La economía portuguesa resistió en el 3T 2022
Sin embargo, los indicadores más recientes sugieren que en el 4T la economía lusa podría retroceder. Así, tanto las ventas de coches como las transacciones en cajeros automáticos disminuyeron en septiembre. Ya en octubre, la confianza de los consumidores cayó a un nivel cercano al registrado en la peor fase de la pandemia, lo que reflejó el empeoramiento de perspectivas. En la misma línea, los indicadores de confianza de todos los sectores muestran un debilitamiento del sentimiento en octubre y unas perspectivas menos positivas para la actividad en los próximos meses. La incorporación de esta información a nuestras previsiones nos lleva a esperar una contracción intertrimestral del PIB en el 4T 2022, si bien tras el buen dato del 3T mantenemos nuestra previsión de crecimiento del 6,3% para el conjunto de 2022.
Los datos de avance de octubre apuntan a un alza de la inflación hasta el 10,2%, desde el 9,3% de septiembre. Los alimentos no elaborados (suben en el mes un 1,7%) y, sobre todo, el componente energético (6,7% mensual) siguen impulsando los precios. En el ámbito de la energía, buena parte de la subida se explica por la revisión de las tarifas y precios regulados del mercado de la electricidad y el gas natural, que entró en vigor en octubre. En conjunto, nuestra previsión de una inflación media del 7,9% en 2022 sigue siendo equilibrada, pero con riesgos al alza.
El paro registrado en las oficinas de empleo volvió a subir por segundo mes consecutivo en septiembre. En concreto, aumentó un 1,6% en el mes, alcanzando los 287.240 parados. No obstante, la cifra sigue siendo muy inferior a la registrada antes de la pandemia (–4,7%, es decir, –14.000 desempleados), pero puede señalar un cambio de trayectoria en el mercado de trabajo. Este aumento se explica en gran medida por el sector de la Administración pública, la educación, la sanidad y las actividades de apoyo social (+1.887 parados).
Los datos de precios de vivienda medidos por el IPH del INE del 2T 2022 junto con los del índice de precios residenciales del Confidencial Imobiliário siguen señalando notables avances. Sin embargo, las perspectivas para el próximo año no son tan optimistas: la subida de los tipos de interés encarece la financiación, y las expectativas de los agentes en cuanto a precios y número de transacciones están a punto de entrar en terreno negativo. Ya se observa una fuerte desaceleración en los volúmenes de contratación de hipotecas. La erosión de la renta disponible de los hogares derivada de la inflación y el creciente peso de las cargas financieras limitarán la demanda y esto se irá reflejando en los precios.