Todo lo que siempre quiso saber sobre el Plan de Recuperación europeo y nunca se atrevió a preguntar
¿De qué se trata exactamente el NGEU y cómo funcionará? Respondemos a las preguntas frecuentes sobre el Fondo de Recuperación Europeo, el calendario de aprobación y de implementación, la condicionalidad y la repartición de los fondos.
- El Plan de Recuperación todavía debe ser aprobado por los parlamentos europeo y nacionales.
- El elemento principal es el Mecanismo de Recuperación, que otorgará hasta 312.500 millones de euros en transferencias y 360.000 millones en préstamos a Estados miembros según su tamaño y el impacto de la crisis de la COVID-19.
- Para acceder a estos fondos, cada país deberá preparar un plan nacional de recuperación, que será evaluado por la Comisión Europea.
- Los primeros desembolsos, de un 10% del total para cada país, se deberían producir en el 3T 2021.
En julio, tras negociaciones intensas, el Consejo Europeo se puso de acuerdo sobre el Plan de Recuperación europeo, llamado Next Generation EU (NGEU), a través del cual la UE otorgará hasta 750.000 millones de euros a sus Estados miembros para impulsar la recuperación de la economía europea tras el shock de la COVID-19. ¿De qué se trata exactamente el NGEU y cómo funcionará? A continuación, damos respuesta a las preguntas frecuentes sobre el Fondo, el calendario de aprobación y de implementación, la condicionalidad y la repartición de los fondos.
El NGEU es un nuevo instrumento europeo con una capacidad financiera de 750.000 millones de euros, que se creó para apoyar los esfuerzos de los Estados miembros para responder a la crisis de la COVID-19 e impulsar la transición ecológica y digital de la UE. Se trata de un instrumento adicional al presupuesto europeo para 2021-2027.
Su principal componente es el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que otorgará 312.500 millones de euros en transferencias y 360.000 millones en préstamos a los Estados miembros de la UE para financiar proyectos de inversión y reformas que impulsen la recuperación y mejoren la resiliencia de sus economías. Además, aportará fondos adicionales para iniciativas europeas como ReactEU o el Just Transition Fund, fondos para apoyar el empleo y para mitigar el impacto socioeconómico de la transición ecológica en las regiones más afectadas, respectivamente.
En lo que queda de artículo, nos centraremos en el Mecanismo de Recuperación, que constituye la mayor parte del NGEU.
Aunque el NGEU haya sido acordado a nivel político por el Consejo Europeo, todavía requiere la aprobación del Parlamento Europeo y su ratificación por los parlamentos nacionales de los países cuya constitución lo requiera. El Plan de Recuperación se basa en un aumento del techo de recursos propios de la UE y esta decisión es la que debe ser ratificada por los parlamentos nacionales. Este aumento del techo de recursos propios es lo que permitirá a la UE emitir deuda comunitaria en los mercados para financiar el fondo.1
Las negociaciones con el Parlamento Europeo están en curso. Todavía existen diferencias sobre el mecanismo de condicionalidad del Estado de derecho (el Parlamento quiere un fuerte mecanismo que permita suspender desembolsos a países que violen el Estado de derecho), así como sobre la introducción de nuevos recursos propios.2 Sin embargo, cabe esperar que el Parlamento Europeo dé su aprobación pronto y que el proceso de ratificación de los parlamentos nacionales acabe durante la primera mitad de 2021. Aunque esto sea algo más tarde de lo inicialmente esperado, no debería retrasar los desembolsos a los Estados miembros.
En paralelo, los países de la UE deben elaborar planes de recuperación nacionales y detallar tanto los proyectos de inversión que financiarán con los fondos europeos como las reformas que los acompañarán. La fecha límite para enviar los planes nacionales definitivos es el 30 de abril de 2021. Una vez recibidos, la Comisión tendrá hasta dos meses para valorarlos y recomendar su aprobación al Consejo Europeo, que a su vez tendrá un máximo de cuatro semanas para aprobarlos. Aunque los planes nacionales se puedan enviar antes (en cuanto se apruebe el Plan de Recuperación por los parlamentos europeo y nacionales), es probable que la mayoría de los países esperen hasta bien entrado 2021 para poder ajustar la versión definitiva a la coyuntura económica y, también, al enviarlo al mismo tiempo que la mayoría de los países, evitar un escrutinio individual de sus planes. Así, todo el proceso debería haberse completado a mediados de 2021 y la UE podría empezar a desembolsar el primer tramo de los fondos en el tercer trimestre (un 10% de los fondos totales que recibirá cada país).
