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La industria manufacturera española supera con nota los retos de 2022

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  • La industria manufacturera ha estado lastrada de forma recurrente durante los últimos años por los factores externos que han caracterizado al escenario económico, comenzando con los efectos de la crisis de la COVID-19, siguiendo por los cuellos de botella en 2021 y gran parte de 2022, la crisis energética a raíz de la guerra en Ucrania y, finalmente, por el impacto de la subida de tipos de interés por parte del BCE. De hecho, 2022 volvió a ser un año especialmente adverso para un sector que, en cualquier caso, no solo logró esquivar los peores escenarios de desplome de la actividad, sino que vio cómo la mayor parte de los indicadores siguieron creciendo a tasas dinámicas (el VAB del sector creció un 3,8% en el año). Nuestro análisis del comportamiento de las diferentes ramas de actividad que componen la industria manufacturera refleja que el conjunto del sector habría recuperado los niveles prepandémicos en 2022 si no hubiera sido por los efectos de los cuellos de botella y, sobre todo, por el encarecimiento de la energía. Partiendo de este análisis, el resto del informe trata de profundizar en los efectos de cada uno de estos factores externos que afectan o afectarán al sector a medio plazo: el impacto de la subida de tipos de interés, los efectos de los problemas de abastecimiento de determinados insumos y el encarecimiento de los costes de producción.
  • Uno de los factores más determinantes para el escenario económico de 2023 será el impacto de la subida de tipos de interés por parte del BCE en las decisiones de consumo e inversión por parte de los agentes. Este informe dedica un artículo específico a analizar la posición financiera de las distintas ramas de la industria manufacturera en España para intentar determinar su exposición a unas condiciones financieras más restrictivas. La base de datos de la Central de Balances, que elabora el Banco de España, revela que la industria española mantiene una posición financiera saludable cuando la comparamos con el conjunto de la economía y con otros sectores productivos. Sin embargo, se observa una fuerte heterogeneidad entre ramas de actividad, en las que destaca de forma negativa el caso de las industrias de la confección y del cuero y el calzado, tanto por su reciente apalancamiento como por mantener una situación financiera menos favorable que en anteriores ciclos de subidas de tipos de interés. En cualquier caso, entre el resto de las ramas se observa una posición de fortaleza, por lo que estimamos que el impacto de la subida de tipos de interés será contenido.
  • En lo que respecta a las disrupciones en las cadenas de suministro globales, iniciadas a finales de 2020 por la reactivación de la demanda tras la pandemia, y alimentadas posteriormente por la guerra en Ucrania y la persistencia de la COVID-19 en Asia, el tercer artículo de este informe analiza los datos de importaciones por ramas de actividad para evaluar la magnitud de ese impacto en la industria española. Nuestro análisis señala a la importación de equipos informáticos (sus importaciones llegaron a caer un 50% en 2022 frente a 2019) y a la industria de la automoción (caídas del 21% de las importaciones) como los sectores más perjudicados. No obstante, los factores que han generado esas disrupciones en la oferta se están aliviando en los últimos meses, sobre todo después de la reapertura al comercio de China, por lo que, de cara a 2023, esperamos que la industria manufacturera deje atrás uno de los principales obstáculos de los últimos años y, por tanto, reciba una importante palanca de crecimiento.
  • El último artículo pretende mostrar cómo el encarecimiento de determinadas materias primas clave para el sector ha engrosado los costes operativos de la industria manufacturera española (+25,4% en 2022 frente a 2019), de nuevo a causa de factores externos. Esta circunstancia obligó al sector a incrementar los precios de producción de la industria (19,8% en 2022) para compensar parte de esa subida en los costes y no comprometer su viabilidad económica. A pesar de la compensación de los costes mediante mayores precios, cabe señalar que el margen bruto de la industria se moderó en 2022 frente a los márgenes registrados en 2019.
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