En 2017, el sector del turismo alcanzó nuevas cifras récord y acentuó aún más la tendencia creciente de los últimos años: el número de turistas extranjeros, el de establecimientos hoteleros y, en definitiva, los ingresos generados por el sector se encuentran en máximos históricos. Además, la importancia que ha ganado el turismo lo ha convertido en una oportunidad atractiva para inversiones de pequeña y gran dimensión: desde el alquiler de habitaciones y pequeños pisos hasta la construcción de nuevos establecimientos hoteleros, pasando por la restauración y el transporte.
La economía lusa ha sabido aprovechar el auge del turismo internacional, ya que Europa continúa estando entre las zonas más preferidas por los turistas internacionales. En este sentido, Portugal tiene características que encajan en las preferencias de quien busca sol, playa, atractivos culturales, diversión y bellos paisajes, además de otros elementos atrayentes, como un menor nivel de precios, unos buenos medios de transporte o la seguridad.
En este contexto, en 2017 las pernoctaciones turísticas alcanzaron los 57,6 millones (+7,6% interanual), con el Reino Unido y España como primer y segundo emisores de turistas y con un significativo aumento de los visitantes procedentes de Brasil y EE. UU. Además, el ingreso medio por habitación disponible (RevPAR, por sus siglas en inglés) aumentó hasta los 50,3 euros, un +16,3% con relación a 2016 y nuevo máximo histórico. Así, el turismo se ha convertido en el principal producto de exportación de Portugal y representa el 17,8% de las exportaciones totales.
Evolución en 2018 y perspectivas
En 2018 se espera que el sector del turismo siga registrando nuevos máximos históricos. De hecho, las cifras del primer semestre apuntan en esa dirección: las pernoctaciones totales aumentaron un 0,5% interanual, el número de turistas extranjeros un 1,9% , los ingresos del sector crecieron un 8,9% y el RevPAR se situó en los 44,2 euros, un 7,7% más que en el primer semestre de 2017.
A pesar de estos nuevos máximos, las cifras sugieren una desaceleración del crecimiento de los turistas extranjeros. De hecho, se ha producido una reducción en la entrada de turistas europeos: entre enero y junio de 2018, las llegadas procedentes de importantes emisores como Reino Unido y Alemania disminuyeron en un 6,4% y un 1,1% interanual, respectivamente, y se observaron registros parecidos con países de menor peso, como los Países Bajos y Polonia. En cualquier caso, no hay que exagerar la lectura de estas cifras, dado que el sector suele mostrarse más dinámico en el segundo semestre del año y podría llegar a corregir esta evolución menos boyante.
Además, paralelamente, el turismo interno de los residentes ha ganado en importancia (muestra de la firmeza de la recuperación de la demanda doméstica), aunque su peso es inferior al de los no residentes.1
Retos a futuro
Considerada un área económica estratégica, el Gobierno ha creado el Plan Estratégico Nacional del Turismo con el horizonte temporal 2017-2027. Con él, ha identificado cinco grandes retos para la consolidación del sector: i) combatir la estacionalidad, ii) poner en valor el patrimonio y la cultura, iii) descentralizar la demanda, iv) mejorar la cualificación laboral y v) estimular la innovación. Todo ello con un objetivo: alcanzar 80 millones de pernoctaciones y 26.000 millones de euros en ingresos (+7,0% de crecimiento promedio anual) en 2027.
1. La contribución de los no residentes es algo superior al 60%.