La desigualdad de ingresos se reduce en España
En la mayoría de los países desarrollados, para los cuales disponemos de datos hasta 2022, la desigualdad sigue presentando una tendencia al alza a largo plazo. En cambio, para España disponemos de datos hasta noviembre de 2024 y el mensaje, afortunadamente, es muy distinto.
La evolución económica de los últimos años ha sido accidentada. En cinco años, cinco shocks consecutivos de primera magnitud: la pandemia, la crisis en las cadenas de suministro global, la crisis energética, el shock inflacionista y el aumento de los tipos de interés. Cada uno de estos shocks, además del impacto en la actividad económica a nivel agregado, podría tener consecuencias muy severas en los colectivos más vulnerables de la población. Sabemos que la desigualdad aumentó de forma importante durante la pandemia, ¿qué ha ocurrido desde entonces? Para los países desarrollados, disponemos de datos hasta 2022, y en la mayoría de ellos la desigualdad sigue presentando una tendencia al alza a largo plazo. En cambio, para España disponemos de datos hasta noviembre de 2024 y el mensaje, afortunadamente, es muy distinto.
Durante la pandemia, CaixaBank Research desarrolló un monitor para poder seguir en tiempo real la evolución de la desigualdad en los ingresos salariales. Desde entonces, lo hemos seguido actualizando mensualmente en nuestra página web. Concretamente, analizamos cada mes la evolución de los millones de nóminas que se ingresan en CaixaBank, debidamente anonimizadas, así como las transferencias sociales que se hacen por prestación de desempleo o de ERTE. Toda esta información la procesamos con técnicas de big data para construir los principales indicadores de desigualdad.1
- 1. Véase https://realtimeeconomics.caixabankresearch.com.
Durante la pandemia, pudimos observar el fuerte aumento que se produjo en la desigualdad de ingresos salariales. Asimismo, constatamos que el incremento hubiera sido aún mayor de no haberse puesto en marcha los distintos programas de apoyo. El índice de Gini calculado sin tener en cuenta las transferencias del sector público aumentó en más de 10 puntos entre los meses de febrero y mayo de 2020. En cambio, cuando tenemos en cuenta las transferencias del sector público, observamos que el aumento fue muy inferior, de 2,3 puntos para el conjunto de España en aquellos meses. Otra de las virtudes del monitor es su elevada granularidad, lo que nos permite analizar la evolución de la desigualdad por grupos de edad, de origen o también en las distintas comunidades autónomas (CC. AA.). Eso permitió constatar el impacto diferencial que tuvo la pandemia en todos estos ámbitos. Por ejemplo, observamos que los colectivos más afectados fueron las personas más jóvenes y las personas nacidas fuera de España. A nivel geográfico, vimos cómo las CC. AA. en las que los sectores del ocio y la restauración tienen un mayor peso, como las Baleares o Canarias, fueron más impactadas. En todos estos casos, sin embargo, el efecto amortiguador de las transferencias del sector público fue muy importante.
Desde entonces, la desigualdad se ha reducido de forma muy notable. En 2022, los distintos indicadores que siguen la desigualdad de ingresos ya se situaron en los niveles previos a la pandemia.2 El monitor de CaixaBank Research ya lo adelantó entonces, y los datos que ahora se han ido publicando lo han corroborado, lo que aumenta la confianza en el indicador desarrollado por CaixaBank Research.
Desde 2022, el indicador en tiempo real de CaixaBank Research muestra que la desigualdad ha mantenido la tendencia a la baja, tanto en el conjunto de España como también entre los distintos colectivos y zonas geográficas. Así, en el conjunto de España, en el mes de noviembre el índice de Gini ya se situaba 2,9 puntos por debajo de los niveles previos a la pandemia. Mientras que por edades el descenso es parecido, destaca la reducción de la desigualdad entre el colectivo de personas nacidas en el extranjero, que ya se sitúa 3,8 puntos por debajo de los registros previos a la pandemia. A nivel geográfico, destaca la buena evolución que presentan las comunidades con un elevado peso del sector turístico, con reducciones de la desigualdad que ya superan los 4 puntos en las Baleares y Canarias.
- 2. Como, por ejemplo, el índice de Gini de ingresos de la Encuesta de condiciones de vida.
El descenso de la desigualdad que se ha producido en los últimos años es importante. Ello se pone de manifiesto cuando analizamos la evolución del índice de Gini desde una perspectiva histórica o cuando comparamos los niveles que presenta en distintos países. En general, el índice de Gini suele ser bastante estable a lo largo del tiempo. Por ejemplo, en España, entre 1990 y 2019 descendió 1,9 puntos. En EE. UU., uno de los países en los que la desigualdad ha aumentado más, entre estos dos años el índice de Gini se incrementa en 3,5 puntos. A la vista de la buena evolución que presenta España en los últimos años, es probable que cuando conozcamos los datos para Alemania y Francia constatemos que se ha conseguido recortar sensiblemente la distancia con estos países, donde el índice de Gini se encontraba 2,5 y 2,9 puntos respectivamente por debajo del de España en 2019.
El principal factor que está permitiendo que la desigualdad se reduzca es el buen comportamiento del mercado laboral y, especialmente, la reducción de la tasa de paro. Como puede observarse en el tercer gráfico, la relación entre ambas variables es muy estrecha. En la medida en que la diferencia entre estar sin trabajo o percibir unos ingresos laborales es notable, la reducción de la tasa de paro se convierte en la variable clave para reducir la desigualdad. Concretamente, durante la pandemia, el 90% de los cambios en el índice de Gini los explican los movimientos de la tasa de paro.3 En tanto en cuanto se espera que la economía española siga creciendo los próximos años y que la tasa de paro siga reduciéndose, la desigualdad debería seguir evolucionando de forma favorable.
- 3. Véase (2022). «Real-time inequality and the welfare state in motion: evidence from COVID-19 in Spain», Economic Policy, volumen 37, número 109, enero.