Shanghái-Hong Kong stock connect: conectando con la bolsa china
En noviembre se dio el pistoletazo de salida al Shanghái-Hong Kong (SH-HK) stock connect, un programa que permite a los inversores extranjeros el acceso al mercado bursátil de Shanghái (A shares) a través de la bolsa de Hong Kong. Un acceso hasta ahora enormemente limitado para los inversores internacionales.1 Asimismo, de manera recíproca, el programa también permitirá a los inversores de la China continental negociar fácilmente en el mercado bursátil de Hong Kong a través de la bolsa de Shanghái. Esta reforma se enmarca dentro del proceso de liberalización y modernización del mercado financiero y de capital del gigante asiático, el cual, a su vez, se circunscribe en la más amplia misión de dotar a la economía de estructuras de «más mercado». Un esquema que ha generado enormes expectativas, ya que podría convertirse en uno de los pasos más importantes que ha dado China en el proceso de apertura de su cuenta financiera.
El esquema de acceso mutuo conecta dos de las bolsas más relevantes a nivel mundial (la de Hong Kong y la de Shanghái): su unión daría lugar al tercer mayor mercado en términos de capitalización bursátil, por detrás solo del NYSE y del NASDAQ. Como en todo proceso de apertura llevado a cabo por el gigante asiático, de momento existen importantes controles tanto en los productos comerciados como en su cantidad, pero se trata de la apertura más importante del mercado de renta variable chino.2 Hasta el momento, la única posibilidad de inversión en el mercado de bonos y en bolsa de la China continental por parte de inversores extranjeros eran los programas Qualified Foreign Institutional Investor (QFII) y Renminbi Qualified Foreing Institutional Investor (R-QFII), iniciados en enero de 2003 y en diciembre de 2011, respectivamente, y que no solo tienen cuotas muy estrictas sobre las cantidades invertidas (representan menos del 3% del mercado bursátil chino), sino que además requieren la aprobación del inversor por parte de las autoridades chinas. En cambio, bajo el paraguas del SH-HK stock connect, todo tipo de inversores extranjeros (instituciones y minoristas) son aptos para invertir en Shanghái y, a pesar de las cuotas establecidas, el total de sus operaciones diarias podría llegar a representar el 20% del volumen de negocio de la bolsa de Shanghái (la séptima mayor en capitalización bursátil). Un porcentaje que puede ir a más a medida que el programa se vaya consolidando y se amplíen las cuotas. En todos sus procesos de apertura, China ha actuado estableciendo primero pruebas piloto reducidas y controladas que, poco a poco, ha ido extendiendo.
Sin lugar a dudas, esta mayor accesibilidad al mercado chino de renta variable aumentará el peso de China en las carteras de los inversores internacionales en el mercado de renta variable mundial. En la actualidad se encuentra claramente infrarrepresentada: constituye un 2,2% del índice bursátil global MSCI AC World, muy por debajo del algo más del 13% que representa el PIB de China a nivel mundial (véase el gráfico).3 Ello aportará a los inversores internacionales una mayor capacidad de diversificación de su cartera, así como la posibilidad de que aumenten su rentabilidad, gracias al potencial de crecimiento que presenta el país asiático.
Desde el punto de vista de los ciudadanos chinos, el arranque del SH-HK stock connect representa una vía alternativa muy importante para canalizar sus ahorros. El poco grado de desarrollo y profundidad del mercado financiero y de capitales chino ha menoscabado las posibilidades de inversión dentro del propio país. Así, un elevadísimo porcentaje del ahorro de los hogares se encuentra invertido en activos inmobiliarios (el 72%), mientras que el efectivo representa un también destacado 20% del total de activos familiares. A nivel empresarial, el nuevo esquema aumenta el número de compañías chinas que podrán beneficiarse de la entrada de fondos globales, antes muy restringida por los programas QFII y R-QFII.
Finalmente, en términos estratégicos, la mayor apertura de la cuenta financiera china a través del SH-HK stock connect debería incrementar de manera sustancial el uso del renminbi (o yuan) a nivel internacional. Un objetivo, el de la internacionalización de la divisa, que el Ejecutivo del país ha promovido de manera intensa a lo largo de los últimos años. En definitiva, poco a poco, y ante la mayor liberalización económica de China, el omnipresente billete verde debería ir dejando paso a un nuevo competidor, el billete rojo.
1. Numerosas compañías chinas cotizan en la bolsa de Hong Kong a través de las H shares y en la de Shanghái a través de las A shares. Por las limitaciones que existían hasta el momento en la participación de la bolsa de Shanghái por parte de inversores extranjeros, las A shares estaban prácticamente restringidas a los inversores domésticos (de la China continental).
2. Existe una limitación diaria de RMB 13.000 millones (2.100 millones de dólares) a las operaciones de compra de Hong Kong a la China continental, y de RMB 10.500 millones (1.700 millones de dólares) en sentido contrario. Asimismo, el total de títulos elegibles de trading en la China continental asciende a 568 (un 90% de la capitalización bursátil de la bolsa de Shanghái), y a 266 en Hong Kong (un 82% de la de la bolsa de Hong Kong).
3. El índice MSCI AC es un índice que intenta reproducir la rentabilidad del mercado global (avanzados + emergentes) disponible para un inversor global. Además de la capitalización bursátil se tienen en cuenta medidas de liquidez para decidir el peso que cada mercado tiene en el índice.