajo del promedio de la industria agroalimentaria). Al otro lado del espectro, encontramos la industria del tabaco, la de bebidas y la fabricación de productos para la alimentación animal como los subsectores con la productividad más alta.

Subsectores de la industria agroalimentaria

Subsectores de la industria agroalimentaria
Nota: (*) Productividad laboral calculada como el valor añadido bruto entre el número de ocupados en cada subsector. Fuente: CaixaBank Research, a partir de datos del INE (DIRCE 2018 y encuestra industrial de 2017).

En esta tesitura, es necesario impulsar una estrategia para el sector que favorezca el crecimiento de las pymes e impulse el aumento de la productividad de las empresas de mayor tamaño para así cerrar la brecha de productividad respecto a sus homólogas europeas.

La innovación, la digitalización y la adopción de las nuevas tecnologías se erigen como las claves del futuro de la industria agroalimentaria5, especialmente en un contexto en el que el sector cada vez se enfrenta a mayores desafíos, relacionados con la gestión eficiente de la energía y los recursos naturales, así como con la adaptación a los nuevos patrones nutricionales de los consumidores.

  • 5. En este sentido, los datos de inversión en I+D del sector son poco alentadores. Según la encuesta sobre la innovación en las empresas del INE, la intensidad innovadora de la industria agroalimentaria es de 0,57 frente al 0,89 del total de las empresas y el 1,23 de la industria.
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