La clase media es objeto recurrente de escrutinio. De su fortalecimiento, o de su debilidad, dependen los pilares que sostienen la sociedad. Una clase media amplia suele ir asociada a una mayor cohesión social, a un mejor funcionamiento de las instituciones (y una mayor confianza hacia ellas) y a una mayor capacidad de crecimiento económico. Analizar su evolución y su situación actual es, por tanto, analizar la situación de los cimientos de la sociedad.

No es una tarea sencilla, porque no hay una única métrica que resuma la situación de la clase media en un solo número. Hay distintas definiciones y, en cualquier caso, cada una de ellas hay que analizarla con detenimiento desde distintos ángulos. Algunas de las definiciones de clase media que se han propuesto, quizás las más completas desde un punto conceptual, son muy difíciles de medir. Por ejemplo, la proporción de personas que comparten unos determinados valores poseen una relativa estabilidad financiera y una buena calidad de vida. Sin embargo, hay otras definiciones menos amplias, pero más fáciles de cuantificar. En este artículo utilizaremos la medida propuesta por la OCDE, que sitúa la clase media en la proporción de la población que dispone de unos ingresos que se sitúan entre el 75% y el 200% de los ingresos medianos del conjunto de la población en cada año.1

Como se puede observar en el primer gráfico, durante los últimos años no parece que el tamaño de la clase media en España haya experimentado grandes cambios, aunque sí se dibuja una gradual tendencia al alza. En 2007, antes de la crisis financiera, el 59,2% de la población era de clase media. Entre los años 2014 y 2019, esta fluctuó alrededor del 59,7% en promedio, y en 2022 (últimos datos disponibles), había aumentado hasta el 61,1%. Además, ello ha ido de la mano de una leve reducción tanto de la clase baja como de la clase alta. Concretamente, la proporción de personas de clase baja descendió en 0,6 p. p. entre 2007 y 2022, hasta el 30,0%. Por su parte, el tamaño de la clase alta se ha reducido en 1,4 p. p. hasta el 8,8% de la población.

A pesar del leve fortalecimiento de la clase media que se ha producido en los últimos años, la percepción es, a menudo, la contraria. ¿Qué puede explicarlo? Una posible explicación es la pérdida de poder adquisitivo que se produjo durante la crisis financiera e inmobiliaria en el conjunto de la población y que fue similar en todos los tramos de ingresos. A partir de 2009, los ingresos reales por hogar empezaron a descender de forma pronunciada. Como se puede observar en el segundo gráfico, en 2013 ya eran más de un 15% inferiores a los de 2007, antes de que estallara la crisis financiera. De todas formas, la caída que experimentaron los ingresos fue similar entre las distintas clases. La recuperación posterior también fue bastante similar, y no fue hasta el año 2022 que todos los grupos recuperaron los niveles previos a la crisis financiera. En la medida en que la evolución de los ingresos ha sido similar entre los distintos grupos, no ha habido grandes cambios en el tamaño de la clase media en los últimos años.2

Con el objetivo de profundizar en la percepción de que la clase media se ha debilitado en los últimos 15 años, analizamos cómo habría cambiado la clase media si hubiéramos mantenido fijos los umbrales de ingresos que delimitan las distintas clases a los niveles de 2007 (en lugar de variarlos cada año según la evolución de la distribución de ingresos anual). Como se produjo una caída significativa de los ingresos, muchas personas pasaron a tener unos ingresos por debajo del umbral que en 2007 separaba la clase baja de la clase media. Con los umbrales fijos, como se puede observar en el segundo gráfico, sí que se observa una notable caída de la clase media entre 2008 y 2013, del 59,2% al 53,0%, y una recuperación posterior. En la medida en la que las personas ajustan las referencias sociales de forma gradual, es probable que esto ayude a explicar por qué, a pesar de que la clase media apenas ha variado en los últimos años, a veces la percepción es otra.

Cuando se analiza la evolución de la clase media por edades también emergen diferencias importantes. Como se puede observar en el tercer gráfico, entre los años 2007 y 2022 se ha reducido ligeramente la proporción de personas jóvenes que pertenecen a la clase media y ha aumentado considerablemente la proporción de personas de más edad que pertenecen a este grupo. En cambio, se observa un aumento de las personas jóvenes que pertenecen a la clase baja, mientras que se produce una caída entre las personas de más edad en este segmento.