• En términos de PIB, Asturias representa el 1,9% del total del país (25.822 millones de euros), la quinta región más pequeña.
• Con poco más de un millón de habitantes, aporta el 2,1% de la población total de España. Es la cuarta región menos poblada y la más envejecida, ya que el 28,0% de su población tiene más de 65 años (20,4% de media nacional).
• El PIB per cápita asturiano (25.675 euros) es casi un 9,0% inferior a la media española. En los últimos años ha ganado posiciones, ya que el escaso dinamismo de su economía ha sido contrarrestado por el retroceso demográfico.
• Su estructura productiva destaca por un mayor peso relativo de la construcción (6,1% vs. 5,4% de media española) y la industria, tanto manufacturera (14,8% vs. 12,5%) como, sobre todo, extractiva (7,8% vs. 4,9%). En cambio, presenta un peso inferior en comercio, transporte, hostelería y ocio (25,6% vs. 28,4%), servicios ligados a la industria (25,5% vs. 28,5%) y la agricultura (1,2% vs. 2,6%).
• El peso de las exportaciones de bienes sobre el PIB regional es algo inferior a la media española (23,9% vs. 28,9%), si bien ha anotado un fuerte aumento en los últimos años. El valor de las exportaciones asturianas en 2023 ascendió a 6.192 millones de euros, lo que supone el 1,6% de las exportaciones españolas. Los principales sectores exportadores de la región son hierro y acero y otros metales no ferrosos (21,9% y 20,9% del total, respectivamente).

Asturias está siendo una de las regiones menos dinámicas del país, en parte por un efecto rebote menos intenso tras la crisis pandémica, dado el menor peso del turismo en su estructura productiva. En 2023 estimamos un crecimiento del PIB del 1,7%, frente al 2,5% de la economía española. El buen tono de servicios y construcción contrasta con el debilitamiento de su industria, especialmente afectada por el encarecimiento de la energía, y el prolongado deterioro del sector agropecuario.

Desde CaixaBank Research prevemos un crecimiento del PIB en 2024 del 1,3%, algo por debajo de la media (1,9%). Aunque esperamos que la contención de la inflación y la distensión de la política monetaria dinamice el gasto de las familias, la evolución de la economía dependerá de la capacidad de recuperación del sector agro y de la industria, condicionada por su elevada dependencia de sectores intensivos en energía. El despegue de la inversión privada dependerá del ritmo de implementación de los fondos europeos.

El mercado laboral de Asturias está mostrando una evolución más débil que la media, con el crecimiento de la afiliación en un 1,3% en 2023 (vs. 2,7%) y un 2,1% interanual en febrero de este año (vs. 2,7%), de modo que el volumen total supera en un 4,6% los niveles de febrero de 2019 (9,6% en España): la creación de empleo en el último año se concentra en actividades administrativas, hostelería y sanidad, en contraste con la destrucción en el sector agro. Por su parte, la tasa de paro en el 4T 2023 se situó en el 11,8%, al igual que en el conjunto del país y muy por debajo de los registros pre-COVID (13,1% en el 4T 2019).

El consumo está teniendo un débil comportamiento en la región. Tras la fuerte caída del año anterior, afectadas por las tensiones inflacionistas, las ventas minoristas (en volumen) se recuperaron en 2023, pero parcialmente: crecieron por debajo de la media (6,0% vs. 7,5%) y siguen muy alejadas de los niveles de 2019 (–3,0% vs. +3,0%).

La industria asturiana se está viendo afectada por la debilidad de las ramas de bienes energéticos e intermedios, en especial los sectores químico y metalúrgico. Tras el leve retroceso de 2022, el IPI intensificó su deterioro el año pasado, con una caída del 4,2% (vs. –0,8% en el conjunto del país); de este modo, sigue lejos de los niveles prepandemia de 2019: un 4,9% por debajo (vs. –1,2%).

Las exportaciones de bienes de Asturias fueron de las pocas que tuvieron un comportamiento positivo en 2023, al crecer un 1,8% (–1,4% en el conjunto del país), apoyadas en el dinamismo de las ventas de bienes de equipo (material de transporte y aparatos eléctricos) y productos energéticos (carbón), frente a la contracción de semimanufacturas (hierro, acero y productos químicos). Con ello, las exportaciones asturianas superan los niveles de 2019 en un 30,3% (+31,9% en España).