El verano de 2024 ha consolidado el sector turístico español como uno de los motores claves de la economía españo­­la, superando prácticamente todos los récords históricos. Estos resultados se deben al impulso de la re­­cu­­peración de las rentas en los países emisores, la estabilidad geopolítica en España y a la elevada competitividad internacional del sector turístico. A pesar de la tendencia creciente hacia la desestacionalización del turismo, los meses de julio y agosto han registrado cifras extraordinarias que merecen un análisis detallado.

Las pernoctaciones turísticas en España han alcanzado máximos históricos este verano. Según datos del INE, las pernoctaciones han aumentado un 1,9% en julio y un 2,5% en agosto en términos interanuales, y se han situado un 3,2% y un 1,3% por encima de los niveles de 2019, respectivamente. Estas cifras no solo representan un récord histórico, sino que también superan significativamente las tasas interanuales observadas en 2023, que fueron del 0,4% en julio y del 0,3% en agosto.

Este crecimiento ha sido impulsado principalmente por el turismo internacional, que ha mostrado un dinamismo notable. Las pernoctaciones de visitantes extranjeros aumentaron un 4,8% en el conjunto de julio y agosto respecto al mismo periodo del año pasado, superando en un 2,6% los niveles de 2019. Por el contrario, las pernoctaciones domésticas experimentaron una ligera contracción del 1,2% en julio y agosto. Sin embargo, es importante señalar que, a pesar de esta disminución, los niveles se mantienen elevados, con incrementos del 1,7% respecto a julio y agosto de 2019.

Cabe destacar que el crecimiento en pernoctaciones durante los meses de verano fue menor que en el primer semestre del año, cuando se registró un aumento total del 6,8% (1,4% doméstico y 9,8% internacional). Esta desaceleración relativa refleja la mencionada desestacionalización del turismo, que está redistribuyendo la afluencia turística a lo largo de todo el año. Destacamos que la tendencia hacia la desestacionalización es una señal positiva para el sector, ya que contribuye a reducir la temporalidad laboral y permite una mayor utilización del capital invertido en infraestructuras turísticas.

Las llegadas internacionales también han dado excelentes noticias. Según datos de Frontur del INE, en julio y agosto las llegadas de turistas extranjeros superaron en un 8,9% los niveles de 2019. Este crecimiento es transversal y se apoya en el excelente comportamiento de los turistas procedentes de la UE, que aumentaron un 14,3% en julio y agosto, y de las Américas, con incrementos del 30,3% en los mismos meses.

Entre los principales mercados emisores, el Reino Unido muestra un comportamiento algo rezagado, con caídas del 3,6% en julio y agosto respecto a 2019. Aunque los turistas británicos se están acercando a los niveles prepandemia, aún no logran alcanzarlos completamente. Factores como las incertidumbres económicas pos-brexit y las fluctuaciones en el tipo de cambio de la libra esterlina podrían estar influyendo en esta tendencia. Por otro lado, el aumento en la afluencia de turistas de mercados lejanos como América del Norte y América Latina indica un creciente interés por España como destino turístico de largo radio.

• 1. Véase World Tourism Organization, «Tourism towards 2030/Global Overview».

El desempeño relativamente mitigado del turismo asiático se debe sobre todo a la recuperación más lenta del tu­­rismo proveniente de China y Japón. El gasto turístico proveniente de estos países ha quedado rezagado, con niveles de gasto aún por debajo de los registrados en 2019. En el caso de China, el gasto turístico se situó un 20,5% en julio y un 14,8% en agosto por debajo de los registros de los mismos meses de 2019. Japón presenta registros inferiores a los de 2019, del –32,6% en julio y del –28,4% en agosto.

La lenta recuperación del turismo chino se debe en gran medida al levantamiento más tardío de las restricciones relacionadas con la COVID-19 en el país y a los problemas de la economía china y su impacto sobre la confianza de los hogares. Sin embargo, los indicadores apuntan a una reactivación significativa, con crecimientos interanuales del 55,2% en julio y del 42,8% en agosto. Además, la reanudación de conexiones aéreas directas, como la ruta Shanghái-Barcelona en agosto de 2024, refuerza las expectativas de un crecimiento robusto a corto y medio plazo.

En el caso de Japón, la debilidad del yen ha influido ne­­gativamente en el poder adquisitivo de los turistas japoneses en el extranjero. Se espera que, en los próximos años, el yen recupere parte de su valor, lo que podría impulsar nuevamente el turismo japonés hacia España. La mejora en las condiciones económicas y monetarias en Japón será un factor determinante para revitalizar este mercado.

En vista de la fuerte temporada de verano, hemos revisado al alza nuestras previsiones de crecimiento para el sector. Estimamos que el PIB turístico crecerá un 6% en 2024 en términos reales, situándose un 12% por encima de los niveles de 2019. En términos nominales, el incremento alcanza el 32%, reflejando no solo un mayor volumen de actividad sino también un aumento en los precios y en el valor añadido generado por el sector. El verano de 2024 consolida el sector turístico como un pilar del crecimiento de la economía española. Prevemos que el crecimiento del 6% del PIB turístico aporte 0,76 p. p. de crecimiento al PIB español en 2024, representando un 27% del crecimiento este año. Estimamos que el PIB turístico alcanzará un peso del 13% en el PIB total este año.

Más allá de 2024, prevemos que el sector turístico continúe expandiéndose en 2025, con un crecimiento del 3,2% en términos reales. La recuperación de la renta bruta disponible en los países emisores a medida que termina de disiparse el shock inflacionista y la percepción de estabilidad geopolítica en España continuarán aupando al sector en los próximos trimestres. Prevemos que este continúe su senda de desestacionalización y que observemos crecimientos más fuertes fuera de la temporada alta. Las buenas cifras del turismo hacen aún más relevantes las discusiones sobre sostenibilidad y la apuesta por un turismo de calidad, el gran reto del turismo en España a medio plazo.