La fidelización del turismo y el cambio climático
Los turistas que repiten visita gastan más por día y tienen estancias más largas, lo que los convierte en cruciales para el sector turístico. Sin embargo, el cambio climático pone en riesgo su fidelización, tal y como hemos constatado tras analizar los datos de pagos con tarjetas extranjeras de los turistas internacionales que visitaron España en temporada alta en 2022 y 2023.
Los turistas recurrentes son una de las claves del éxito del sector turístico español, pero el cambio climático pone en riesgo su fidelización. En este artículo presentamos un análisis muy novedoso a partir de los datos de pagos con tarjetas extranjeras en TPV de CaixaBank, que nos permite identificar a los turistas internacionales que visitaron España en temporada alta, tanto en 2022 como en 2023. Observamos que los turistas que repiten visita gastan más por día y tienen estancias más largas, lo que los convierte en cruciales para el sector turístico. Sin embargo, comprobamos que la exposición a olas de calor extrema reduce la propensión a regresar, especialmente entre los británicos y los estadounidenses. La inversión para adaptarse al cambio climático y el fomento de la sostenibilidad son esenciales para mantener la fidelidad de los turistas recurrentes y asegurar el éxito continuado del turismo en España.
Aproximadamente el 14% de las tarjetas extranjeras que realizaron pagos en TPV de CaixaBank en verano de 2022 también se observaron un año más tarde. Estos son los turistas que denominamos «recurrentes» o «repetidores», pues visitaron España de forma repetida en los dos últimos veranos. Estos turistas son especialmente importantes debido a que su gasto diario es mayor y sus estancias son más prolongadas, lo que resulta en un gasto total por viaje sustancialmente superior al de los turistas no recurrentes.8 En concreto, los turistas que repitieron visita en verano de 2022 y en el de 2023 gastaron, en promedio, 271,7 euros en verano de 2022 durante una estancia media de 3,9 días. En contraste, los turistas no repetidores gastaron 176 euros en promedio en verano de 2022 y tuvieron una estancia promedio de 2,7 días. El gasto turístico diario de los turistas recurrentes en TPV de CaixaBank fue de 80,2 euros por día, frente a los 76,3 euros diarios de los no recurrentes. Como se puede observar en el mapa de la página siguiente, los turistas recurrentes se concentran en los archipiélagos, el arco mediterráneo y algunas zonas urbanas como Madrid, Zaragoza, Sevilla, Córdoba, Badajoz o Santiago de Compostela.
Es importante destacar que estas estimaciones representan límites inferiores del gasto turístico de los extranjeros, tanto en términos de gasto como de duración de la estancia. Por ejemplo, los turistas también realizan gastos en TPV de otras entidades, un turista puede usar varias tarjetas o cambiar de tarjeta entre un año y el siguiente, y puede haber días en los que estén en España y que no realicen operaciones en los TPV de CaixaBank 9. Por lo tanto, estos datos no deben considerarse estimaciones del gasto total o de la duración completa de los viajes de los turistas internacionales. Sin embargo, son útiles para comparar los dos grupos, ya que se espera que los sesgos de medición sean similares en ambos.
- 8. Consideramos que una tarjeta extranjera (turista internacional) es recurrente si realiza pagos entre julio y agosto de 2022 y en los mismos meses de 2023. Datos de gasto agregados por tarjeta. La estancia de cada tarjeta se define a partir del número de días que se observan transacciones con dicha tarjeta.
- 9. Los datos de pagos en TPV de CaixaBank son muy representativos (cuota de mercado alrededor del 30%).
Una proporción importante de los turistas recurrentes corresponde a personas que residen durante temporadas más o menos largas en España, por ejemplo, porque poseen una segunda residencia o bien se encuentran viviendo en nuestro país de forma temporal por razones diversas, como estudios o trabajo (como los nómadas digitales). Para analizar el comportamiento diferenciado de este grupo de extranjeros, identificamos a aquellas tarjetas que presentan gastos en al menos 30 días en al menos tres meses. Según esta definición, un 3% de las tarjetas extranjeras corresponden a personas cuya estancia en España es por un periodo de tiempo relativamente largo y que denominaremos «extranjeros con una segunda residencia en España», aunque es altamente probable que las realidades que engloba dicha definición sean mucho más variadas.
Observamos que la probabilidad de que un turista regrese en julio y agosto de 2023, tras visitar España en los mismos meses de 2022, se quintuplica para los extranjeros con una segunda residencia en España. En particular, la propensión a repetir es del 51,3% para este grupo en comparación con el 12,8% de los extranjeros con gastos más esporádicos (que consideramos «sin segunda residencia»). Este patrón se observa para todas las nacionalidades analizadas.
