El PIB chino se estanca en el 4T 2022 ante el deterioro sanitario
El PIB de China se estancó en el 4T 2022 respecto al 3T, un comportamiento que refleja la imposición de restricciones a la movilidad en el marco de la política COVID cero durante buena parte del trimestre y su brusco abandono en las últimas semanas del año. De esta forma, y, en contraste con el 2T, la economía china sorprende positivamente al evitar una segunda contracción en el último tramo del año, mientras que en términos interanuales el PIB creció en un 2,9% (3,9% en el 3T). En balance, el PIB registra un crecimiento del 3,0% para el conjunto de 2022, por encima de lo esperado por el consenso de analistas y en línea con la previsión de CaixaBank Research.
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Dato
- El PIB de China ascendió un 2,9% interanual en el 4T 2022 (3,9% en el 3T).
- En términos intertrimestrales, el PIB se estancó con un crecimiento del 0,0% (3,9% en el 3T).
- Los indicadores de actividad disponibles para el 4T confirman un patrón de crecimiento de «más a menos» en la industria y en las exportaciones, mientras que la caída en la demanda se atenuó en diciembre.
- En el conjunto del año, el PIB de China se expandió en el 3,0%, en línea con nuestras previsiones, aunque por debajo del objetivo del 5,5% del Gobierno chino.
Valoración
- El PIB de China se estancó en el 4T 2022 respecto al 3T, un comportamiento que refleja la imposición de restricciones a la movilidad en el marco de la política COVID cero durante buena parte del trimestre y su brusco abandono en las últimas semanas del año. De esta forma y, en contraste con el 2T, cuando el PIB se contrajo un 2,4% con respecto al 1T, la economía china sorprendió positivamente al evitar una segunda contracción en el último tramo del año, lo que contrasta con el consenso de analistas, que esperaba una caída intertrimestral del 1%. Así, el PIB registra un crecimiento del 3,0% para el conjunto de 2022, por encima de lo esperado por el consenso de analistas y en línea con la previsión de CaixaBank Research. A excepción del 2020 (2,2%), se trata del crecimiento más modesto desde 1976.
- Los datos de actividad confirman un patrón de «más a menos» a lo largo del 4T para la industria. La producción industrial creció un 1,3% interanual, un dato con menor fuerza que lo observado en los meses de octubre y noviembre (5,0% y 2,2%, respectivamente). Asimismo, las exportaciones de bienes agudizaron su caída en el último mes del año, con un retroceso del 9,9% interanual (–8,9% en noviembre). Por otro lado, las ventas minoristas se contrajeron un 1,8% interanual, un ritmo de caída sustancialmente inferior al que se registró en noviembre (–5,9%), en un contexto de levantamiento de restricciones asociadas a la pandemia. En esta misma línea, la inversión en activos fijos en zonas urbanas confirma la resiliencia de las inversiones en manufacturas e infraestructuras y registra un crecimiento del 5,1% en el conjunto del año.
- La evolución de nuestro indicador de actividad sugiere una contracción intertrimestral de la actividad en el 4T, frente al estancamiento que comunican las fuentes oficiales, acentuada por la debilidad de la demanda, tanto interna como externa. Este indicador estima la evolución de la economía a través de indicadores relacionados de forma directa con la actividad económica del país, utilizando datos de alta frecuencia como las ventas de bienes de consumo, las ventas de coches o el tráfico de mercancías; los cuales siguen presentando tasas interanuales negativas en diciembre.
- Las perspectivas para 2023 son mixtas. El inicio del año ha estado marcado por el rápido proceso de reapertura, tras la decisión de las autoridades chinas de levantar gran parte de las restricciones incluidas en la política COVID cero. De hecho, las autoridades chinas han dejado claro que la estabilidad económica será la prioridad del Gobierno este año, dando señales de que se llevará a cabo una política fiscal proactiva y una política monetaria prudente, aunque con grados de libertad, en 2023.
- Así, los indicadores de alta frecuencia (como, por ejemplo, el uso del transporte público o el tráfico en las grandes ciudades) sugieren un repunte en la movilidad en las últimas semanas, en la antesala a las celebraciones del Año Lunar chino, señales que apuntan a una recuperación en la actividad este trimestre. Sin embargo, las perspectivas económicas se encuentran atadas a un nivel elevado de incertidumbre, ligado, entre otros factores, a la evolución de la emergencia sanitaria y al proceso de reajuste del sector inmobiliario, a pesar de las nuevas medidas de apoyo anunciadas por el Gobierno a final de 2022. Asimismo, el proceso de reactivación se enfrentará a un contexto mundial más adverso, con perspectivas de enfriamiento en la demanda externa, en especial en bienes, donde China es un referente exportador. También, aún queda por ver la naturaleza de la recuperación del consumo privado después de tres años de «hibernación» y pérdidas de empleo. Más a largo plazo, las perspectivas demográficas también son poco alentadoras: la población china registró una caída de 850.000 personas (hasta los 1.411 millones) en 2022, el primer retroceso en los últimos 60 años.
- Tras la publicación de estos datos, mantenemos nuestra previsión de crecimiento de la economía china en 2023 en torno al 5,2%.
Última actualització: 21 juliol 2023 - 13:20