El gasto en recibos de los hogares españoles en 2023, un respiro tras un 2022 de infarto
¿Cómo ha evolucionado el gasto en agua, luz y gas en los últimos cinco años? Analizamos de manera anonimizada los recibos domiciliados en las cuentas bancarias de CaixaBank y su principal partida, los suministros básicos, para entender el esfuerzo que han tenido que hacer los hogares españoles para pagar la factura energética.
La elevada inflación ha condicionado el consumo de los hogares desde el fin de la pandemia, aunque a lo largo de 2023 se fue moderando y terminó el año en cotas más moderadas. En diciembre, se situó concretamente en el 3,1%. En gran parte, esta moderación ha sido consecuencia del considerable abaratamiento de los precios de la energía. Por ejemplo, el componente eléctrico del IPC cayó un 36,8% en el conjunto del año.1 Pero ¿cómo ha acabado evolucionando el gasto de los hogares en partidas esenciales, como la de suministros básicos?
- 1. Para más detalle de la contribución del componente energético en la inflación, véase el Focus «La importancia de los costes intermedios en las dinámicas de la inflación en España» en el IM01/2024.
Desde CaixaBank Research analizamos el gasto con tarjetas y mediante reintegros semanalmente en el Monitor de Consumo y mensualmente en el Portal de Economía en tiempo real. Asimismo, en 2022 examinamos cómo se trasladaba el impacto de la crisis energética a los recibos de luz y gas de los hogares.2 En este artículo vamos a explorar la evolución del gasto total de los hogares mediante recibos domiciliados, así como de su principal partida, los suministros básicos (agua, luz, gas y teléfono).3 Para ello, analizaremos, de forma totalmente anonimizada, los recibos domiciliados en las cuentas bancarias de CaixaBank, uno de los principales canales de pago de los hogares.4
La evolución del gasto mediante recibos en estos últimos cinco años viene marcada por la pandemia y la posterior crisis energética. Las restricciones derivadas de la COVID-19 impactaron en el consumo de los españoles y ello se reflejó en una reducción del 4% del gasto total mediante recibos en 2020. Tras este parón, siguieron dos años de fuertes subidas: el gasto mediante recibos creció un 6,4% en 2021 y un 11,8% en 2022. En comparación, el IPC general se situó en el 3,1% en 2021 y en el 8,4% en 2022. Es decir, el importe de los recibos aumentó alrededor de 3 p. p. por encima del coste de vida. En 2023, la situación ha dado un vuelco: el gasto mediante recibos creció un 1,5% este último año, 2 p. p. por debajo de la inflación media de este año.
- 2. Véase por ejemplo los Focus «La evolución de los recibos de la luz de los hogares españoles en 2022» en el IM12/2022 y «Los precios de la luz están por las nubes, ¿y el importe de su recibo?» en el IM01/2022.
- 3. El desglose del gasto mediante recibos muestra que se corresponde mayoritariamente al pago de suministros (27%), seguros (21%) y alquileres (15%).
- 4. El gasto mediante domiciliaciones bancarias corresponde al 20% del gasto total realizado en 2023 mediante tarjeta, reintegros y recibos, según datos internos.
Entre los suministros básicos (agua, luz, gas y telefonía), que son aquellos en los que el consumidor tiene menos margen de ajuste ante una crisis, observamos unas diferencias marcadas (véase el segundo gráfico). En agua y telefonía, el gasto fue bastante similar durante todo el periodo analizado. El recibo promedio de agua en 2023 fue un 2% menor que en 2022, mientras que el de telefonía fue un 1% mayor. En cambio, el gasto en suministros energéticos ha sido mucho más volátil. El importe medio del recibo de electricidad aumentó en un 23% en 2022, pero descendió un 21% en 2023, de manera que los hogares pagaron en 2023 un recibo un 6% inferior al de 2019. De manera similar, el recibo de gas aumentó un 17% en 2022, pero se redujo un 13% en 2023, y acabó siendo de un importe un 10% inferior al de 2019. Como las variaciones de precios del gas y de la electricidad entre 2019 y 2023 han sido menores, estas reducciones reflejan fundamentalmente el esfuerzo de las familias por reducir su consumo de energía.
Analizando la factura energética por importe mensual, vemos que en todos los meses de 2023 fue menor que en 2022 (unos 30 euros en promedio), y en especial entre mayo y octubre (con un importe un 31% inferior). Así, los hogares pagaron en promedio 108 euros de luz y gas en 2023, por debajo de los 138 euros de 2022 (y los 115 euros de 2019). De cara a 2024, cabe esperar que la retirada gradual de las diferentes medidas antiinflación planeada a lo largo del año tenga un cierto impacto sobre la factura energética. Desde CaixaBank Research lo seguiremos monitorizando en tiempo real.