El sector exportador es uno de los principales protagonistas de la recuperación de la economía española. Dos cifras lo ilustran muy bien: entre 2009 y 2017 las exportaciones de bienes y servicios aumentaron del 22,7% del PIB al 34,5% del PIB, y el número de empresas que exportan de manera regular aumentó cerca de un 50%.
Sin embargo, en los últimos trimestres, el empuje que el sector exportador está prestando a la economía española parece que ha perdido fuelle: las exportaciones de bienes y servicios han pasado de crecer un 4,7% en promedio entre 2013 y 2017 al 2,3% en el 2T 2018. Parte de esta desaceleración la podemos atribuir al menor empuje de la economía global y, en particular, a la desaceleración de nuestros principales socios comerciales, los países de la eurozona. A pesar de esta difícil coyuntura, el número de empresas españolas que miran hacia el exterior en busca de nuevos mercados sigue aumentando.
Como se observa en el primer gráfico, el fuerte aumento en el número de empresas exportadoras que se observó desde el inicio de la crisis fue seguido de un notable repunte de las empresas que exportan de manera regular.1 Ello no es trivial. El mercado internacional es muy competitivo y los primeros años en el proceso de internacionalización de una empresa son claves: solo aquellas empresas que los superan y consiguen sobrevivir suelen ser capaces de permanecer en el mercado internacional.
Analizando con algo más de detalle la evolución reciente de las empresas españolas que dan el salto al mercado internacional, sobresalen dos elementos, uno negativo y otro esperanzador. El elemento menos favorable es que la proporción de nuevas empresas exportadoras que han conseguido hacerse un hueco en el mercado internacional ha flexionado ligeramente a la baja en los últimos años. Concretamente, la tasa de supervivencia de las nuevas empresas exportadoras sorprendió muy favorablemente entre los años 2009 y 2014, pues el fuerte aumento del número de nuevas empresas exportadoras fue acompañado de un aumento de su tasa de supervivencia, que pasó del 11% que se registró en promedio en los años anteriores a la crisis al 14% en el año 2014.2 Sin embargo, en los últimos años esta tasa ha ido descendiendo hasta situarse en el 9,2% en 2017.
El segundo elemento por destacar es el notable repunte en el número de nuevas empresas exportadoras que se observa en el año 2017. Concretamente, se pasó de 72.000 nuevas empresas exportadoras en 2016 a más de 82.000 en 2017, un aumento del 14%, similar al que se observó entre los años 2010 y 2014, pero esta vez partiendo desde cotas notablemente más elevadas. Así, si la tasa de supervivencia se mantiene en las cotas actuales, el número de nuevas empresas exportadoras regulares podría superar las 8.500 en los próximos años, y batir así un nuevo récord histórico. Sin embargo, hay un elemento que invita a la cautela. Concretamente, se observa que el grueso del crecimiento de las nuevas empresas exportadoras se concentra en los países de América Latina, región en la que, en general, la tasa de supervivencia ha sido relativamente inferior.3 En cambio, en los países de la UE, en los que la tasa de supervivencia suele ser mayor, el número de nuevas empresas exportadoras ha descendido ligeramente.
1. Se califican como exportadoras regulares a aquellas empresas que exportan durante cuatro años seguidos.
2. La tasa de supervivencia se define como la proporción de nuevas empresas regulares en el año t en relación con el número total de nuevas empresas exportadoras en el año t-3.
3. Aunque no disponemos de datos directos sobre la tasa de supervivencia de las empresas exportadoras por destino de las exportaciones, la proporción de empresas regulares (es decir, la fracción de empresas que llevan cuatro años exportando sobre el total de empresas exportadoras tres años atrás) apunta en esa dirección.