Como la electricidad lo fue en su momento, las tecnologías digitales se erigen como las nuevas tecnologías de utilidad general (GPT, por sus siglas en inglés). Esto es, tecnologías con una enorme capacidad de cambio sobre las sociedades.1 Dado su potencial transformador y la magnitud sin parangón que los países europeos destinarán a la digitalización de la mano de los fondos Next Generation EU (NGEU), es importante analizar el potencial impacto en las principales economías europeas del nuevo gasto digital.
Antes de empezar, hay que señalar que no todos los países se beneficiarán por igual del impulso del NGEU. Los fondos europeos están diseñados para apoyar en mayor cuantía a aquellas economías que más hayan sufrido los efectos de la pandemia. Así, Italia, Portugal y España serán de las más beneficiadas en el reparto, con desembolsos previstos en la esfera digital de entre el 2% y el 3% de su PIB (véase la primera tabla), mientras que Francia y Alemania, países que se benefician en menor medida, recibirán menos del 0,5% de su PIB.
- 1. General Purpose Technologies. Para más detalles, véase el artículo «NGEU: un impulso a la digitalización muy oportuno» en el Dossier del IM03/2021.
El impulso a la digitalización está íntimamente ligado a la inversión en los llamados activos intangibles. En contraposición a los activos de inversión más tradicionales, los activos intangibles carecen de un componente físico. Estamos hablando de inversión en software, bases de datos, formación y, siguiendo la terminología empleada en el primer artículo de este mismo Dossier, know-how. Entre uno y dos tercios de la inversión digital suele ser inversión en intangibles.2 Dada la importancia de este tipo de inversión en el impulso de la economía digital, nos preguntamos, en un primer acercamiento analítico, acerca del impacto del NGEU sobre tal inversión.
Para medir el impacto directo del NGEU sobre la inversión en intangibles, sustraemos de las cantidades previstas en digitalización que se muestran en la primera tabla los montos que corresponden a partidas de inversión en infraestructuras (principalmente, banda ancha y 5G), dado que este tipo de inversión no se clasifica como intangible. A ello le sumamos nuestra estimación del efecto arrastre que las políticas asociadas al NGEU pueden ejercer sobre la inversión privada en intangibles. Este cálculo se realiza a partir de las previsiones de impacto económico del NGEU que ha realizado la Comisión Europea. Asimismo, también computamos el impacto bajo el supuesto de un efecto arrastre mucho menor (la mitad de lo inicialmente estimado).
Los mayores avances se producen en los países que reciben más fondos del NGEU con relación a su tamaño. Italia se emplaza a la cabeza con un incremento del peso de la inversión en intangibles sobre el PIB de entre 0,8 y 0,9 p. p. anuales en 2021-2023, mientras que España y Portugal le siguen de cerca con un incremento en el rango del 0,6 y 0,8.3 Se trata de cifras notables (véase el gráfico): para España, este incremento es casi la mitad del aumento que experimentó en 2013-2015 respecto al periodo 2000-2007; para Portugal, es un incremento muy parecido al que se produjo entre ambos periodos; para Italia, es un aumento muy superior.
- 2. Véase Anderton, R., Jarvis, V., Labhard, V., Petroulakis, F. y Vivian, L. (2020). «Virtually everywhere? Digitalisation and the euro area and EU economies». ECB Occasional Paper (2020244).
- 3. Este cálculo difiere respecto al que se mostró en el artículo «NGEU: un impulso a la digitalización muy oportuno» en el Dossier del IM03/2021. Las diferencias se deben a que, en el presente artículo, el efecto arrastre se calcula en base a estimaciones de la Comisión Europea, mientras que en el anterior artículo se computaron en base a las previsiones del Gobierno.
En un segundo análisis, construimos un escenario de impacto sobre el PIB a corto y largo plazo del gasto digital previsto por los planes de recuperación y resiliencia nacionales de los principales países europeos. Para ello, partimos de las inversiones intangibles digitales contempladas anteriormente, clasificamos dicho gasto según el tipo de inversión digital que detallan los distintos planes y hacemos uso de los multiplicadores fiscales relacionados con la digitalización estimados por el Instituto Alemán para la investigación económica (DIW, por sus siglas en alemán).4 En concreto, el DIW proporciona multiplicadores fiscales a corto y largo plazo para el desarrollo de bases de datos y servicios en la nube para favorecer el uso de la inteligencia artificial, para la digitalización de la industria, para formación del capital humano y para la digitalización del sector sanitario y de las Administraciones públicas. Según este instituto, los impactos más elevados son los asociados a los programas de formación de capital humano en habilidades digitales y, los menores, los asociados a la digitalización del sector público. La última tabla muestra el impacto de los fondos sobre el PIB.
- 4. Las estimaciones incluyen solo el efecto directo de los fondos NGEU y no contemplan los fondos derivados del efecto arrastre. Esto se debe a la dificultad de clasificar estos fondos según los distintos tipos de gasto digital.
Las estimaciones muestran que las inversiones en digitalización pueden tener un impacto sustancial a corto plazo, con incrementos anuales del PIB que oscilan entre el 0,3%-0,6% para Italia, España y Portugal, los países con una mayor recepción de fondos. Asimismo, también se puede observar que, en todos los casos, las inversiones resultan en un impacto positivo a largo plazo sobre el nivel del PIB. Si entramos en las comparativas por país, destaca el caso de Portugal que, pese a destinar una cantidad sustancialmente menor a inversiones en digitalización que Italia (1,8% de su PIB, frente al 2,9% de Italia), obtiene un rendimiento parecido. Ello se debe al mayor peso que dedica Portugal a las inversiones relacionadas con la formación de capital humano.5
En definitiva, los fondos NGEU tienen el potencial de jugar un papel crucial para acelerar el despliegue e implementación de las nuevas tecnologías digitales en la UE e impulsar la recuperación económica. El éxito del NGEU radicará en la efectividad de las propias inversiones, algo que no podremos evaluar hasta pasados unos años.
- 5. Véase el artículo «NGEU: comparativa internacional de las inversiones en nuevas tecnologías de los planes de recuperación», de este mismo Dossier.