España está camino de batir una nueva marca histórica en el número de turistas internacionales que recibe al año, superando con creces los casi 65 millones con los que cerró 2014. El país se ha establecido como uno de los destinos turísticos favoritos del mundo: el año pasado ocupó la tercera posición en afluencia de visitantes extranjeros, por detrás de Francia y de EE. UU., y la segunda en ingresos, superado solo por EE. UU.
La buena marcha del sector turístico a nivel mundial durante los años de crisis ha supuesto un apoyo significativo para aquellos países que, como España, comparten un importante peso del sector.1 Según un reciente informe sobre competitividad turística elaborado por el Foro Económico Mundial, las cifras de pasajeros aéreos, ocupación hotelera y visitantes internacionales han recuperado rápidamente las tendencias previas a la crisis global.2 El sector turístico español, además, se ha beneficiado de la difícil situación que atraviesan algunos países del norte de África y Oriente Próximo.
Concretamente, el sector turístico ha sido uno de los pocos que no solo no ha destruido empleo, sino que lo ha creado. Así, entre junio de 2006 y junio de 2015, el número de trabajadores del sector aumentó un 15% (pasaron de 1,9 a 2,2 millones), unas magnitudes que contrastan con la caída superior al 8% que sufrió el total de ocupados a nivel nacional. Y si bien es cierto que la calidad del empleo que se crea en la industria turística suele ser inferior al promedio nacional, tal y como apuntan la inferioridad de los salarios (un 16% por debajo del promedio) y la mayor temporalidad de los puestos de trabajo (de un 33% frente al 23% nacional), ligada a la todavía alta estacionalidad del turismo que recibe el país, su capacidad de resistencia ante los embates de la crisis es un elemento que juega a su favor.
Sin duda, la buena marcha del sector turístico español tiene mucho que ver con su grado de competitividad. En la actualidad, España se sitúa a la cabeza del ranking de competitividad turística y de viajes, según el informe bienal que también elabora el Foro Económico Mundial. Dicho ranking se basa en los factores y las políticas que favorecen el desarrollo y el éxito del sector turístico de cada país, y se estructura en cuatro índices que, a su vez, abarcan distintos pilares (14 en total). Entre ellos, España destaca en los recursos culturales y naturales, así como en la mayoría de infraestructuras relacionadas con el sector turístico. Por el contrario, se sitúa por debajo del promedio de Europa en el entorno de los negocios. Un bastión que, además, no ha tenido visos de poder conquistarse en los últimos años:3 mientras que España se situaba en 2008 en la posición 56, en el informe de 2015 cayó hasta la posición 100 de un total de 141.4 De la misma manera, la relación competitividad-precio del sector, pese a encontrarse en la media europea, no ha mejorado en estos años con respecto al total de países analizados. Un fenómeno que puede sorprender, habida cuenta de la contención salarial y de los moderados avances de los precios españoles en este tiempo. Aunque el retroceso en este pilar se explica por la incorporación en el informe de países altamente competitivos en cuanto a precios se refiere, y no tanto a un estancamiento de España en este ámbito, señala la necesidad de seguir una política que mantenga la competitividad del sector.
Así pues, la relevancia del sector turístico en la economía española, su resistencia y su enorme potencial, más allá incluso de su atractivo en términos de historia, cultura y parajes naturales, invitan a reflexionar y a actuar sobre las vías de mejora de la competitividad del sector. Potenciar una oferta turística menos estacional fomentando, por ejemplo, la esfera de los negocios o la gastronómica, podría dar un impulso a la industria turística al mismo tiempo que ayudaría a reducir la elevada temporalidad del mercado laboral.
1. En España, el sector turístico representa en torno al 11% del PIB y al 12% en términos de empleo, ligeramente por encima del promedio mundial (10% del PIB y 9% del empleo).
2. World Economic Forum, Travel and Tourism Competitiveness Report (2015).
3. Desde 2007, año en que empezó a elaborarse el índice de competitividad turística y de viajes.
4. Aunque en 2015 ha habido un cambio metodológico en la elaboración de los pilares y el número de países ha incrementado, la caída de casi 50 posiciones por parte de España señala un ámbito en el que se debe mejorar.