Colombia: en posiciones avanzadas en América Latina
De acuerdo con nuestras previsiones, la economía colombiana crecerá en 2014-2015 un 4,8% de promedio anual. Se trata de una cifra elevada que la acerca a las tasas de avance del PIB de los emergentes más dinámicos y que la aleja de una América Latina que, aun prosperando, ha perdido lustre. Así, siempre en ese mismo periodo, mientras que Asia emergente crecerá un 6,5%, América Latina lo hará un 2,4%. Las brillantes perspectivas de Colombia no dejan de ser paradójicas si tomamos en consideración que está sufriendo un shock negativo importante: la caída de un 25% desde julio del precio del petróleo de calidad Brent, producto que representa aproximadamente el 70% de sus exportaciones.
Esta incongruencia aparente se explica por varios factores. Aunque Colombia se encuentra entre los 20 mayores productores de petróleo mundiales, al tratarse de una economía solo moderadamente abierta, la importancia del petróleo en términos de crecimiento es moderada.1 En un reciente informe del FMI, en el cual se analiza el impacto en América Latina de diferentes hipótesis de caída de los precios de las materias primas, se constata que Colombia pertenece al grupo de países de la región cuyo crecimiento se vería menos afectado por un eventual desplome. Así, si los precios de las materias primas cayesen un 10% en un año determinado, su PIB se reduciría en 0,4 p. p. en los tres años siguientes, mientras que en casos como el del Perú, la misma caída de los precios de las materias primas comportaría un descenso de 1,5 puntos.
Además, para hacer frente a este impacto del petróleo, Colombia se beneficiará en el futuro próximo de un entorno internacional razonablemente propicio y, especialmente, del buen comportamiento de la demanda interna. En ese sentido, cabe mencionar que en los años 2012-2013 y el primer semestre de 2014, los dos componentes fundamentales de la demanda interna, el consumo público y la inversión, han crecido un 4,5% y un 7,3% en promedio anual, respectivamente.
Se trata de un crecimiento robusto que está reflejando, en el ámbito interno, el efecto positivo de distintos factores de carácter estructural. Un primer elemento que refuerza las buenas perspectivas de la demanda interna colombiana es la demografía, ya que se prevé un crecimiento medio anual de la población del 1,0% en la próxima década. Un segundo aspecto destacable es que Colombia se ha mantenido como uno de los países de América Latina con mayores progresos reformistas. Así, por ejemplo, la reforma petrolera colombiana de 2003 ha sido, en ciertos aspectos, el modelo de la reforma mexicana de 2013.2 Pero más allá de esta reforma tan emblemática, cabe destacar el importante esfuerzo para mejorar el marco legal para hacer negocios (en un proceso de reforma prácticamente continuado durante la última década), la reforma fiscal de 2011 (que precisamente reduce la dependencia de los ingresos fiscales del petróleo) o la reforma tributaria de 2012. Un tercer factor positivo es la existencia de escasos desequilibrios macroeconómicos, con una holgada posición fiscal del país (en 2014 el déficit público se situará en la zona del 1,5% del PIB y la deuda pública, en el 34% del PIB, y la tendencia es de mejoría a medida que avance el periodo 2014-2016) y una inflación controlada, que se moverá en la zona del 3% entre 2014 y 2016.
Todo ello, junto con las reformas institucionales de décadas anteriores (especialmente relevante es la que reforzó la independencia del banco central), ha permitido que Colombia disponga de un marco económico de calidad institucional superior al de muchos países de América Latina. Un último factor que apoya el mejor tono de la actividad interna es la lenta, pero apreciable, senda de pacificación del país. En definitiva, Colombia presenta una de las perspectivas a corto y largo plazo más favorables de América Latina.
1. Menos del 20% de los ingresos públicos provienen del petróleo y del gas (frente al 54% promedio del grupo de los 16 principales exportadores de petróleo y gas). Asimismo, las exportaciones netas de petróleo y gas de Colombia no llegan al 10% del PIB (la media del conjunto de los 16 principales exportadores de petróleo y gas es del 26%).
2. La reforma incluyó la creación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (independiente y con amplios poderes regulatorios), un tratamiento favorable de royalties y fiscalidad, incentivos y permisos para empresas extractoras internacionales y la modernización de ECOPETROL, la compañía estatal de petróleos.