NGEU: comparativa internacional de las inversiones en nuevas tecnologías de los planes de recuperación
De camino hacia la Industria 4.0 (caracterizada por la transformación digital en la producción) y tras los primeros desembolsos de los fondos del Next Generation EU, una de cuyas prioridades es la transformación digital, valoramos las propuestas digitales presentadas por los principales países de la UE en sus planes de recuperación.
Antes de valorar los proyectos digitales de los Planes de Recuperación y Resiliencia Nacionales (PRRN), es útil conocer el punto de partida de los distintos países analizados en el ámbito digital. Para ello usamos el indicador sintético DESI (Índice de la Economía y la Sociedad Digitales) publicado por la Comisión Europea y que cuenta con cinco pilares: conectividad, capital humano, uso de servicios de internet, integración de la tecnología digital en las empresas y servicios públicos digitales.
Ninguno de los países que analizamos (Alemania, Francia, Italia, España y Portugal) se sitúa en los primeros puestos del ranking digital de la UE según el DESI (nivel promedio de los cinco pilares), que lo ocupan los países nórdicos, con Finlandia a la cabeza (véase el primer gráfico). Se trata de un rasgo que puede sorprender, toda vez que Alemania y Francia constituyen el motor económico de la Europa continental.
De entre los países que analizamos, España y Alemania son los países con un mayor índice DESI, ligeramente por encima del promedio de la UE, y en un rango intermedio de entre el total de los 28 países de la UE. Ambos países tienen un desarrollo digital parecido en 3 de los 5 componentes del DESI, y difieren en servicios públicos digitales, donde España despunta de forma clara, y en capital humano, donde es Alemania la adelantada del grupo. De hecho, la ventaja educativa en materia digital de Alemania es una clara baza a su favor, puesto que se trata de un componente que suele necesitar tiempo para desarrollarse (véase el segundo gráfico).
Por el contrario, Italia se sitúa claramente por debajo del promedio de la UE y cerca de las últimas posiciones a nivel europeo. Con un claro retraso en todos los pilares del DESI, destaca de forma especialmente negativa en capital humano, donde está a la cola de los 28 países estudiados. Por su parte, Francia y Portugal se sitúan en posiciones rezagadas, pero menos que el caso italiano.
Del anterior análisis se desprende que todos los países necesitan importantes inversiones digitales en la mayoría de las palancas definidas en los objetivos digitales 2030 marcados por la Comisión Europea: infraestructuras, conocimiento o habilidades, empresas y sector público. Lógicamente, estas tienen una evidente traslación en los componentes del DESI. Así, infraestructuras está estrechamente ligado al pilar de conectividad del DESI; conocimiento o habilidades, al de capital humano o formación; empresas, al pilar de integración de la tecnología digital, y sector público, al pilar DESI de servicios públicos digitales.
Empezando por el más rezagado, Italia invertirá, según su PRRN, de forma sustancial en todas las esferas digitales. En concreto, cada una de las cuatro palancas recibirá entre un 18% y un 34% de los cerca de 50.000 millones de euros asignados a digitalización (prioridad a la que dedica el 25% del total de fondos NGEU).1 Se trata de una estrategia necesaria para mejorar sustancialmente en el ámbito digital. No obstante, puede resultar algo escaso el gasto previsto en formación (algo por debajo del 20%), puesto que en este flanco se sitúa en último lugar según el índice DESI (véase el tercer gráfico para una comparativa para cada país entre la distancia del DESI con respecto al país top y las inversiones planeadas).
- 1. Todas las cifras están basadas en los informes que la Comisión Europea ha elaborado para valorar los distintos PRRN enviados. Asimismo, hemos asumido que las inversiones digitales en salud entran en la palanca de servicios públicos.
En la misma línea, España también invertirá entre un 21% y un 32% en cada palanca digital (esta prioridad absorbe el 28% del total de fondos NGEU).2 Y, como en el caso de Italia, también puede parecer insuficiente el gasto asignado a formación o capital humano. En cambio, el porcentaje destinado al sector público es relativamente elevado. Con todo, los PRRN español e italiano prevén una inversión de gran calado en la mejora del uso de tecnologías digitales por parte de las empresas (es donde destinan un mayor porcentaje del gasto en ambos casos). Este es un perímetro que abarca mejoras en el conocimiento tecnológico de los empleados y, en consecuencia, en las habilidades digitales. En realidad, los ámbitos de inversión digital no son estancos, sino que están altamente conectados. Clasificar el gasto de los distintos proyectos presentados en los PRRN es útil para realizar una primera valoración, pero es importante percatarse de que tiene un punto de arbitrariedad, por lo que ahondar en los detalles resulta imprescindible.
Por su parte, Portugal sí planea invertir sustancialmente y de forma directa en la mejora de las habilidades digitales de su población, con cerca del 40% del total de gasto digital en esta palanca (la digitalización en su conjunto absorbe el 22% de los fondos NGEU). De hecho, de los cinco componentes del DESI portugués, el del capital humano es el que ranquea peor en la comparativa europea, por lo que se trata de una buena estrategia en la mejora digital del país. Tal vez, de este primer examen se desprende que Portugal podría aumentar algo la inversión en la mejora digital de sus empresas, y lo podría hacer a expensas de invertir algo menos en la digitalización del sector público, puesto que este se emplaza en una más cómoda situación de partida en términos tanto comparativos como absolutos.
Por último, tenemos Alemania y Francia, con actuaciones muy diferenciadas. Así, sorprende que Alemania haya decidido dedicar un porcentaje muy elevado de los fondos NGEU a la digitalización (un 52%, más del doble de lo exigido por Bruselas), frente a un exiguo 21% por parte de Francia, a pesar de situarse, este último, en una posición claramente desaventajada. Asimismo, según nuestro análisis, Alemania parece alinear adecuadamente las inversiones digitales en aquellos frentes que más lo necesitan: digitalización de las empresas y del sector público. En este último pilar, aunque su distancia con el país líder no parece muy significativa (en puntos), Alemania se encuentra claramente rezagada en relación con el resto de los países de nuestro análisis. Por su parte, el reparto de Francia es más discutible, en especial en el flanco de la conectividad, donde apenas invierte, y en el del sector público, donde parece algo excesivo.
En definitiva, y a grandes rasgos, tanto Italia como España y Portugal plantean proyectos de inversión digitales adecuados a sus necesidades: mayor uso de las herramientas digitales en sus empresas y mejora formativa de la población. Alemania también apuesta por inversiones en sus puntos más débiles (sector público y empresas). Las prioridades de Francia, sin embargo, no parecen tan alineadas con las carencias que reflejan los indicadores de la Comisión.
- 2. España invertirá cerca de 20.000 millones de euros en digitalización (el 28% del total de fondos NGEU). Para más detalles de las cantidades planeadas en los principales países, véase el siguiente artículo de este mismo Dossier.