Si nos centramos en los turistas que no tienen una segunda residencia, encontramos que alemanes, suecos y franceses son los que presentan una mayor propensión a repetir (alrededor del 15%). En el otro extremo, los estadounidenses sin segunda residencia vuelven en solamente un 6,8% de los casos.
El cambio climático es un desafío clave para el turismo en España, tal y como alertamos en el anterior Informe Sectorial.10 A continuación, analizamos los cambios en la propensión de los turistas a regresar a España cuando han estado expuestos a oleadas de calor extrema. Para ello, recopilamos una base de datos extremadamente detallada de Copernicus de la European Environmental Agency y cruzamos la información climática con los datos de geolocalización de las transacciones con tarjetas extranjeras. Siguiendo la metodología de la World Meteorological Organization, calculamos la diferencia entre la temperatura media en los días de verano de 2022 en el municipio en el que observamos el importe más alto de gasto con una tarjeta y la temperatura promedio entre 1961 y 1990 en los mismos días. Este cálculo se realiza para cada tarjeta y municipio, de modo que tenemos una aproximación de la desviación de la temperatura experimentada por cada turista en verano de 2022 con respecto a la media histórica.
Una vez equipados con esta base de datos de temperaturas por cada tarjeta, estimamos un modelo de regresión no paramétrico que nos permite examinar cómo varía la propensión de los turistas a regresar a España en verano de 2023 según su experiencia térmica en 2022 (en relación con el promedio histórico en los mismos días y localización).
En el siguiente gráfico observamos que la propensión a repetir es aproximadamente del 13% cuando la temperatura experimentada es similar al promedio histórico (una cifra muy similar a la proporción media observada en los datos). El resultado más remarcable es que cuando la temperatura media diaria experimentada por los turistas en relación con el promedio histórico supera los 5 ºC grados, entonces, la propensión de los turistas a repetir su visita se reduce. Cuando se superan los 8 ºC respecto al promedio histórico (ola de calor extrema), la propensión a regresar es netamente inferior que cuando la temperatura experimentada es similar al promedio histórico. También constatamos que, para temperaturas por debajo de la media de 1961-1990, la propensión de los turistas internacionales a regresar disminuye. Esto podría deberse a que los días relativamente fríos están asociados con lluvia u otros factores climáticos adversos, más allá de la temperatura, que pueden contribuir a empeorar la experiencia de los turistas.
- 10. Para un análisis del impacto de las olas de calor sobre el gasto turístico en España, véase el artículo «El impacto del cambio climático en el turismo en España: análisis y perspectivas» publicado en el Informe Sectorial de Turismo del 1S 2024.
Para analizar las diferencias entre nacionalidades ante las olas de calor, nos centramos en el umbral de 8 ºC de desviación de la temperatura experimentada en verano de 2022 respecto al promedio histórico (un 4,4% de los pagos con tarjetas extranjeras se realizaron en municipios que superaban en ocho grados o más la temperatura media entre 1961 y 1990).
En conjunto, la propensión de estos turistas a regresar disminuyó del 14,0% al 12,1%, lo que representa una caída porcentual del 13,8% en la propensión a regresar. Estas caídas son especialmente pronunciadas para turistas del Reino Unido y EE. UU., entre los cuales la propensión a repetir tras experimentar olas de calor extremas cae del 11,2% al 7,4% y del 8,6% al 5,0%, respectivamente. Estas reducciones representan descensos del 34,0% y del 42,5%, respectivamente. En el otro extremo, los turistas más resilientes a las olas de calor extremas son los franceses y los portugueses. Estos muestran caídas más moderadas en la propensión a repetir, del 15,5% al 14,4% en el caso de los franceses y del 15,5% al 14,1% en el de los portugueses, lo que representa caídas del 7,4% y del 8,7%, respectivamente.
Los británicos y los estadounidenses son los menos propensos a repetir su visita a España tras experimentar temperaturas extremas
La vulnerabilidad del turismo internacional ante las olas de calor pone de manifiesto la gran sensibilidad del sector al cambio climático. Esto subraya la importancia de que el sector turístico participe activamente en la lucha contra el cambio climático y aplique medidas de adaptación para mitigar sus efectos negativos. Un factor clave para mitigar estos efectos es la inversión en infraestructuras que garanticen la comodidad de los turistas en escenarios climáticos más extremos. Esto podría incluir la modernización de hoteles con sistemas de climatización eficientes y sostenibles, así como la creación de más espacios sombreados y áreas verdes en las zonas turísticas. La acción para afrontar el desafío del cambio climático también puede ser una oportunidad, dadas las crecientes preferencias de los turistas por la sostenibilidad.