- 1. El techo de recursos propios es la cantidad máxima legal que la UE puede solicitar de los países miembros para financiar el presupuesto europeo. El aumento de este techo constituye una garantía para la emisión de deuda europea y es necesario para que la deuda emitida obtenga el máximo rating.
- 2. Los recursos del presupuesto europeo casi no han cambiado desde hace más de 30 años y se basan principalmente en contribuciones directas de los Estados miembros (en función de su tamaño), impuestos aduaneros y transferencias de un porcentaje del IVA recaudado por cada país. El Parlamento Europeo querría introducir nuevos recursos vinculados a objetivos europeos, como un impuesto sobre servicios digitales o un impuesto sobre el contenido de carbono de las importaciones.
De los 312.000 millones de euros de transferencias, un 70% se repartirá a cada país en función de su PIB, población y paro registrados entre 2015 y 2019, y los 30% restantes se calcularán en 2022 tomando en cuenta la caída del PIB sufrida por cada país en el conjunto de 2020 y 2021. Según las previsiones actuales de la Comisión, se estima que España e Italia podrían llegar a recibir unos 60.000 millones de euros (un 4,8% y 3,7% del PIB, respectivamente)3 del Fondo de Recuperación, Francia unos 30.000 millones (1,3% del PIB), Portugal 13.000 millones (6,2% del PIB) y Alemania unos 20.000 millones (0,6% del PIB). Los países que más recursos recibirían en función de su PIB son Croacia, Bulgaria y Grecia (véase el gráfico).
- 3. Los 72.000 millones que España espera recibir de la UE incluyen 12.500 millones del fondo ReactEU.
Cada país también podrá pedir préstamos hasta un 6,4% de su PNB4 para financiar parte de sus inversiones y reformas, aunque es muy posible que los Estados miembros decidan no acudir a la totalidad de estos préstamos. La razón es que, aunque se traten de préstamos a bajos tipos de interés, estos préstamos aumentarían la deuda pública de los países que los reciban y, por lo tanto, puede que varios países europeos solo los soliciten en caso de mayor emergencia, ya que tienen varias alternativas: los países de la UE también tienen acceso a préstamos del MEDE con menor condicionalidad, además del acceso a mercados de deuda soberana a tipos de interés históricamente bajos.
Como ya hemos mencionado, una vez aprobado su plan nacional, cada país recibirá un 10% de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. El resto de los desembolsos se producirán en función del cumplimiento de objetivos y del progreso con las reformas y los proyectos de inversión detallados en los planes nacionales. Así, según la propia Comisión, la mayoría de los fondos se desembolsarán entre 2023 y 2024, y los últimos desembolsos se producirán antes de finales de 2026. Pero es posible que algunos países reciban algo más del 10% inicial en 2021 si consiguen avanzar en determinados proyectos y reformas. Es a lo que aspira España, que espera recibir unos 27.000 millones en 2021 (véase el Focus «Next Generation EU: una oportunidad de oro para la economía española»).
- 4. El producto nacional bruto (PNB) mide la producción final de bienes y servicios generados por los residentes y empresas nacionales de un país, incluso si están en el extranjero.
Para que el Consejo Europeo los apruebe y se puedan empezar a desembolsar los fondos, los planes nacionales deberán ser consecuentes con las recomendaciones que recibió cada país de la Comisión en el marco del Semestre Europeo (específicamente las de 2019 y 2020). Además, las reformas e inversiones deberán contribuir a cuatro objetivos generales: la promoción de la cohesión económica, social y territorial de la UE; el fortalecimiento de la resiliencia económica y social; la mitigación del impacto social y económico de esta crisis, y el apoyo a las transiciones verde y digital. Estas contribuciones deberán estar detalladas en los planes nacionales con cifras que estimen el impacto del plan en estos ámbitos. Cuando reciba los planes nacionales respectivos, la Comisión Europea evaluará si se han cumplido las condiciones. Tras la recomendación de la Comisión, el Consejo Europeo tendrá que aprobar cada plan individualmente por mayoría cualificada.
Más allá del desembolso inicial del 10%, los países deberán avanzar con sus reformas e inversiones y alcanzar objetivos antes de que se puedan desembolsar más fondos. Además, cada Estado miembro tiene la posibilidad de pedir una evaluación por parte del Consejo Europeo si considera que otro país no ha cumplido con sus hitos. Esto podría retrasar el desembolso de fondos a ciertos países, pero, crucialmente, ningún país tendrá poder de veto sobre el plan de recuperación de otro país.